Juan Verzeri: el proceso iniciado en la era Tabárez "ha demostrado que haciendo las cosas bien se puede pelear"
Juan Verzeri ha tenido como técnico una cantidad de éxitos en su carrera. El más reciente fue en el Mundial Sub 20 de Turquía, donde la selección uruguaya quedó en segundo lugar tras perder la final contra Francia. Entrevistado por En Perspectiva, Verzeri, que es ingeniero en sistemas y máster en Matemática Aplicada, aseguró que si bien hay cosas en el fútbol que pueden ser estudiadas y planificadas, hay otras que pasan por los "grados de libertad que tiene que tener el jugador dentro de su rol en el equipo". Para el técnico, el proceso iniciado en 2006 con el proyecto de Tabárez "ha sido una clara demostración de que con el trabajo se puede llegar a estar peleando en los puestos de arriba". "Tenemos que luchar contra las dificultades de ser una población chica, un país relativamente pobre y que no puede competir en ciertas cosas con las potencias", aseguró, señalando, ante el reclamo de conseguir títulos, que es necesario "ubicarnos en el contexto mundial de lo que es el fútbol hoy".
(emitido a las 8.45 Hs.)
EMILIANO COTELO:
¿Qué debe hacer un técnico de una selección uruguaya de fútbol para que el público y la prensa lo reconozcan y, si es posible, lo elogien por su trabajo?
Juan Verzeri ha sido criticado por la forma en que juegan los planteles que dirige: que su fútbol no es vistoso... que prioriza la defensa... que no convierte muchos goles... Y sin embargo, con sus seleccionados celestes ha cosechado éxitos muy interesantes: logró la clasificación a los Juegos Olímpicos en fútbol por primera vez desde 1928, terminó en los tres primeros lugares en los últimos dos sudamericanos y obtuvo la Medalla de Bronce en los últimos panamericanos. Su éxito más reciente, por supuesto, es el segundo puesto en el Mundial Sub-20 que se disputó este mes en Turquía.
Esta mañana, les proponemos conocer quién es Juan Verzeri, que tiene 50 años, es ingeniero en sistemas de computación graduado en la Universidad de la República, máster en Matemática Aplicada por la Università degli Studi di Padova, Italia, y profesor de yoga. Un hombre que, en buena medida, ha sido responsable de varias alegrías recientes para los uruguayos.
Estás reapareciendo después de la llegada a Uruguay al final del campeonato Sub-20, porque luego de esos festejos y el reconocimiento de 24, 48 horas, desapareciste, te tomaste una licencia.
JUAN VERZERI:
Sí, fuimos unos días a pasear con la familia y a estar juntos y recuperar un poco de la afinidad que siempre tiene que haber con los niños y con la familia.
EC - ¿Ahora ya se retoma el trabajo?
JV - Sí, obviamente, hay muchos compromisos generados a partir de lo que fue esta campaña, y después todo lo que tiene que hacer uno para ir planificando el futuro y actividades personales que van quedando en lista de espera cuando uno está en la vorágine de la preparación de algo tan importante como un mundial.
EC - Recibo también a Daniel Supervielle, periodista, integrante de nuestras tertulias, que fue de algún modo el responsable de que esta entrevista se generara.
¿De dónde viene tu vínculo con Juan Verzeri?
DANIEL SUPERVIELLE:
Viene en cierta medida por un gran respeto y admiración que tengo por Juancho, me tocó sufrirlo como técnico en una final de Copa de Campeones en la Liga Universitaria, y después de ahí se generó no digo una amistad, pero un muy buen relacionamiento, de buenas conversaciones, tenemos amigos en común. Y me parece que es una figura importantísima dentro del presente y el futuro uruguayo.
EC - Empecemos con las originalidades. En el fútbol profesional lo habitual es que los directores técnicos sean exjugadores que hicieron su carrera en Primera División y después el curso de entrenador. El caso de Verzeri es diferente, jugó como arquero pero en un equipo de la Liga Universitaria, el Círculo de Tenis de Montevideo, y nunca llegó a jugar en el fútbol profesional. Así que la primera pregunta es ¿qué tiene de particular el fútbol de la Liga Universitaria? ¿Por qué ese encanto, por qué esa pasión por aquel tipo de fútbol?
