Federer, campeón en la edición de 2009 y eliminado el año pasado en cuartos de final, tendrá como adversario en octavos al ganador del duelo entre el suizo Stanislas Wawrinka (N.14) y el francés Jo-Wilfried Tsonga (N.17).

La comodidad con la que el helvético está sacando adelante sus partidos contrasta con los problemas por los que atraviesa el español Rafael Nadal, que ha sufrido en las dos primeras rondas, especialmente en la primera ante el estadounidense Gael Monfils, ante el que necesitó cinco sets.

Tras dejar atrás al español Feliciano López y el francés Maxime Teixeira, Federer se enfrentaba a un jugador incómodo como Tipsarevec, cabeza de serie número 29, y con el que ya tuvo problemas en el Abierto de Australia de 2008, donde el suizo tuvo que ganar por 10-8 en el quinto set.

El balcánico venía de arrollar al español Pere Riba, que terminó el encuentro lesionado y sin apenas moverse.

"Estoy muy contento, realmente", comentó el suizo antes de abandonar la pista. "Pensaba que sería realmente mucho más difícil. El primer set fue la clave, me dio confianza y él comenzó a dudar sobre su juego", estimó.

Federer volvió a estar excelente con su servicio y resolvió el partido por la vía rápida, en apenas una hora y media.

AFP