La carta está firmada por la cúpula dirigencial de Peñarol y califica de "insólita" la solicitud que Ramalho le hizo al juez del partido, Carlos Amarilla, cuando antes de iniciar la segunda parte le recriminó por una supuesta persecución sobre el jugador de Santos Neymar.

"Su actitud, realmente insólita, estaba notoriamente dirigida a presionar al juez, pero también a generar en el público brasileño la sensación de estar ante la inminencia de una sanción injusta", reza un pasaje de la carta.

Ramalho fue tomado por la televisión cuando indagó a Amarilla si debía sacar del campo a Neymar, ante la posibilidad que fuera expulsado (estaba amonestado desde el primer tiempo).

Peñarol contextualiza las declaraciones del técnico de cara a la final, a jugarse en "un estadio riesgoso, calificado así por la propia policía brasileña y con antecedentes de violencia muy negativos", según la carta de la dirigencia.

"En ese contexto, la actitud del Sr. Ramalho merecería una seria  sanción y la adopción de medidas preventivas que impidan actos dirigidos a incitar al publico a desbordes que pueden llegar a ser fatales", concluye la solicitud.