En su debut en el banquillo Stramaccioni quiso revolucionar el gris y triste Inter de Ranieri, y así se notó desde el primer minuto cuando puso en el campo una formación inédita con el tridente de ataque formado por Diego Forlán, quien no anotó, y los argentinos Diego Milito y Mauro Zárate.

El joven técnico ha dado vida al equipo, pero tendrá que mejorar mucho si no quiere sustos, ya que el Génova consiguió remontar un 3-0 que parecía definitivo.

Milito inauguró el marcador y su personal "hat trick" con un cabezazo en el minuto 17, y poco después convirtió el 2-0. El tercer gol llegaba de las botas del también argentino Walter Samuel, que aprovechó una asistencia de Lucio y la victoria parecía en el bolsillo.

Pero antes de volver a los vestuarios, Moretti recortaba las distancias para el Génova y en la segunda parte pasó de todo.

Un Inter un poco cansado dio demasiado espacio a sus adversarios, que entraban demasiado fácilmente en el área. Así, el árbitro pitó un primer penalti en el minuto 15 por una mano de Javier Zanetti, que convirtió el argentino del Génova Rodrigo Palacio.

En el minuto 29 del segundo tiempo, Zárate marcaba su primer gol en campeonato con la camiseta del Inter y subía el 4-2 al marcador.

Poco después, el árbitro decretó un nueva falta máxima para el Génova y expulsó al portero interista, Julio Cesar. Alberto Gillardino tampoco perdonó.

Recién entrado en el campo Guarin fue derribado en el área pequeña por Belluschi, quien también fue expulsado, y Milito se encargó de convertir el 5-3.

Otro penal para los visitantes en el tiempo de descuento, tirado por Gilardino, colocaba el marcador en el definitivo 5-4, con el que el Inter intentará volver a los puestos que dan derecho a participar a las competiciones europeas.