JV - Sobre todo la pasión por el fútbol. De los recuerdos más antiguos que tengo en la vida están vinculados al fútbol, fundamentalmente por la relación con mi padre, que había jugado al fútbol, después dirigió en forma amateur, después fue también muchos años periodista deportivo. Desde que yo era muy chico siempre acompañamos la carrera de mi hermano, que sí llegó a jugar en Primera División, que es siete años mayor que yo. Y también muy vinculado a Bella Vista, que era el amor de mi papá y el mío también, porque me hizo hincha, me hizo socio el día que nací; uno de los recuerdos más tempranos que tengo es la final del 68 en el estadio con Huracán Buceo, cuando dos equipos chicos lograron llenar el estadio, creo que fue la única vez que se dio ese fenómeno.
EC - ¿Qué diferencia hay entre el fútbol de la Liga Universitaria y el fútbol de la primera división del fútbol profesional?
JV - Muchas diferencias. Para empezar, uno es profesional y el otro es totalmente amateur, esa es la gran diferencia. El hecho de haber jugado muchos años en el fútbol universitario te permite desarrollar muchos vínculos, mucha amistad.
EC - ¿Ese es uno de los fuertes del fútbol universitario, la amistad?
JV - Creo que sí, se forman grupos, obviamente unidos por un motivo que es el fútbol, pero a su vez no hay una obligación profesional, entonces eso se refuerza desde lo que es la pasión por el deporte y las ganas de compartir cosas con tus compañeros de grupo. Dentro del fútbol amateur hay una realidad bastante importante en Uruguay por la dimensión que tiene esa liga, porque los equipos cada vez se preparan mejor y más parecido a lo que sería el fútbol profesional, en la medida en que las divisionales se van fortaleciendo o vamos llegando a las divisiones de privilegio hay un trabajo más parecido, y también hay muchas iniciativas que no se pueden hacer en el fútbol profesional por los deberes y obligaciones que tenemos, pero que el fútbol universitario sí permite, como organizar permanentemente viajes, salidas del equipo a jugar al exterior, y todas esas cosas generan mucho vínculo.
EC - Tú eres ingeniero en sistemas de computación, además con un Máster en Matemática Aplicada obtenido en Italia. Con esa formación, con ese perfil profesional fue que trabajaste durante 10 años por lo menos en el sector privado. Te desempeñaste por ejemplo en las consultoras Quanam, KPMG, PricewaterhouseCoopers, McKinsey... ¿Cómo saltaste de ese mundo al otro? ¿Cómo llegaste a ser director técnico de fútbol?
JV - Fue algo muy progresivo. Ante todo, obviamente el sueño mío era ser jugador y no lo pude concretar, ser un jugador profesional de fútbol, porque amaba el fútbol. Y en la medida en que no pude hacer eso desde muy temprano jugué al fútbol universitario, el primer equipo en el que jugué se llamaba Aquilino Báez, que hoy no compite más. Me llevó un amigo del Prado, Álvaro Ezcurra, que fue después fue presidente de Wanderers. Seguí jugando siempre, y a su vez muy allegado a un club en particular, el Círculo de Tenis del Prado, donde tenía amigos de la infancia y en un momento formamos el equipo. Fueron muchos años compitiendo, desde la primera divisional, que en ese momento creo que era la F, hasta llegar a la A. Cuando estábamos en la A y estábamos cerca de lograr el gran sueño que tantos años perseguimos, que era salir campeón, me tuve que retirar de jugar al fútbol por un problema en la columna, una hernia de disco.
EC - Eras arquero y la columna se te jorobó.
JV - Sí, tuve un problema de hernia de disco, no por el fútbol, sino más bien por el paddle y por otras cosas que jugaba, y algo congénito que tenía también, hiperlordosis, me generó eso. Ahí se dio la situación de que me quedaba sin algo que era una parte importante de mi vida y de mis días, porque siempre que salía del estrés de un trabajo de mucha responsabilidad volcaba mucho en el deporte.
EC - No pudiste seguir jugando, entonces dijiste: la alternativa para no perder la conexión con el fútbol, sobre todo con el fútbol universitario, es ser director técnico.
