Un balance de los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Análisis del "Profe" Ricardo Piñeyrúa, de 13 a 0.
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Contanos una pincelada de tus sensaciones de la ceremonia de ayer.
RICARDO PIÑEYRÚA:
Lo iba a juntar con la sensación que me dieron los Juegos de Londres en general. Yo tenía una idea de que los Mundiales y los Juegos Olímpicos eran cosas que más o menos tenían el mismo impacto. Y puede ser que tengan el mismo impacto desde el punto de vista de la audiencia televisiva, pero no tienen nada que ver con relación al clima festivo que se vive durante las dos semanas de los Juegos.
La fiesta de clausura de ayer, junto con la inauguración y cómo se desarrollaron los Juegos a lo largo de estas dos semanas... Es como que uno vive sumergido en un carnaval, todos los días y a toda hora hay algo para hacer. Y siempre hay algo nuevo que sorprende, al menos en estos Juegos siempre sucedió. Sorprenden las instalaciones, que son increíbles, o entrar a un estadio, como me pasó cuando fui a ver a la selección de Estados Unidos con Argentina en básquetbol. Estaba entrando al estadio subiendo una escalera mecánica que en Montevideo no sé si hay una tan alta. Era como que estuviera en un supershopping o en un hotel cinco estrellas, todo cristal, acero, todo brillante. Y estaba entrando a un estadio de básquetbol, y después me siento en asientos pullman que parecen de cine.
Me causó una sorpresa imponente todo lo que viví tanto en la fiesta de inauguración como en la fiesta de clausura, como también me sorprendieron muchas cosas con las que constantemente me fui encontrando a lo largo de los días. Sumadas a un detalle no menor, que es la cordialidad con que la organización trató a la gente, no solamente a los periodistas, a la gente en general, y resolvió los problemas. Me quedé con esta sensación: para ellos hay reglas, y cuando la regla dice que no es no, te dicen: "No se puede, pero voy a ver si hay alguna forma de resolver su problema". Ese fue uno de los grandes temas.
EC - Eso se vio reflejado anoche en la ceremonia y espectáculo de cierre cuando se convocó a saludar a los miles de voluntarios que habían sido engranajes fundamentales del funcionamiento de estos Juegos. Me impresionó la larga ovación que los saludó y los felicitó.
RP - Yo tuve la posibilidad de estar hace dos años en Sudáfrica, y le preguntabas a un voluntario: "¿Tal cosa?", y te miraba y te decía: "No sé", y se terminó, no hay un después. Acá si uno iba a un voluntario y le decía: "Tengo este problema", te decía: "No sé, espere un momentito", y agarraba su radio o su teléfono o iba a hablar con un jefe y te acompañaba después hasta donde necesitabas ir. Había una actitud de trabajo. 70.000 voluntarios participaron en los Juegos, es una cifra impresionante. Y muchos de ellos vinieron de otros países para colaborar.
Y sé que no tiene nada que ver con lo deportivo, pero los Juegos son un complejo monstruoso. Si uno mira la cantidad de instalaciones que había en el entorno de los estadios para las trasmisiones televisivas, no sé la cantidad de cámaras que habrán participado en estos juegos, deben ser centenares, porque en cada estadio había 100, una cosa impresionante.
ALEJANDRO ACLE:
Eso con respecto a la organización. Pero ¿toda esta alegría que generaron en la población los Juegos Olímpicos se tradujo en algún tipo de desorden o de caos, por ejemplo en el tránsito, en el trato con la población, con la gente que está ahí, o se dio de una manera armónica y salió todo bien?
RP - Hasta donde yo sé, en algún momento los Juegos generaron algún tipo de caos, sobre todo en el tránsito, porque para resolver el tema hicieron una vía rápida para los ómnibus y los autos olímpicos.
AA - Estaba marcado, como acá la senda "Solo bus", pero con unos circulitos olímpicos.
AA - Exactamente, por allí se circulaba más rápido, pero como acá son tan respetuosos nadie va por esa senda. Si no se puede, no se puede, punto. Yo un día en la pista no tenía dónde sentarme, me senté en una escalera, y vino un señor inglés, que no tenía que ver con la organización, y me dijo: "Señor, en la escalera no, la escalera tiene que estar libre por si hay algún accidente". Las normas se respetan. Dentro de ese clima, ellos hicieron una gran organización para mover el tránsito y sobre todo para evacuar la gente del complejo olímpico en tres o cuatro líneas de ferrocarril y subte que tenían. Hicieron un trabajo genial, con gente que estaba arriba de unas escaleras, como los árbitros de tenis o de vóleibol, con megáfonos indicando: "Si usted va para tal lado, vaya por el carril de la derecha; si va para tal lado, por el carril del centro; si va para tal lado, por la izquierda, y no vaya por el carril de la derecha porque es para los que vienen del otro lado". Cada 10 metros había una persona que te iba orientando, y eso fluía normalmente.
