Según informó el canal argentino TN, unos 12 oficiales y seis móviles policiales custodiaron el entrenamiento del "Rojo" en Ezeiza con el objetivo de evitar la presencia de barras o hinchas exaltados por el delicado momento deportivo que vive la institución y el fútbol argentino en general, luego de reiterados episodios de violencia que terminaron, incluso con un hincha de Lanús fallecido en la jornada de ayer.

Independiente jugará el próximo fin de semana ante San Lorenzo, en Avellaneda, y para no descender tiene que ganar y esperar a que Argentinos Juniors no sume, sabiendo que si gana San Martín de San Juan también se le termina su estadía en Primera División.