JV - Exactamente. Empecé a hacer el curso y empecé a dirigir. Justo se dio la coyuntura de que el equipo quedaba sin entrenador, y en paralelo con el curso empecé a dirigir el equipo en el que siempre había jugado, el Círculo, con mis propios compañeros, que era también un desafío importante, pasar del mismo nivel de horizontalidad a tener un rol jerárquico diferente. Se dio con mucho suceso, logramos en mi primer año el campeonato tan deseado, en el año 98, y después fueron tres años seguidos dirigiendo al club con muy buenos resultados. Terminamos en la Selección de la Liga Universitaria, que también fue una experiencia muy importante y creo que fue cuando me decidí a darle más tiempo y dedicarme más a la dirección técnica.
EC - Dirigiste a la selección universitaria de fútbol y la llevaste a un mundial. ¿Cómo se llama el mundial en ese sector?
JV - Son las Universíadas, sería el paralelo a las Olimpíadas, pero para deportistas universitarios. Se compite en todos los deportes, en ese caso había 7.500 atletas.
EC - ¿De qué año estamos hablando?
JV - Del año 2001.
DS - Una anécdota que nos puede meter más o menos en el método que utiliza Juan. En esa final de Copa de Campeones en el 99 me tocó jugar en mi equipo, que era la Católica, contra Juancho. Diez años después lo invitamos a la Universidad Católica a dar una charla como técnico sobre cómo veía el fútbol, y recuerdo que reunió todo el plantel nuestro, nosotros ya estábamos retirándonos, y sacó una estadística de cómo habíamos jugado la semifinal. Tenía todo anotado, nos había estudiado jugador por jugador, cómo jugábamos, si entrábamos por adentro, si entrábamos por afuera, si éramos fuertes físicamente, si éramos rápidos, tenía un análisis de un partido semifinal de Liga Universitaria. Ese día dije "este tipo va en serio".
EC - No solamente había hecho ese análisis, sino que además lo había guardado. ¿Cuánto tiempo?
DS - No sé, 10 años, ¿cuánto fue?
JV - Sí, cerca de 10 años, porque eso fue en el 2011.
EC - Me despierta una enorme curiosidad saber qué contienen los "archivos Verzeri".
JV - Hay distintos formatos, en esa época eran primero cuadernos o agendas que fueron quedando guardadas después más en la computadora. Como anécdota también, a veces les envío a mis amigos porque como te decía, hay mucha gente de esos grupos con la que uno todavía sigue muy vinculado el análisis de un partido de hace 20 años, eso genera muchas respuestas en la cadena de mails que tenemos para comunicarnos.
EC - ¿Ese método de trabajo es original? ¿Ese método de trabajo no es habitual? Lo pregunto desde afuera, como un espectador lejano del fútbol, no como alguien metido totalmente. Daniel, tú que ahora estás ejerciendo como director técnico, ¿qué decís?
DS - No tengo tanta experiencia como Juan, hace un año que estoy dirigiendo, pero creo que esa rigurosidad es particular de alguien que viene de la matemática y los números.
EC - ¿Cómo es ese "método Verzeri"? ¿Cuánto del ingeniero tiene?
JV - Eso se fue depurando. Era el hecho de tratar de registrar todo lo que a uno le parecía importante para poder después en la competencia manejar la mayor cantidad de variables posible, sabiendo que más allá de eso el fútbol es un juego y hay muchas cosas que pasan por la improvisación y por la impronta del momento. Pero sí es muy importante la información, es parte de; hoy a nivel profesional existen otros métodos mucho más sofisticados para hacer eso.
EC - ¿Se puede sistematizar el fútbol?
JV - Hay cosas que sí y cosas que, como dije recién, pasan mucho por grados de libertad que tiene que tener el jugador dentro de su rol y su responsabilidad en el equipo. En determinados momentos uno busca lograr el entorno para que el jugador fluya, para que pueda sacar de sí; sobre todo en el caso nuestro, porque el jugador sudamericano se destaca por eso, por tener esa capacidad de inventiva basada en una riqueza técnica o en una maniobra impredecible. En otros tipos de fútbol se juega en forma más estructurada, uno mirando el partido cuando la pelota va hacia cierto lugar ya sabe lo que va a hacer el jugador.
EC - ¿Tú planificás los partidos en función de tus rivales?
JV - No, es un mix.
EC - ¿Cómo es la fórmula?
