Rampla se jugaba la chance de permanecer en Primera y debía sortear nada menos que a Peñarol para alentar una esperanza. Si la empresa ya era complicada en lo previo, ni qué hablar cuando a los 22 minutos de juego ya estaba 0-2.

Brito fue un soplo de oxígeno cuando puso el 1-2 a los 23 minutos, pero cuatro minutos después Zalayeta puso el tercero del aurinegro y partido liquidado.

Encima de tener que enfrentar aun plantel más rico y mejor entrenado, el día que debía rendir para 10 puntos Rampla jugó muy mal. Defensivamente fue temerario, con la línea de fondo parada muy arriba en la cancha y achicando siempre tarde o sin coordinación. Con esa ventaja es que llegaron los goles carboneros en la primera mitad.

Y en ofensiva fue anémico, sin intención de juego asociado por parte de sus delanteros y demorando el tiro en las situaciones propicias que generaban individualmente.

En Peñarol destacaron Marcelo Silva en defensa, Albín por el lateral izquierdo, Novick en quite y distribución, y en ofensiva, Zalayeta y Mora, que hicieron seis de los siete goles de su equipo.

Hicieron los deberes. Más allá de la triste caída para el rojiverde, poco tenía para esperar en las otras canchas ya que tanto Racing como Bella Vista ganaron sus partidos y sepultaron cualquier oportunidad para los del Cerro.

Otro de los implicados y que celebró sin jugar fue Fénix, que había empatado su partido el sábado ante Rentistas y también conservó la categoría.