Salir del estadio te llevaba una hora y después todo el tiempo que tuvieras que trasladarte, pero nunca vi ningún apresuramiento ni ningún inconveniente. Incluso viajé en un tren cuando Holanda le ganó a Argentina la final de hockey, yo venía del básquetbol, y los holandeses ocuparon el tren, golpeaban el techo y cantaban, y en un momento determinado se acercó un oficial del tren y les dijo: "Por favor, no golpeen el techo". No les dijo: "No hagan ruido", no, "No golpeen el techo". Dejaron de golpear el techo y siguieron cantando y festejando pero nadie les dijo nada, no hubo ningún problema. En ese sentido, al menos yo no tengo conocimiento de que haya sido un problema. Sí se generó un estado de caos en el sentido de que el movimiento en la ciudad se vio acrecentado.
EC - Dice un oyente: "Lástima que no se pudo impedir el abucheo a Suárez en varios partidos". Esa fue una nota amarga, quizás excepcional. Da la impresión de que fue una excepción, pero nos tocó padecerla a nosotros.
RP - Ahora que estuve viviendo casi tres semanas aquí, entiendo la cabeza con que miran ellos. Ayer me decía en chiste una persona: "No, pero si en Londres no hay ingleses". Londres es una ciudad que es el mundo, los ingleses viven afuera de Londres. Un poco en broma, pero es un reflejo: la cantidad de afrodescendientes, de gente de la India, Pakistán, Afganistán, asiáticos de todo tipo, latinoamericanos que se mueven por Londres hace que haya un problema de integración racial, y por eso quizás lo que pasó con Suárez, esa pelea por todo que de repente nosotros no valoramos tanto. Nosotros lo queremos, pero los ingleses, que no tienen por qué quererlo, lo tomaron como un acto de racismo y por eso lo abuchean y no lo quieren. A veces hay que mirar las cosas desde distintos lugares para poder interpretar qué es lo que sienten otros ante una situación que para nosotros no fue nada del otro mundo. Sin embargo la vida de Londres es muy compleja, uno camina por la calle y se encuentra con cualquier cosa, vale la pena en ese sentido ver esa multitud de gente de distintas razas.
EC - Sí, esa multirracialidad de Londres y de Gran Bretaña quedó claramente expuesta tanto en el espectáculo de apertura como en el de cierre, fue una de las notas que a todos nos impresionaron, nos llamaron la atención, cómo los protagonistas distaban mucho de ser el típico inglés que uno tiene en su cabeza, en el imaginario.
RP - En el básquetbol que es un show, antes, en el intervalo y después había dos showman que conducían, y los dos eran negros. Y en el entretiempo hubo un espectáculo musical, era un grupo de negros que bailaban y cantaban. O sea, la presencia de otras razas es constante. Yo vi muchas mujeres voluntarias que estaban trabajando en los Juegos con el velo sobre la cabeza. Y ayer o anteayer vi una fiesta en una iglesia muy tradicional de una familia negra con las mujeres vestidas con los trajes típicos de África. Precioso cómo estaban vestidas. Es un tema, por eso quizás lo de Suárez nosotros lo miramos desde una perspectiva que no es necesariamente la de ellos acá.
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AA - Pasemos a lo más deportivo. Si miramos lo general, el medallero, se confirma la supremacía de Estados Unidos, pero hablando de América del Sur, no nos fue demasiado bien en este caso. En comparación con otros juegos bajamos un poquito el rendimiento.
RP - Sí, para decirlo bien rápido: es la vuelta de Estados Unidos al primer lugar, que desplazó a China. China ya no creció, es menos que en Beijing. La gran sorpresa fue Gran Bretaña, porque si uno mira los últimos Juegos Olímpicos creció constantemente hasta llegar hoy a estar tercera en el medallero con 29 medallas. Y mirando nuestro continente, nos fue muy mal, América del Sur tiene incluso menos medallas que África, tiene seis de oro y 30 medallas en total, contra 11 de oro y 34 en total que tuvo África. Fue el peor continente, separándolo de América del Norte. Brasil solamente tres medallas de oro, Argentina una, México una. El que se destacó más fue Colombia, que tuvo una medalla de oro de un total de nueve medallas.
AA - Si incluimos el Caribe, a Cuba no le fue tan mal, fue el mejor ubicado si hablamos de América Latina en general.
EC - Sí, Cuba tuvo cinco medallas de oro, tres de plata y seis de bronce.
