Prato, notoriamente enojado, relató al El Espectador el proceso de desvinculación de su técnico.

"Estoy sintiendo que no se ha respetado a Defensor por parte de Nacional, que se trata de decir una cosa por un lado y actitudes con nombres marketineros y no se respeta absolutamente lo que es la verdadera cultura entre instituciones (...) Que se intenta inventar que uno autoriza cosas que no autoriza y que realmente me siento dolorido. Por otro lado, siento que lo que debemos es defender a capa y espada la institución, que es mucho más importante que esta situación".

Prato reconoció que hubo dos diálogos con el presidente de Nacional, Ricardo Alarcón, y señaló que se está "cambiando un pedido de autorización negativo al cambiar las palabras". "Acá nosotros dijimos que no y después se nos quiere confundir como que no se sabía que había contrato vigente y demás. Por favor, no tomemos a la gente por tonta".

Prato también admitió su descontento con Díaz. "Gustavo nos solicitó que lo liberáramos para conversar con Nacional y nosotros le dijimos también que no. (...) Acá hay que hacerse cargo de lo que uno hace y asumir las consecuencias de las actitudes que toma".

"Cuando Díaz les señaló que se quería ir se le dijo que no porque por el proyecto y el contrato vigente se tenía que quedar. Nos quedamos sin él, era una pieza importantísima para nosotros", estableció Prato.

En otro pasaje señaló: "¡Qué tranquilidad me queda a mí de un técnico que pierde una final con nosotros y a los tres días arregla con el rival que nos ganó!".

Finalmente, en cuanto a la relación con Nacional, indicó: "Estamos extremadamente dolidos por la situación y la directiva tomará la resolución que entienda conveniente. La relación queda muy mal".