El Barcelona deberá hacer el partido del año en el Camp Nou para darle la vuelta al 2-0 que cosechó en Milan en la ida de los octavos de final de la Champions, tras un choque en el que los azulgranas se vieron superados por un rocoso y defensivo rival que en dos chispazos en la segunda parte marcó dos goles.

El partido apuntaba a un choque muy intenso con dominio del Barcelona y no desmereció, aunque las ocasiones de gol en el primer tiempo fueron escasas.

El Milan se encontró muy cómodo cerrándose y anulando cualquier intento de ataque azulgrana, ya que propuso dos líneas en defensa y mediocampo muy compactas y activas.
El Barcelona tuvo el balón, como así se esperaba, pero se sintió incapaz de inquitar al arquero Abbiati para incomodar la zona defensiva milanista.

El conjunto catalán movió y movió el balón con posesiones eternas pero escasamente fructíferas.
La primera ocasión azulgrana llegó en el minuto 9, en la que el defensa Mexès envió fuera el balón. En la continuación, Messi elaboró una jugada individual que acabó con el balón a córner.

La segunda vez que el Barcelona produjo un claro peligro fue en el 26, cuando con un taco  de Messi, Pedro disparó pero Montolivo se adelantó y contuvo la acción.

En el segundo tiempo, el Milan adelantó unos metros la línea de presión para crear más problemas en la construcción del Barça, que empezó a apurarse, igual que le pasó en la primera parte.

El Milan no cambió su estrategia, y especialmente cuando en minuto 12 una falta de Alves propició una acción ensayada, que fue aprovechada por Boateng quien marcó el 1 a 0.
En el minuto 81, Muntari recibió dentro del área y de fuerte zurdazo marcó para los milanistas (2-0).

El Barça se lanzó a la desesperada y con ello el Milan también tuvo la oportunidad de marcar un tercero, que finalmente nunca llegó.