Lo que en la previa ya se podía prever como un partido desigual, en los hechos se terminó por comprobar. Es que si bien Peñarol no jugo a un ritmo frenético, la efectividad de sus jugadores y el peso de éstos frente a los rojos que tenían en frente (en especial la figura de Marcelo Zalayeta) dejaron demostrado lo desigual que es el fútbol  de nuestro país.

El primer tiempo comenzó  lento, hubo muy poca iniciativa y muchas pelotas divididas. Peñarol formaba con Fabián Carini, Emiliano Albín, Emilio Mac Eachen, Carlos Valdez, Darío Rodríguez; Edison Torres, Nicolás Freitas, Pedro, Walter López, Santiago Silva y Marcelo Zalayeta.

Rentistas, por su parte, lo hacía con Guillermo Reyes, Gonzalo Maulella, Diego Bonilla, Ruben Planchón, Silvio Dorrego, Diego Casamán, Jonathan Iglesias, Andrés Cabrera, Heber Collazo, Fernando Alvez y Marcelo Fernández.

Recien sobre los 12 minutos del primer tiempo el juego empezó a inclinarse con claridad hacia Peñarol. Los dirigidos por Gregorio Pérez empezaban a generar jugadas de riesgo, como el pase que Zalayeta le dio a Pedro al borde del área para intentar abrir el marcador.

Esta jugada, sumada a las demás subidas de Albín y Torres que vinieron después, dejaban cada vez mas resguardado en su área al "bicho colorado" y le generaban espacios al mirasol. Ante los embates carboneros, Rentistas cometía infracciones y al mismo tiempo, si éxito, buscaba lograr salir de contragolpe.

Después de varios intentos infructuosos Peñarol, liderado en el ataque por Marcelo Zalayeta consiguió la apertura del marcador casi en el ocaso de la primera mitad (40 minutos).

La ubicación y el olfato fueron la clave, una vez más, para que el lento pero habilidoso delantero carbonero encontrara el gol de la calma para la oncena de Gregorio Pérez y le permitiera estudiar las diferentes opciones para abultar el marcador de cara al complemento.

Comienza el segundo tiempo y solo 18 segundos bastaron para que Edinson Torres le colocara un pase preciso a Santiago Silva y éste, ante la sorpresa del guardameta Reyes colocara la pelota contra el palo izquierdo.

Tras este crudo golpe para Rentistas el partido definitivamente se inclinaba a los aurinegros y el complemento se convirtió en una seguidilla de jugadas carboneras con algunos tímidos ataques rojos que se quedaban en la mitad de la cancha.

Pasaron los minutos y a los 38 Torres otra vez apareció para asistir al recien ingresado Zambrana, el cual fue derribado por el arquero Reyes dentro del área. Siegler no lo duda y marca el penal.

El brasileño Pedro fue el encargado de ejecutarlo, hacerlo y sentenciar el partido 3 a 0 con un potente disparo contra el palo izquierdo del guardameta "bicho colorado".

Peñarol jugó a su antojo, no de manera intensa pero si dominando el encuentro, e hizo el negocio que vino a buscar al Estadio Centenario: se aseguró la punta del Campeonato Apertura.