San Lorenzo dio vuelta un partido durísimo y consiguió evitar caer en el temido descenso que, hace un año, atrapó a un River Plate que este sábado festejó en su cancha el retorno a la primera división.

Durante la primera mitad le costó mucho al equipo de Caruso Lombardi encontrar los caminos para inquietar a su rival y las veces que llegó no tuvo la tranquilidad que se precisaba para poder definir. El escenario no podía ser peor, porque con un fuerte contragolpe Gastón Caprari puso en ventaja al conjunto sanjuanino y paralizó al Nuevo Gasómetro y sus esperanzas de no descender.

Dos minutos más tarde el uruguayo Carlos Bueno ("Charle Good") empató el partido. Ya en el segundo tiempo, con un hombre más, San Lorenzo empezó a manejar el partido y a acorralar a su rival.

Con la caída por goleada de Colón sobre Banfield, los cuervos dependían de si mismos y salieron al todo por el todo. Un corner bien ejecutado por Leandro Romagnoli dio la alegría y Walter Kannemann marcó el 2 a 1. Ya, sobre el cierre, Carlos Bueno reapareció, mostró su olfato goleador y definió para sentenciar el 3 a 1.

Mientras eso pasaba en Arsenal de Sarandi todo era una fiesta. El club de la familia Grondona, el más joven de la primera división del fútbol argentino, fundado el 11 de enero de 1957 por Julio y Héctor Grondona, lograba su primer campeonato con apenas 55 años de vida.

Arsenal es, además, es el único equipo de los que actualmente milita en Primera, que alguna vez jugó en la D. En sus comienzos arrancó en la categoría más humilde del ascenso. En 1961 empezó a competir en los torneos de AFA, y un año después ya era campeón.

Sus años en el ascenso se acabaron en 2002, cuando de la mano de Jorge Burruchaga fue campeón de la B Nacional y subió a primera por primera vez, para ya no descender y ahora llevarse el campeonato.

Arsenal, junto a Boca e Independiente, son los únicos equipos que nunca descendieron en Argentina. Este domingo los de Gustavo Alfaro solo festejan un título merecido, construido en base a bajo perfil y sacrificio.