Alejandro Foglia: "Me voy con la cabeza en alto" porque "las chances de las medallas estuvieron ahí"
Luego de finalizados los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el balance que puede hacerse es que la delegación uruguaya no logró resultados especialmente significativos. Entre las grandes excepciones se encuentra el caso del velero Alejandro Foglia, que compitió en la especialidad Láser Estándar y quedó octavo en la clasificación general de esa categoría, aunque en la competencia final, en la que corrieron los 10 mejores, se ubicó en el segundo puesto. Entrevistado por En Perspectiva, Foglia hizo un balance de su desempeño y consideró que, por su rendimiento y su preparación, estaba en condiciones de "pelear una medalla". Sin embargo, según comentó, le impidió subirse al podio el haber tenido algunas regatas "muy malas" al principio de la competencia que lo alejaron de las primeras posiciones. De todas formas, agregó que su objetivo de terminar entre los 10 primeros quedó "más que cumplido". "Me voy con la cabeza en alto", dijo, y añadió que los resultados obtenidos lo motivan "a seguir trabajando para mejorar en los próximos Juegos".
(emitido a las 9.06 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El deporte uruguayo tuvo resultados muy magros en los Juegos Olímpicos que acaban de finalizar.
La sensación es que sobre la participación uruguaya en Londres 2012 quedó poco para comentar, con la excepción de dos resultados. Uno, el de Déborah Rodríguez, que bajó la marca nacional en 400 metros con vallas, aunque quedó lejos de las ganadoras en esa especialidad. Y el otro, tal vez el más importante, el de Alejandro Foglia, en vela, en la especialidad Láser Standard. Jano Foglia, como se lo conoce en el mundo de la náutica, quedó octavo en la clasificación general de su categoría, aunque en la competencia final, la Medal Race, en la que corrieron los 10 mejores, se ubicó nada menos que segundo.
Foglia no obtuvo medalla, le correspondió un diploma olímpico. Pero el suyo es el mejor resultado que obtuvo el deporte uruguayo en estos juegos de Londres. No por casualidad, ayer fue quien llevó la bandera nacional en la ceremonia de clausura.
Con él vamos a conversar en los próximos minutos.
¿Cómo te decimos: Alejandro, Jano o Chino? Porque de todas esas maneras se puede, ¿no?
ALEJANDRO FOGLIA:
Sí, tengo varios sobrenombres. En casa me conocen por Jano, acá la gente de la náutica me conoce por Chino. Da igual, lo que te salga en el momento.
EC - Contanos en primer lugar cómo viviste la ceremonia y el espectáculo de cierre de Londres 2012, allí, en medio del Estadio Olímpico, donde tú eras el abanderado uruguayo. ¿Disfrutaste? ¿Cómo fue?
AF - Sí, fue muy lindo. Fue muy linda la ceremonia de clausura, la disfrutamos bastante, tocaron varios grupos. Al principio se hizo un poco larga, porque estábamos todos parados escuchando y te cansás un poco, después de la competencia de todos los deportistas se hizo un poquito densa, pero cuando venían los grupos buenos te venía la adrenalina de nuevo, te olvidabas, y la verdad es que estuvo buenísimo. Creo que la mejor parte fue cuando hicieron toda la presentación para Río 2016, que estuvo muy linda. Y cuando se terminó todo supuestamente nos teníamos que ir, pero los que tocaban samba se quedaron tocando y los deportistas se sumaron y empezamos a bailar ahí en el medio, estuvo muy divertido.
EC - Así que fue hasta altas horas de la noche.
AF - No, en el estadio no. Rompimos el protocolo de los ingleses y en un momento se empezaron a desesperar: "Se tienen que ir, no queda nadie en el estadio". Serían las 12 de la noche cuando volvimos a la villa.
EC - Volvamos a tu desempeño en los Juegos Olímpicos. Primero, una explicación para los oyentes: ¿cuáles son las particularidades de la especialidad en la que tú compites? En particular, sería bueno conocer la modalidad de competición, por qué se hacen tantas regatas eliminatorias.
AF - La categoría de Láser Estándar es la más numerosa y la más competitiva de todas las categorías olímpicas. A nivel físico te exige mucho, especialmente en los días de viento hay que estar muy bien físicamente, si no, no podés estar a la par de los mejores.
EC - ¿Y por qué hay tantas regatas? De repente al oyente le costaba entender cómo se iba puntuando, cómo se llegaba a las medallas, etcétera.
