(emitido a las 7.49 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Alejandro Foglia, el deportista uruguayo de mejor desempeño en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, descansa a esta hora en una carpa en algún lugar entre Valizas y Cabo Polonio.

El sábado al mediodía, agotado y feliz, saludaba a la gente que fue a esperarlo al puerto de Punta del Este y que lo aplaudía con muchas ganas mientras él les hacía el reconocimiento correspondiente levantando con su mano derecha la bandera uruguaya al tiempo que terminaba de pilotear su pequeño velero láser.

Así, Alejandro completaba con éxito la travesía Montevideo-Punta del Este, que había iniciado el viernes al caer la tarde en el puerto del Buceo.

¿Cuánto dio que hablar en la parte previa esta travesía? ¿Cuántas sorpresas le terminó deparando? Vamos a conversar con él a partir de este momento.

Alejandro, buen día, gracias por atendernos tan temprano.

ALEJANDRO FOGLIA:
Buen día, Emiliano, muchas gracias a ustedes por el contacto. Acá igual en la carpa tenés que amanecer temprano porque cuando el sol ya empieza a levantar temperatura y tenés que levantarte.

EC – ¿Así que, pese al fin de año, hoy también tenías previsto amanecer temprano?

AF – Si, ya estoy acostumbrado y es lindo también levantarse temprano y ver salir el sol desde el horizonte, es una imagen muy linda y está bueno apreciarla, más el último día del año.

EC – No estás en un camping, ¿no? Estás ahí en el medio de la nada.

AF – Sí, estamos acá, a unos 30 metros de la playa, en lo que vendría ser el tridente del diablo, vienen a ser dos bahías que es como si formaran un tridente, es acá donde estamos acampando.

EC – Supongo que el espectáculo debe ser maravilloso a esta hora.

AF – Sí, muy lindo, el viento bajó un poquito ahora, el cielo está despejado. Ahora estoy adentro de la carpa pero cuando salí se veía todo Cabo Polonio, se ve Aguas Dulces, está muy lindo.

EC – Contanos a propósito de la travesía del viernes y sábado. Alguna gente con la que conversé, y mientras se anunciaba esto que estabas preparando, preguntaba por qué tanta expectativa con un viaje así. ¿Es tan complicado ir en velero desde Montevideo hasta Punta del Este?

AF – No es complicado, el tema es el barco que lo hacía, que era la categoría láser, un barquito muy chiquito que en realidad no está preparado para hacer estas travesías, principalmente por las cosas que tiene. No tenés GPS, no tenés radio, son todas cosas que yo tuve que adaptarlas al barco, por un tema de seguridad. Es un barco que estás en una posición incómoda todo el tiempo, la travesía duró 18 horas en las cuales estuve todo el rato sentado sobre cubierta, que es una posición muy incómoda, entonces creo que por eso se le dio más expectativa.

También estaba toda la incógnita del factor meteorológico. Si bien intentamos predecir qué iba a pasar con el tiempo, nos dio la sorpresa y a las 2 de la mañana cayó un chubasco del suroeste. Por suerte estaba en contacto en tierra con Pablo Defazio, que me estaba actualizando un poco todo lo que estaba pasando en Montevideo, porque a esa altura ya estaba por Parque del Plata más o menos, un poquito más adelante. En Montevideo ya había entrado el chubasco y decíamos "bueno, en más o menos 20 minutos les va a llegar la tormentita, prepárense que acá está haciendo bastante viento y está lloviendo algo". A la travesía no le faltó nada.

EC – Y la tormentita fue una tormenta importante al final.

AF – Sí, levantó bastante viento. Ese viernes 28 fue de luna llena, entonces por un lado veías la luna, que te transmitía paz, tranquilidad, como que te recibía, pero por otro lado veías para atrás y veías una tormenta, rayos cayendo en el agua. Se venía acercando, como que te venía comiendo.

EC – En algún momento cuando se desató fuerte esa tormenta, ¿pensaste que capaz que el proyecto fracasaba, que tenías que cortar?

AF – No, pensé que como todavía no se escuchaban los rayos no estaban tan cerca. Lo más complicado en ese momento eran los rayos, porque al ser un palo de aluminio los rayos pueden sentirse atraídos y te puede caer uno en el barco. Pero como no se escuchaba el sonido de los rayos significaba que todavía estaba lejos la actividad eléctrica, aunque el viento sí se estaba aproximando. Lo más importante en ese momento fue intentar saber la dirección en que iba a venir el viento, preparar el barco, prepararse, pero después una vez que entró el viento el barco empezó a andar bien, me sentí cómodo y avancé bastante rápido, lo que me permitió cumplir la travesía con éxito.