JV - Tenés que planificar obviamente ante todo basándote en lo tuyo, tus fuerzas, las debilidades que podés llegar a tener frente a lo que te opone el rival. Después también hay un estudio global de cómo pensás que se va a dar el partido, si tenés que concentrarte más en limitar al rival o en tratar de hacer prevalecer lo tuyo, o al revés. Varía mucho de acuerdo a la situación. Varía también mucho según se trate de un equipo que tú estás trabajando en forma constante o una selección, donde tenés un muestreo más discreto de la posibilidad de sistematizar cosas.
EC - Tú decías que al principio el análisis lo hacías con apuntes, en cuadernos, en hojas de papel, y después la tecnología fue cambiando. Veía en tu currículo que tú en particular hiciste una especialización en software de match analysis en Inglaterra en el año 2008. ¿Qué importancia tuvo este paso en tu formación?
JV - Yo ya venía trabajando bastante con sistemas que están hechos para ese fin, para analizar lo que está pasando en el juego, que más que nada te ayudan a hacerlo de manera más rápida, porque accedés directamente a estadísticas, a situaciones posicionales, a ver un determinado tipo de jugada, accedés directamente al video, no tenés que perder tiempo en pasar para adelante y para atrás. En ese caso que yo estaba en el exterior trabajando en un lugar donde pudimos adquirir un software de importancia, uno de los top del mundo, y ellos hicieron un curso en el que simplemente te capacitaban para sacarle el mayor jugo a la herramienta, que tiene de bueno que además del buceo entre los datos tiene algún motor de inteligencia artificial un poco más avanzado para inferir por dónde va el juego en cuanto a la densidad, por qué zonas se puede circular más, saca estadísticas con respecto a la calidad del encadenamiento del juego o la no calidad. Eso te puede servir para tomar decisiones en el momento.
EC - ¿Todos los técnicos hoy están recurriendo a esa herramienta?
JV - Creo que se está popularizando, pero demora un poco en llegar y se demora en poder acceder en algunos casos a herramientas más sofisticadas como esa, por el costo que tiene. Además no es solo tener el software, sino que implica tener instalado en el estadio un determinado tipo de cámaras que permiten digitalizar el juego por completo en todos los sectores de la cancha. Eso ya es más difícil.
EC - Lo pregunto porque el propio técnico de la selección mayor, Óscar Washington Tabárez, tiene un servicio contratado que le da este tipo de información. ¿Es la misma herramienta o es distinta?
JV - En el caso de Uruguay tenemos la empresa Kizanaro, que se ha dedicado a desarrollar productos de este tipo. Nosotros también lo utilizamos, se utiliza en todas las categorías del proceso de selección y tiene mucha practicidad por la posibilidad de buscar algunos patrones de juego y de buscar jugadas puntuales.
EC - ¿Cuánto pesa esa tecnología en el estilo Juan Verzeri? ¿Cuánto hay de esa parte cerebral, racional, numérica, y cuánto hay del otro componente más vinculado, no sé, al disfrute, a la libertad, a la creatividad?
JV - Es difícil decir un porcentaje. Una cosa que me quedó grabada es que es fundamental que un jugador sepa lo que tiene que hacer en la cancha, dentro de lo que es la parte más de responsabilidad o de su rol o de sus tareas, y después viene lo otro. En ese sentido uno trata de tener la información para hacer un enfoque macro de la situación, después al jugador le tenés que simplificar mucho y mostrar simplemente algunas cosas muy importantes que entendés que pueden incidir en el desarrollo del juego. Pero ese proceso se hace hoy ya más a un nivel del equipo multidisciplinario de trabajo, no es que lo hagas directamente con el jugador.
DS - El director técnico del Borussia Dortmund [Jürgen Klopp], que jugó la final de la Champions, estaba un poco en contra del modelo del Barcelona, que era prácticamente un relojito: se la daban a Messi y Messi metía el gol. Él decía que esos juegos tan preparados, tan analíticos y tan racionales en cierta medida matan el espíritu del fútbol, que es encontrar la ruptura y por ahí generar una jugada imprevista, lo que le hacía sentir al fútbol que era un espectáculo y que era parte de una hazaña que se podía lograr, si no era imposible ganarle al Barcelona. ¿No creés que el exceso de información, de tecnología y de análisis va en contra de ese fútbol?