AF - Este es un deporte en que las regatas duran una hora y es muy difícil en una regata sola demostrar que el que ganó es el mejor. De hecho, si tú te fijás en los resultados, entre los primeros 10 también en mi caso, terminé en tres regatas 27, 28 y 31 es muy difícil hacer una regata perfecta. Hay que estar todo el tiempo tomando decisiones, durante una hora, que es el tiempo de la regata, y hay muchas posibilidades de equivocarse. Por eso se dice que el que gana la regata es el que comete menos errores. Por eso se hacen 10 regatas, de las cuales se contabilizan nueve y de esa forma se puede decir que el que gana es el mejor, porque pudo mantener una regularidad durante todo el campeonato y pudo colocarse en las posiciones más arriba durante todo el evento. Por esta razón se hacen tantas regatas.
EC - Se contabilizan los resultados obtenidos por cada uno de los deportistas en las distintas regatas, se eligen los nueve mejores resultados y en función de eso se arma una tabla que define quiénes van a la última, la Medal Race, la carrera que define las medallas.
AF - Exactamente, la Medal Race es la regata final a la que todo el mundo quiere llegar, porque implica poder disputar una medalla. En mi caso, tuve unas regatas muy malas que me alejaron de las primeras posiciones y a la hora de clasificar en la Medal Race ya no tenía chance de subirme al podio. Eso fue secundario, porque mi objetivo era terminar entre los 10 primeros y el objetivo fue más que cumplido.
EC - Ahora, con los Juegos Olímpicos ya terminados y a una semana de tu última regata, ¿cuál es el balance de tu performance? En particular, de esa Medal Race en la que sabías que no podías obtener medalla, pero compitiendo con los 10 mejores quedaste segundo.
AF - La verdad es que no pude haber cerrado el campeonato de una mejor manera, terminar segundo en la Medal Race fue la frutilla. Venía navegando muy bien, el segundo día según tuve un altibajo, después me pude recuperar y estar en las últimas cinco regatas entre los primeros, lo que me llevó a clasificar a la Medal Race. El balance que hago es que fue excelente, pudimos conformar un gran equipo acá en Weymouth. Vino mi preparador físico, Óscar Gadea, que nunca antes me había podido acompañar en esta clase de eventos. También estuvo presente, mi entrenador Diego Romero, que es ítalo-argentino y que en los Juegos Olímpicos pasados sacó medalla de bronce en la categoría Láser también. Y la presencia de un familiar, de mi hermana que estaba ahí presente, fue muy importante. El delegado, que también era el técnico de mi hermana, Diego Massironi, estuvo impecable desde Uruguay, trabajando toda la parte de concentración para el evento con unas técnicas de respiración, una rutina que tenía por la mañana para poder tener niveladas mis emociones y poder rendir al máximo en las regatas. Se juntó todo, pudimos conformar un gran equipo y el resultado está a la vista, fue un éxito.
EC - Te lo pregunto de esta forma: ¿qué te faltó para llegar todavía más lejos?
AF - Mi rendimiento, mi preparación, estaba para pelear una medalla. No faltó nada, pero por lo general todos tienen un día malo, a todos les va mal en alguna regata. En mi caso fue el segundo día, que no me fue mal, fue un desastre, fue horrible, no me salió nada, no estaba fino con el timón y cometí demasiados errores que me tiraron para atrás. Del séptimo puesto en que estaba el primer día bajé al 17, bajé 10 puestos en la clasificación general, y eso me arruinó. Pero hay que estar preparado para todo. Lo que destaco mucho fue el tema de recuperarme, de después de tener tres regatas malas volver a estar entre los 10 primeros en las cinco regatas.
EC - En algún momento las dificultades económicas para acceder a equipamiento y materiales han sido limitantes para deportistas uruguayos, incluso en esta ocasión. ¿En tu caso cómo ocurrió? ¿Qué podrías decir sobre tu embarcación? ¿Tenía diferencias con las de los demás competidores?
AF - No, en la categoría Láser tenemos la suerte de que la organización nos provee de barcos nuevos a todos los competidores, con todo el material nuevo, las velas, los palos, el timón y la orza, el casco, la embarcación. Únicamente tenemos que llevar los cabos, que vendrían a ser las cuerdas de los controles para la vela, y una pieza que va en el timón. Eso da mucha igualdad de competición para todos. Las regatas son muy peleadas, al mínimo error, cualquier fallo, perdés cinco puestos, es súper exigente la competencia.
EC - ¿Cómo fue en tu caso el apoyo económico? Veía en algunas notas de prensa que tú recibiste una beca del Comité Olímpico de 1.000 dólares al mes, tenías algún apoyo de tu club, el Yacht Club de Punta del Este, y un aporte de Direct TV. Pero se agregaba que tuviste que trabajar incluso haciendo fletes en Europa para juntar los casi 100.000 dólares que te costó la preparación. ¿Es correcto?