EC – En algún momento hablaste en plural, pero aclaremos, en el velero, en el láser, vas tú solo, ¿no?

AF – Sí, voy solo. Hablo en plural porque hay mucha gente atrás de todo el tema de la seguridad que siempre estuvo ahí al tanto, la lancha, que fue acompañando todo el tiempo ahí, al lado mío, por si sucedía algo. Entonces sí, en realidad fui solo en el barco pero hablo en plural porque éramos un equipo.

EC – Romina, ¿más preguntas?

ROMINA ANDRIOLI:
Alejandro, ¿por qué se te ocurrió hacer algo así? ¿Por qué decidiste terminar el 2012, que fue un gran año para vos, de esta manera?

AF – Todo este tema de la travesía es una aventura que me llama, me atrae, era algo desconocido porque yo nunca lo había hecho antes, como que me gusta plantearme esos desafíos y superarlos. Creía que era una buena forma de despedir el año.

Por otro, lado la idea era que empresas privadas se pudieran sumar a este proyecto para poder conseguir fondos para la próxima campaña olímpica para Río 2016, los Juegos Olímpicos, y en este caso DirecTV y Summum, la empresa de seguros médicos, se sumaron para colaborar y estuvieron presentes y le agradezco a ellos también por confiar en mí y confiar en esta travesía.

EC – Es que estas empezando una nueva etapa. El láser este que mostraste el viernes y el sábado, el que utilizaste para competir en Londres 2012, que quedó atrás.

AF – Exactamente, quedó atrás, y ahora me cambio a la nueva categoría que es el Finn. El cambio viene por un tema de las condiciones de viento que habrá en Río de Janeiro, se prevé que haya poco viento, es una condición que a mí no me favorece en el láser, y es por esta razón que me cambio para el Finn. No me favorece por un tema de peso, soy grande y el peso para el láser con poco viento es demasiado. El Finn es una categoría para gente más grande, con mayor peso, y me parece que en ese sentido podría jugar a mí favor. Entonces es un desafío, es una nueva experiencia que está bueno cambiar para tener nuevos desafíos.

RA – Ya que hablas de esos planes para los próximos años, el Comité Olímpico decidió darte a ti y a Déborah Rodríguez una beca desde enero para prepararse para los próximos Juegos Olímpicos, de Río de Janeiro 2016, lo que es algo novedoso en relación al apoyo que recibiste para Londres. ¿Qué implica eso para ti en la preparación de cara a los próximos Juegos Olímpicos?

AF – Es fundamental, es un aporte con el que siempre es muy difícil contar, porque por lo general el año pos Juegos Olímpicos es un año que es difícil conseguir apoyo, tener aportes económicos. Y es un año importante, más para mí, porque con el cambio de categoría necesito una adaptación, una preparación importante para agarrar experiencia, mucha experiencia y adaptarme lo más rápido posible. Entonces ya contar con una base por mes, que me ayude a la preparación, me da mucha tranquilidad, felicidad, porque veo que hay una confianza, una proyección hacia el futuro y creo que está bueno.

EC – La preparación empieza afuera, en España.

AF – Exactamente. De hecho ya estuve navegando en la nueva categoría, todavía no tengo un barco propio, pero estuve entrenando en Valencia en dos ocasiones, en octubre y en noviembre. Y la preparación continúa, probablemente en Valencia, pero yo estoy en Barcelona, así que tengo que viajar cuando se realicen entrenamientos ahí. El 10 de enero ya me estoy volviendo para España.

EC – ¿Cuándo es la primera competencia?

AF – La primera competencia es en Semana Santa en Palmas de Mallorca.

EC – ¿Y cómo te ves?

AF – Bien, me faltan muchas horas de entrenamiento todavía pero lo importante es sumar horas arriba del barco, agarrar experiencia, principalmente para 2014, que es la primera instancia de clasificación para los Juegos Olímpicos y la idea es llegar en forma a ese torneo para conseguir el pase directo.

EC – ¿Cómo vas a pasar el fin de año? ¿Allí mismo, en la zona de Cabo Polonio?

AF – Sí, vamos a pasar acá con mi familia, es una tradición que venimos haciendo... en realidad yo hace cuatro años que no lo hacía, como estaba en España las fiestas las pasaba allá, pero ahora para cerrar este año quería pasar las fiestas acá y disfrutar acá de este lugar que es mágico.

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