JV - Cada cosa en su lugar, si uno lo usa en forma mesurada y para el objetivo que uno tiene, puede ser muy productivo. Vamos a un ejemplo de lo de Kizanaro, yo por ejemplo puedo marcar determinado sector de la cancha y determinado jugador los pases que dio, entonces veo que un jugador está teniendo problemas en la comunicación en cuanto a cómo distribuye la pelota, y en menos de un minuto o en menos de 30 segundos puedo seleccionar esas jugadas, llamar al jugador y tratar de explicarle, además mostrárselo en un corto tiempo. Eso ayuda mucho, porque una imagen obviamente vale mucho más que muchas palabras, para que él lo visualice, para que vea por ejemplo si hay un problema en su gesto postural previo a recibir la pelota o si tiene que mirar más el entorno para saber si lo van a presionar o no. Comprobándolo en una imagen del partido que jugaste de repente hace 24 horas está todo muy fresco y es un impacto importante. Pero lo veo como una cosa más, creo que lo sustancial pasa por otro lado en el juego, es bastante más complicado.
EC - Un oyente, Alfredo, dice que le llamó la atención verte trabajar con una pizarra al estilo de los directores técnicos de básquetbol.
JV - Eso era porque cuando terminaban los 90 minutos y antes de empezar el alargue teníamos un tiempo muy corto, y para ser más gráfico o mostrar algunas cosas de lo que era el posicionamiento rival en ese momento, y también de lo que teníamos que buscar hacer en el alargue.
DS - Yo trabajo con pizarra también.
EC - ¿Desde cuándo trabajás con pizarra, Juan?
JV - Siempre, es una de las herramientas básicas de cualquier entrenador.
EC - Pero no se las ve en la cancha, habitualmente uno no las ve.
DS - Porque las charlas técnicas se dan en el vestuario.
JV - Claro, pero en ese momento no había tiempo de ir al vestuario, entonces, como ya habíamos tenido otros alargues, teníamos previsto que nos trajeran la pizarra a la cancha cuando terminara el partido.
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EC - Algunos mensajes más de los oyentes. Raúl de La Palmita dice: "Me pareció una injusticia que cuando logró clasificar a la selección para los Juegos Olímpicos lo dejaran afuera como director técnico".
Otro dice: "Juan, algún que otro gol te hice jugando de 11 con el Máquina Naranja". Supongo que más o menos te das cuenta de quién puede ser.
JV - ¿Será Juan Pablo Risso?
EC - Miqui de Rivera dice: "Respeto mucho lo que hizo con los gurises. No se quedó en la retranca. Gracias".
Enseguida hablamos del Mundial Sub-20.
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EC - Juan Verzeri ha tenido como técnico una cantidad de éxitos en su carrera. El más reciente ahora, en el Mundial Sub-20 en Turquía, donde la selección uruguaya llegó a la final; no fue campeona, enfrentó a Francia y quedó en segundo lugar. Miremos cuál es el récord desde 2010: fue vicecampeón del Torneo Sudamericano que se disputó en Perú en 2011, logrando la clasificación a la Copa del Mundo de Colombia y, por primera vez desde 1928, a unos Juegos Olímpicos, los de Londres 2012. En 2011 también dirigió la selección Sub-22 que logró la Medalla de Bronce en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, México. En 2013, terminó tercero en el Torneo Sudamericano Sub-20 disputado en Argentina, con lo que se ganó el pasaje a la Copa del Mundo de Turquía.
Y si vamos atrás en el tiempo, en la Liga Universitaria fue campeón dirigiendo al Círculo de Tenis de Montevideo, fue director técnico de la selección uruguaya que participó en las Universíadas de China en 2001. Después, cuando se metió en el fútbol profesional podríamos mencionar varios clubes, River, Liverpool, pero sobre todo Racing, se destacó especialmente en Racing, con el cual en 2010 logró que por primera vez ese equipo llegara a la Copa Libertadores.
Pese a todo esto, no has logrado meterte a los uruguayos "en el bolsillo". ¿Por qué? ¿Por qué pesa tanto esa crítica de que el fútbol que tú dirigís es efectivo pero no resulta vistoso? ¿Cómo manejás esa parte de la reacción del público?