AF - Sí. Hay que ver la realidad de Uruguay, dentro de lo que se puede esperar se hace lo que se puede. Obviamente, con más apoyo se hubieran podido hacer mejor las cosas, pero lo que hago lo hago con gusto, no es que espere que me paguen toda una campaña olímpica, porque sé que en Uruguay hay otras prioridades. Tuve que trabajar, tuve que hacer fletes en Europa para poder prepararme de la mejor manera, para hacer lo que yo creía que era necesario para a la hora de estar en los Juegos Olímpicos poder competir de igual a igual en las competencias en Europa y en el resto del mundo. Y me voy con la cabeza en alto porque estuve de igual a igual con ellos y las chances de las medallas estuvieron ahí. Eso me motiva mucho a seguir trabajando y peleando para mejorar los resultados en los próximos Juegos.
EC - ¿Tu familia se hizo cargo de una parte de ese costo?
AF - Sí. Mi familia siempre nos apoyó en ese sentido, aunque a mí ya me ayudaron bastante en toda mi carrera deportiva y ahora quería hacerlo yo. Por esa razón trabajo en Barcelona en un club náutico con un equipo de regatas en el tema de transporte acá en Europa. Eso te da experiencia.
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EC - Alejandro, ¿dónde estás exactamente a esta hora?
AF - Estaba en Londres, por el tema de la ceremonia de clausura, y hoy de mañana partí rumbo a Weymouth porque tengo que agarrar todo el material, las embarcaciones con las que entreno, y llevar todo para Barcelona mañana por la tarde. Entonces en viaje hacia Weymouth.
EC - ¿Cómo sigue tu carrera ahora?
AF - Estoy viviendo en Barcelona, estoy terminando la carrera de Educación Física que había comenzado en el ISEF (Instituto Superior de Educación Física) en Uruguay y en el 2009 me trasladé aquí poder. Ahora voy para Barcelona a dejar todo el material allí, después a Uruguay, llego el 19 de agosto, y me quedó ahí hasta el 25 de setiembre, cuando vuelvo a Barcelona. Ahí terminaré mi carrera profesional de Educación Física y luego tengo la idea de cambiar a otra categoría que se llama Finn.
EC - Eso había leído, que para los Juegos Olímpicos de Río 2016 podrías cambiar de categoría para aprovechar uno de tus fuertes, que es la capacidad física. ¿Cómo es eso?
AF - Sí, porque el problema de Río de Janeiro que es una cancha de regatas adonde ya he ido a competir varias veces es que por lo general hay poco viento. Yo ahora tengo un peso más o menos de 85 kilos que para la clase Láser es justo para las condiciones viento. Para menos viento se necesita menos peso; por ejemplo, para los Juegos Olímpicos de China la mayoría de los competidores fue con 75, 73 kilos, que para mí es un peso muy difícil de llegar, y por lo tanto pierdo competitividad. La categoría Finn es más para pesos pesados, ahí yo puedo tener una ventaja. Por eso estoy evaluando la posibilidad de cambiar de categoría.
EC - Pero es una categoría más cara.
AF - Sí, es más cara, porque es un barco más grande, ya tiene desarrollo de velas, tiene desarrollo del mástil, que es de fibra de carbono. Es más caro, sí.
EC - Vas a tener más desafíos por el lado del financiamiento, de la producción de tu preparación.
AF - Exacto. Tal vez con este resultado que tuve en estos Juegos haya alguna empresa que me apoye, o tal vez el Gobierno quiera apostar un poco más para poder hacer una preparación buena para llegar a Río con chance de medalla.
EC - ¿Qué posibilidades se abren para ti en otros campos? Te pregunto porque tengo entendido que muchos navegantes que obtienen buenos resultados pueden competir en barcos de otras categorías, incluso en mar abierto. ¿Te interesa esa posibilidad, que implicaría, además, convertirte tal vez en un profesional?
AF - Sí, claro. Sin duda, es algo que también me gustaría hacer. Todavía no procesé la magnitud de este resultado del octavo puesto y el diploma olímpico en los Juegos Olímpicos en la categoría más competitiva, más difícil. Creo que este resultado puede ayudarme a generar contactos, a que la gente se acerque a mí para poder trabajar profesionalmente corriendo regatas en embarcaciones más grandes.
EC - Y esa alternativa está en el horizonte, es viable.
AF - Sí, es viable, me interesa. Me gusta navegar, me gusta estar en contacto con el mar, me gusta la competencia, y lo voy a seguir haciendo mientras pueda, en cualquier embarcación, en una embarcación olímpica, en un barco grande de regatas o viajando alrededor del mundo. Hay que esperar, me gusta vivir el presente, disfrutar el día a día, y si se presenta la oportunidad haré la evaluación necesaria y decidiré lo que más me sirva.
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Transcripción: María Lila Ltaif
Fotos: EFE