RP - Exactamente, Cuba consiguió 15 medallas, estuvo mejor que en los Juegos de Beijing. Si uno se pone a mirar, Cuba, un país tan chico, tiene una delegación que impresiona, 110 deportistas cubanos participaron en los Juegos. Son la mitad de los que participaron por Brasil, que llevó una delegación de 265 atletas y solo consiguió 17 medallas. El deporte en América del Sur está muy lejos del deporte en el resto del mundo, sobre todo en esta concentración Estados Unidos, Europa y Asia en particular con China y Corea, que son los que tuvieron mayor cantidad de medallas. Me parece que se sigue reflejando esa realidad del norte y el sur en cuanto al nivel deportivo. Y el que más se preocupa es Brasil, que va a ser el organizador de los próximos juegos y no aparece con buenas posibilidades.
AA - Una pregunta bien dicotómica: ¿fueron los juegos de Bolt o de Phelps? Es como la lucha: Bolt fue el que llamó más la atención, pero Phelps se ganó seis medallas, fue el que ganó más. No es para elegir, pero fueron dos de los nombres más destacados. Hubo varios competidores que tuvieron su momento de gloria.
RP - Las dos figuras de estos Juegos fueron Bolt y Phelps. 22 medallas alcanzó Phelps. Lo de Bolt es increíble, aparte es un showman y es el tipo más rápido del mundo, y gana y repite en dos Juegos Olímpicos esa victoria en 100, en 200 y en la prueba de 4x100. Y te da la sensación de que va a volver a hacerlo, porque sigue sin aparecer ese esfuerzo final que uno siente, ese estar desencajado corriendo los 100 metros. No, termina siempre las carreras con una soltura como si no le pasara nada en el cuerpo...
AA - Hasta que no envejezca, digamos.
RP - Y la pelea.
EC - ¿Y por el otro lado, Phelps, en natación?
RP - Phelps en estos juegos ya tuvo muchas más dificultades, tiene 27 años. En natación se batieron 9 o 10 récords mundiales, la natación constantemente está cambiando en sus récords y en sus participantes, y no digo que hayan sido sus últimos juegos, pero no creo que vaya a repetir. Nunca se puede decir "esto no va a pasar", porque a veces pasa, pero es muy difícil imaginarse que alguien llegue a alcanzar las 22 medallas que consiguió Phelps. Eso lo posiciona como el gran deportista de la historia de los Juegos Olímpicos. Hay ahí una cosa que es mediática, y es que no tiene ese carisma que tiene Bolt y esa cosa que han despertado los de Jamaica. Jamaica es una maravilla, porque tiene dos cosas y te despierta la admiración del mundo: Bob Marley y Bolt. Hay que reconocérselo. Tienen una virtud para tener muy poquito pero con ese poquito conmueven al mundo entero.
EC - ¿En básquetbol hay que descalificar a Estados Unidos, no tiene gracia con Estados Unidos el juego olímpico?
RP - Si son los mejores y siempre lo han sido, no hay por qué descalificarlos.
EC - Era una broma. ¿Hay alguna posibilidad de superarlos? ¿Cómo viste la final ayer entre Estados Unidos y España?
RP - Por primera vez en los juegos España hizo un gran partido todo el partido. Hasta ahora había jugado partes del partido con muy buen nivel. Recordemos que estamos hablando del campeón del Europa, y era un rival que estaba en condiciones de darle la pelea. La sensación que me da es que cuando hablamos de España hablamos de un gran equipo de básquetbol y cuando hablamos de Estados Unidos hablamos de una gran integración de un equipo de básquetbol, Estados Unidos resuelve los partidos en dos minutos por cuarto, te meten tres triples, te agarran todos los rebotes, te hunden dos pelotas y te sacan 10 puntos de ventaja. Trabajan, marcan, pero no son un equipo, son grupos de tipos que juegan todos muy bien, que algunas nociones tienen, porque son grandes jugadores de básquetbol, y trabajan en forma individual. No hay con qué darle, porque tienen un biotipo de basquetbolistas con gran altura, con muy buen dominio de la técnica, y hay una cultura estadounidense de ese tipo de básquetbol que es muy difícil resolver. Lituania lo frenó un poco, en su momento Argentina, pero son excepciones que aparecen en algún momento de la historia que detienen eso que es claramente lo mejor.
Así como se pensaba que Bolt no podía perder los 100 metros, en los deportes colectivos, que siempre es mucho más difícil, se sabía: Estados Unidos no va a perder la medalla de oro. Porque además no estaba dispuesto a perderla, como le había pasado dos juegos atrás, quería ganarla en básquetbol. Estados Unidos vino muy bien preparado para estos juegos en todos los deportes, se ve que trabajaron muchísimo, no querían volver a perder el primer lugar: 539 atletas, es impresionante, para esa conquista de 104 medallas, porque no solamente fueron los que ganaron más medallas de oro, sino los que ganaron más medallas en total.
