Forlán jugó desde el arranque en Inter y tuvo algunos pasajes aceptables al inicio del partido, intentando mostrarse como alternativa de pase o habilitando a sus compañeros.

Pero con el correr de los minutos se fue apagando junto al juego de su equipo, que no lograba inquietar a una defensa francesa que prácticamente no tuvo trabajo gracias a la total imprecisión con que atacaban los italianos.

El goleador celeste no alcanzó a disputar ni 15 minutos del complemento y fue sustituido, completando una hora de juego donde falló muchos pases, perdió todos los 'mano a mano' y se vio físicamente superado por toda la defensa de Olympique.

Diez minutos después de su salida llegó el gol de Inter, obra de Diego Milito, que mandó al arco una pelota que encontró en el área chica. De ahí en más, los italianos intentaron ir a más pero sin armas, sin juego, ni ideas.

Chocaron una y otra vez con la defensa fracnesa, y para colmo, en el minuto 91 Brandao se escabulló entre los centrales negriazules y apuntó con un zurdazo el gol del empate que sentenció la serie.

En la recarga Pazzini fabricó y convirtió un penal, pero ya no hubo más tiempo. Y pese a igualar la serie (2-2) el gol de visitante de Olympique dio la clasificación a los galos.

Situado a 17 puntos de la cabeza y a 8 del tercer puesto, que le permitiría disputar la Liga de Campeones el año que viene, la derrota en San Siro certifica una nueva campaña negativa para el Inter, que desde la marcha del técnico portugués Jose Mourinho, en 2010, no logra estar a la altura de las expectativas.


(Redacción y EFE)
Foto: EFE