JV - Uno trata ante todo de focalizarse en el desarrollo de su trabajo profesional, de atender las necesidades que tiene para conseguir los objetivos con los cuales se comprometió mediante un contrato y un proceso de trabajo. Después, obviamente, sobre gustos y la parte subjetiva uno no tiene control, eso está más del lado de la gente, a veces muy influenciada por lo que se maneja a nivel mediático. Sí tengo claro que pasar a guiarse por lo externo sería un gran error y que lo más importante es que uno tenga una coherencia, una perseverancia, una consistencia en lo que se hace, que se hace además dentro de un método en el que no nos tapamos los ojos. Nosotros planificamos, trabajamos y criticamos el trabajo que hacemos, lo evaluamos permanentemente para tratar de corregir cosas, y para eso no solo nos guiamos por nuestro conocimiento, sino que tenemos mucha gente con la cual podemos conversar del tema. En el caso particular de la selección ni que hablar, porque es un proceso integral en el que tenemos una comunicación directa con el "Maestro" y con los demás compañeros de los cuerpos técnicos.
DS - El otro día estuve con un sociólogo extranjero que me dijo que se iba alucinado con el Uruguay, su democracia, decía: "Uruguay es de los pocos países donde cualquiera, un tachero, un panadero, un abogado, siente que puede llegar eventualmente a ser presidente de la República". Y yo le decía: "Sí, y también cualquiera aspira a ser director técnico de la selección uruguaya".
JV - Sí, ese dicho muy popular, que hay tres millones de entrenadores.
EC - Nelson, uno de nuestros oyentes, dice: "Es difícil conformar a tres millones de técnicos. Yo lo felicito". Pero ¿cómo es eso?, ¿cómo te resulta esa "frialdad" con la que la ficción sigue tu trabajo?
JV - No lo siento de esa manera.
EC - ¿No? ¿Sentís que ha ido cambiando?
JV - Pienso que es muy rotativo, esto es una rueda y a veces estás rodeado de elogios y a veces te rodean las críticas, cambia. Si tomamos por ejemplo la situación actual, uno en la calle siente permanentemente el afecto, el agradecimiento de la gente, cuesta un poco caminar, porque se hizo muy fuerte lo que generó la selección, estamos en el otro extremo, y uno no cambió para nada su forma de trabajar ni de ver el fútbol. Esas circunstancias pasan por afuera y no las puede manejar uno.
EC - Yo creo que de por medio está el hecho de que no termina lográndose el título de campeón, que estas selecciones van logrando muy buenos resultados si comparamos con lo que pasaba 10, 15, 20 años atrás, estas selecciones se colocan entre los cuatro primeros en torneos sudamericanos, en torneos mundiales, pero el título de campeón no llega. Pienso que por ahí está la frustración, de repente a partir de un excesivo agrande que tienen los uruguayos.
JV - Exacto, creo que hay una falta de composición de lugar, de ubicarnos en el contexto mundial de lo que es el fútbol hoy, que es algo de una dimensión impresionante en cuanto a lo que se invierte en las infraestructuras, a las organizaciones de trabajo, a lo que es la fuente de recursos humanos que tienen a nivel de selecciones ni que hablar, a nivel de clubes también. Nosotros tenemos que luchar contra dificultades que nos salen de lo que es una población chica, un país relativamente pobre y que no puede competir en ciertas cosas con esas potencias. Lo vemos totalmente opuesto, porque lo comprobamos en la realidad cuando todas las demás potencias nos vienen a preguntar "¿cómo hacen ustedes para llegar hasta acá?".
DS - Eso te quería preguntar, ¿cómo explicás que siendo tan pocos, y todo el análisis que acabás de hacer, el futbolista uruguayo siga estando en la elite mundial y que tengamos un Suárez, un Cavani, un Forlán jugando entre los 10, 20 mejores jugadores del mundo? Me imagino que te lo habrás preguntado cuando te acostás: ¿cómo llegamos a estar acá? Y no es una vez, es Sub-17, Sub-20, cuartos del mundo. ¿Qué explicación le das al ADN del futbolista uruguayo? ¿Por qué Uruguay tiene ese ADN que permite que lleguemos tan lejos?