AA - Recién hablabas de las luces amarillas que se prenden para Brasil por esta delegación enorme que llevó y que cosechó no tantos resultados. En fútbol están enyetados, no pueden, no hay vuelta.
RP - La verdad: yo disfruté que no ganara.
AA - Me parece que muchos acá.
RP - Es maldad, porque los quiero mucho, pero está bueno eso, que los que tienen todo no tengan algo que uno tiene. Y les ganaron bien los mexicanos. Están enyetados, trabajaron muy bien para estos juegos, pero no pudieron con México. Lo de México es un efecto interesante de lo que está haciendo en el fútbol, porque han trabajado muchísimo, esta selección que le ganó a Brasil ya le había ganado la final del Mundial Sub-17. No es que le ganó por casualidad, ya le había ganado una final de un Mundial Sub-17, como después le ganó con otra generación a Uruguay. Este equipo de México que vino a jugar los Juegos Olímpicos fue el que jugó en la Copa América en la que Uruguay salió campeón y jugó en la serie de Uruguay, eligió un equipo juvenil con base en la Sub-23 para prepararse para los Juegos Olímpicos. El trabajo a largo plazo, en un país con una gran pasión por el fútbol, le está empezando a dar resultados a los mexicanos, que siempre están pero que nunca ganan, y parece que ahora han empezado a cambiar esa ecuación: estar siempre y empezar a ganar.
EC - Fue la única medalla de oro que obtuvo México, después obtuvo tres de plata y tres de bronce.
RP - Sí, México tuvo esa única medalla de oro. Otro país que llevó 106 deportistas y consiguió una de oro y solo siete medallas de bronce. Y además en deportes como clavado, taekwondo, tiro con arco, nada tradicional sino cosas muy puntuales. Como Venezuela, que ganó una sola medalla de oro, y está claro que un esgrimista no forma parte de una ecuación deportiva, es una casualidad.
EC - De la audiencia alguien te pregunta: "¿Nadie va a mencionar la técnica y la belleza de las gimnastas rítmicas?". Aquí está tu desafío: ¿cómo redondeamos este análisis, esta conversación de hoy? Porque habría muchas disciplinas que comentar.
RP - Uno de los placeres más grandes que tuve en estos juegos fue ir a la competencia y ver a la rusa que ganó por segundo año consecutivo la prueba de gimnasia artística. La vi trabajar con la cinta, tuve esa fortuna, porque me parece que de los útiles que utilizan es el más lindo, el movimiento de la cinta es muy lindo, le da una belleza. Ayer se lo decía a los chicos de 13 a 0: primero, Rusia viene de la escuela de la Unión Soviética, la Unión Soviética tuvo un trabajo destinado a la gimnasia muy importante, pero además vienen de la tradición del Bolshoi, hay una relación muy estrecha entre la gimnasia artística y el ballet, uno los mira y piensan que perfectamente podrían estar bailando ballet, y quizás en algunas cosas es hasta más lindo. Los amantes del ballet me van a matar, pero yo soy amante de la gimnasia.
Creo que la gimnasia, la natación y el atletismo siguen siendo las grandes pruebas de los Juegos Olímpicos, siguen siendo las cosas que muestran esa diferencia, porque son lo que la gente mira por la tele y ve un espectáculo que es espectacular. Yo tuve la oportunidad de verlo en vivo y me pareció muy bueno, como que Rusia otra vez, después de acomodarse los zapallos en el carro tras la caída de la Unión Soviética, empezó a reconstruir su deporte. A tal punto que en los últimos días creció muchísimo en el medallero, casi alcanza a Gran Bretaña, no llegó a tantas oro, pero la superó en cantidad de medallas, 82 contra 65 fue el final. Y gimnasia artística y atletismo fueron algunas de las pruebas de mujeres en que ganó muchas medallas. Insisto: el atletismo, la gimnasia artística de las mujeres sobre todo, porque los hombres no son atractivos y la natación son los deportes de mayor atractivo en los Juegos Olímpicos. Ganan en protagonismo por sobre de repente el básquetbol, el fútbol y otros deportes colectivos a los que estamos más acostumbrados.
Un detalle interesante. Estuve discutiendo con un periodista español que me decía que España tiene un gran desarrollo deportivo mediático, pero no lo tiene en los deportes que llamamos deportes olímpicos. Y uno mira y España terminó igual que Brasil, en el puesto 21 con solamente tres medallas de oro. Claro, los mediáticos, tipo Nadal o el básquetbol que no les funcionó o el fútbol que quedó eliminado en la primera rueda, que de repente podían ser las medallas de oro de España, no funcionaron. Tienen deportistas mediáticos muy importantes en deportes muy impactantes, pero en el deporte olímpico de todos los días, es decir, el pequeño, no, y no tuvieron figuración en los Juegos.
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Transcripción: María Lila Ltaif