Una vez más Cuevas volvió a dejar por el camino a un grande del tenis. Esta vez le tocó el turno a Tsonga, quien si bien en la actualidad está atravesando una etapa un tanto inestable, llegó a estar hasta hace poco entre los 10 mejores jugadores del tenis mundial.

El partido de Cuevas, que se definió en una hora y cuarto de juego, fue memorable desde varios puntos de vista. En primer lugar, el arranque fue estupendo. Ni bien empezó el partido Cuevas se llevó el primer quiebre y luego la confirmación del saque le permitió sacar una ventaja de 2 a 0 que a la postre se haría imbatible en el primer set.

En segundo lugar, la templaza ante la adversidad. Lo más complicado del partido estuvo en el segundo set cuando Tsonga parecía haber tomado el timón y ponerse al frente 5-3. Sin embargo, el salteño no aflojó, quebró en el momento justo, se puso 5-4 y luego empató 5-5.  Este momento fue clave para el ánimo del uruguayo.

Por último, en el desenlace, la confianza para definir una vez más un partido en un tiebreak, pero esta vez de forma más que contundente por 7-0 .

A nivel estadístico, ambos tenistas convirtieron el 65% de los puntos con el primer servicio y también anotaron cada uno tres aces.  Tsonga tuvo dos doble falta contra una de Cuevas.

Con este resultado, la raqueta número uno de Uruguay se metió en cuartos de final de Estoril y el próximo partido será contra el brasileño Thomaz Bellucci (31) que en la previa derrotó al francés Edouard Roger-Vasselin 6-3, 5-7 y 7-5.

En tanto, en dobles, Cuevas avanzó a la siguiente ronda junto al rumano Víctor Hanescu contra Joao Sousa y Rui Machado 7-5 6-1 y en la próxima ronda enfrentarán el jueves al ganador del encuentro a disputarse entre Tavares-Gil y Butorac-Rojer.