JV - No hay una explicación científica que sea hipótesis-tesis, porque si no, la clonarían en otros lados. Es algo que nos distingue, como en Jamaica nacen velocistas, acá nacen jugadores de fútbol con mucho talento y con algo que nos distingue que es la parte volitiva, son jugadores que siempre quieren ir a más, que no se dejan llevar por lo previo o por lo que se quiera comparar antes de un partido, que de repente sos menos o sos más que el otro, una competitividad muy exacerbada, que creo que tiene que ver con cómo somos desde chicos en el juego. Eso a veces va en contra de lo otro, del hecho de poder desde abajo generar o abrir circuitos en el futbolista para otro tipo de juego como el que a veces la gente mira en otros países; el Barcelona creo que es el ejemplo más claro, porque es el equipo admirado y homologado por todas las personas como un equipo que ha llegado a jugar un fútbol exquisito y conseguir los títulos. Pero atrás de eso hay un proceso.
EC - Acá veníamos teniendo durante añares jugadores, estrellas que salían y se destacaban mucho afuera. Faltaba que el fútbol uruguayo, la selección en especial o las selecciones, consiguieran un lugar de destaque. Eso es lo que ha venido ocurriendo en estos últimos años.
JV - A eso quería ir, nosotros somos simplemente una parte más de eso, creo que el mérito enorme es haber podido luchar mucho para establecer un proceso de trabajo que comenzó en el año 2006, escribir un proyecto como escribió el "Maestro", con pautas claras de lo que había que trabajar en cuanto al perfil de jugadores que había que buscar, los valores que teníamos que defender fuera de la cancha para poder trasmitirlos dentro de la cancha, y dentro de eso nos hemos sentido muy cómodos todos estos años, porque comulgamos con toda esa idea.
EC - Otro oyente, Osvaldo, dice: "Además del resultado deportivo, hay que destacar la muy buena imagen país que han dejado estos jóvenes. Y eso debe de ser mérito del técnico también". Manda felicitaciones y agradecimiento por ese factor adicional.
DS - Yo te quiero hacer una pregunta de muchísima curiosidad. Yo sé que en el proceso de selecciones el "Maestro" Tabárez ha llevado historiadores del fútbol uruguayo, ha puesto una biblioteca en el Complejo Celeste, y te quería preguntar cómo manejan con los jóvenes el tema Maracaná. Hace 10, 15 años hasta se llegó a hablar del "síndrome Maracaná", que un poco anulaba a nuestros jugadores. ¿Cómo manejan ustedes con los pibes el tema Maracaná? ¿Cómo se manejan en la interna, en el vestuario, en el día a día, en la práctica los Obdulio Varela, los Nasazzi, ya yendo más atrás en el tiempo? ¿Cómo pesa la historia en las selecciones juveniles?
JV - Una cosa muy importante en el caso del trabajo que nos toca en la selección es que uno se tiene que ir adaptando a cómo vienen las nuevas generaciones. Hay un cambio importante, ya de la 2011 a la 2013 había particularidades bastante diferentes, y si uno lleva eso a cuando uno tenía 19, 20 años, es un abismo. Nosotros obviamente por influencia, en mi caso de mi padre, que hasta el día de hoy recuerdo su relato permanente del día de la final, que estaba en un cine, que cuando estaba el partido salieron todos del cine y que el portero se comía la linterna, que lo escuchaban por la radio... Y después me contaba muchas anécdotas de Obdulio Varela. Todo eso nos despertó un interés muy grande por esa hazaña, y hay libros, muchas cosas que para uno son como una biblia futbolística. Pero los jóvenes lo ven como algo muy lejano, no se sienten muy identificados con eso.
EC - ¿No se sienten condicionados tampoco?
JV - No, pienso que hoy no hay una mochila con respecto a eso como muchas veces se habló.
EC - ¿Pero no hay porque lo han discutido con ellos, como preguntaba recién Daniel? ¿El tema aparece, se trata?
JV - Sí, lo hablamos, de hecho en este caso me refería a un libro de Franklin Morales que tiene anécdotas riquísimas y que muestran la vigencia y la permanencia de ciertas cosas en el fútbol que después de 60 años siguen exactamente igual. Muchas veces en charlas individuales, subgrupales o grupales se puede hacer referencia a eso, pero siempre tratando de ver que esa historia nos respalda. Creo que un poco por ósmosis el jugador lo va captando y se genera algo muy importante, estos jugadores entran a jugar una final con un grado de determinación muy marcado, más allá de lo que sea el rival que tiene enfrente, con mucha decisión. Más allá de que no va a ser un factor que te haga jugar mejor, en lo emocional y en lo espiritual te posiciona bien para la competencia.
