¿Messi está?
Una Argentina que se mostró por momentos demasiado relajada igualó a cero con Arabia Saudita en Riad sin dejar huella y con un Lionel Messi a media máquina.
La dinámica del corte impuesta por los árabes neutralizó todo intento creativo de los argentinos, que tuvieron apenas algunos destellos de Messi, aislado en sus esporádicos intentos de crear sociedades ofensivas.
El entrenador argentino, Alejandro Sabella, dijo horas antes del partido que aprovecharía la oportunidad para "probar jugadores", al referirse al zaguero Coloccini, al volante Tino Costa y al punta Salvio.
En el arranque quedó en evidencia cierta tibieza del combinado africano, que permitió que Di María, Messi y Agüero jugaran con soltura hasta los límites del área local, donde el equipo de Frank Rijkaard levantó una barrera inquebrantable.
Pero la progresiva lentitud y la falta de sorpresa de los sudamericanos dieron aire a los árabes, que sacaron a relucir algunos recursos técnicos individuales, se atrevieron a progresar en el campo y asomarse con pelota dominada al terreno del rival.
Una jugada de gol anulada a los saudíes por un offside, sobre los 29 minutos, encendió las alarmas en una Argentina relajada en exceso.
Arabia Saudita parecía más interesada en el partido hasta que Messi, a los 40 y 41, desarticuló su muro defensivo con dos jugadas individuales, pero no encontró los espacios para disparar al arco.
Pero lo del astro del Barcelona fue apenas una ráfaga en un equipo sin coordinación, especialmente cuando Arabia Saudita se decidió a anticipar y frenar a cada albiceleste que se disponía a recibir la pelota.
La selección argentina, despojada de toda obligación, se pareció poco al equipo que este año destacó en partidos oficiales y amistosos y dejó una pálida imagen ante un rival que jugó de igual a igual y le puso en aprietos en varios pasajes del encuentro.
Foto: EFE.