"Menos mal que Skrtel, Agger y Kuyt le sujetaron; si no, se lo come", sostuvo una fuente a Marca. Luego, al término del partido,  Evra, intentó provocar a Suárez saltando efusivamente en su propia cara, con gestos ofensivos. Suárez no respondió a esta provocación.

La publicación española también informa que era intención de Suárez saludar a Evra, "para no alimentar más críticas" y así lo había prometido a sus compañeros de equipo y director técnico. Sin embargo,  Evra estaba saludando, mano arriba, a los jugadores de Liverpool, pero cuando llegó Suárez con la mano para saludarlo, le bajó la mano y se la puso con desgana. En ese segundo, Suárez le niega el saludo.

"Juro por mi hija que le iba a dar la mano", confesó Suárez a sus íntimos, publica Marca.