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Ronaldo, adiós a un fenómeno

Ronaldo, adiós a un fenómeno

El futbolista brasileño Luiz Nazario de Lima, popularmente conocido como Ronaldo, anunció este lunes el fin de su carrera deportiva. A los 34 años de edad, "El fenómeno" estima que, pese a su deseo de seguir jugando, el cuerpo lo obliga a renunciar. La inesperada eliminación de su club, Corinthians, en la ronda preliminar de la Copa Libertadores, sin duda ha precipitado esta decisión.


Llega un día en el que todo deportista de alto nivel se plantea la pregunta: ¿hasta cuándo seguir? Conciliar el deseo de seguir compitiendo con el temor de no saber parar a tiempo no suele ser fácil, y habrá sido necesaria la humillante eliminación del popular Corinthians ante el modesto Deportivo Tolima colombiano en la Copa Libertadores para ayudar a Ronaldo a tomar la decisión. El jugador brasileño esperaba por lo menos continuar hasta final de año para poder así cumplir con el contrato firmado con el club paulista.

Con la retirada de Ronaldo se cierra toda una época para el fútbol brasileño y mundial. La irrupción del jugador en 1993 coincidió con el renacimiento de un fútbol brasileño que no lograba reencontrarse con el lustro de la época de Pelé. Pese a que su presencia en la selección que ganó el Mundial de 1994, tras 24 años de frustraciones, fue solo simbólica, Ronaldo acompañó desde entonces todos los grandes momentos de los auriverdes, siendo la figura en el equipo que ganó el pentacampeonato en 2002. De hecho, con 15 goles en cuatro participaciones mundialistas, Ronaldo es el máximo goleador de esa competición.

Pero Ronaldo no solo brilló con la selección. Considerado desde sus comienzos en el Cruzeiro como el futbolista del siglo 21, gracias a su combinación de fuerza física y de potencia con la agilidad y las dotes técnicas que lo caracterizaban, el brasileño lució muchas de las camisetas más prestigiosas del fútbol europeo: el PSV Eindhoven (1994-96), el FC Barcelona (1996-97), el Inter de Milán (1997-2002), el Real Madrid (2002-07) y el Milán AC (2006-08), antes de regresar a Brasil para concluir su carrera en el Corinthians. Durante ese lapso, ganó dos veces el Balón de Oro de France Football (1997 y 2002) además de numerosos otros trofeos individuales y colectivos.

"El fenómeno", apodo elocuente que adquirió en Italia y que se convirtió en su etiqueta, no solo brilló en los terrenos de juego. Su vida amorosa fue también un clásico en las revistas del corazón, con tres matrimonios y numerosas relaciones extramaritales y cuatro hijos de tres madres diferentes, lo que lo llevó en diciembre pasado a hacerse una vasectomía. Otra constante en su vida fueron sus frecuentes visitas a las clínicas, debido a las numerosas y graves lesiones que marcaron su carrera, en particular en sus rodillas, con tres graves heridas (1999, 2001, 2008) que lo obligaron a someterse a delicadas operaciones y a largos períodos de reeducación. Contrariedades que pusieron en peligro su carrera, agravadas por una insuficiencia hormonal en la glándula tiroidea que acentuó una tendencia al aumento de peso.

Pero Ronaldo nunca bajó los brazos, adaptando su estilo de juego a sus problemas físicos y conservando en todo momento el magnetismo y una popularidad solo comparables en Brasil a la del rey Pelé. Solo habrá faltado al fenómeno brasileño una salida digna de todo lo que aportó. "En los últimos días lloré como un niño", explicó Ronaldo para explicar la tristeza que le produce esta retirada anticipada. "Pero ya no puedo más". Unas lágrimas que acentúan la dimensión humana de un hombre que, más allá de los escándalos y los avatares de su compleja carrera deportiva, quedará en la historia del fútbol como uno de sus más brillantes y originales representantes.


Fuente: Radio Francia Internacional / Por Alejandro Valente