EC - ¿Tú tenés la impresión de que vamos efectivamente en un camino ascendente, que todavía tenemos para mejorar y que es perfectamente posible alcanzar los campeonatos, los títulos mayores?
JV - Para mejorar sin duda, este proceso ha sido una clara demostración de que con el trabajo se puede llegar a estar peleando en los puestos de arriba. Durante mucho tiempo hubo una justificación que pasaba más por lo que ha sido la industrialización del fútbol o el fútbol empresa, se decía "imposible que Uruguay pueda competir, ¿a quién le interesa que Uruguay pueda llegar?, porque ¿cuántas camisetas va a vender Uruguay?", todo eso. Creo que el proceso ha demostrado que haciendo las cosas bien se puede pelear, en el fútbol nunca vas a lograr asegurar, porque es un juego de oposición y todos los demás están haciendo lo mismo y con otras posibilidades, sobre todo en lo económico y en lo que es la base y la cantidad de jugadores que tienen. Entonces tenemos que especializarnos mucho en seguir perfeccionando ese proceso.
EC - Dos preguntas de las muchas que llegan de la audiencia.
Pablo: "Saludo y felicitaciones. ¿No le parece que nuestros gurises hicieron demasiado fair play? El campeón es uno de los que más cortaron el juego, ¿no pecamos un poco de inocentes?". Esa fue una de las características de estos equipos, y sobre todo de este de Sub-20 en Turquía, el fair play, ¿no se le fue la mano?
JV - A veces encontrar los equilibrios es difícil, Uruguay una de las cosas que traía del pasado era una imagen muy negativa, que predisponía al entorno del fútbol en contra, arbitrajes o decisiones que se toman a nivel político, y fue una de las cosas que se trató de cambiar. En el caso particular nuestro nos tocó en el 2011 y en el 2013 ganar el Fair Play en el Sudamericano, en el Mundial lo ganó España, porque obviamente jugó muchos menos partidos y tuvo menos tarjetas amarillas. Puede ser que a veces buscando defender esa bandera uno no caiga, pero es necesario obviamente saber cuándo cortar y cómo cortar.
EC - Otro oyente, Nelson, pregunta: "Si pateáramos mejor los penales, ¿llegaríamos más lejos aún?". ¿Ese es un frente a trabajar, es una de las asignaturas todavía pendientes?
JV - En la lista de prioridades no lo pondría muy arriba. La definición en este caso se dio por ahí, pero hay otras cosas globales mucho más importantes en las cuales tenemos que mejorar.
EC - ¿Por ejemplo? ¿Una?
JV - Por ejemplo en el hecho de poder manejar la pelota, la posesión de la pelota en zonas donde hay presión, porque tener la pelota lejos de la presión del rival permite que pase el tiempo nomás, pero no genera posibilidades.
EC - Luis de Carrasco Norte pregunta: "Después de todos estos resultados, ¿no le han ofrecido contrato en el exterior?". La pregunta podría ser: ¿sigue Verzeri al frente de la selección Sub-20?
JV - La respuesta es que todavía no se sabe, porque hay cosas, pero hay que estudiar y hay que tomarse un tiempo.
EC - ¿Efectivamente han aparecido esos ofrecimientos afuera?
JV - Sí, siempre se generan contactos, las cosas en el fútbol después tienen un tiempo para madurar y concretarse.
EC - ¿Y tú lo descartás? Te has convertido en un profesional del fútbol, no era esta tu historia hace unos años, ahora sí, ¿hasta dónde llega la profesionalidad de Juan Verzeri? ¿Lo tienta una suma importante de un equipo fuerte de Europa o de un país sudamericano? ¿O privilegia seguir llevando adelante el proceso de las selecciones uruguayas?
JV - Son disyuntivas que te ponés a estudiar cuando las tenés definidas para tomar la decisión, pero sin duda que uno busca el crecimiento, tomar nuevos desafíos. También hay un hecho de la edad, yo había trabajado ya con juveniles como tú contaste hoy, el proceso que tuve en River Plate, en Liverpool, después ya empecé a acercarme más a Primera División trabajando como técnico asistente o técnico alterno, y después de la experiencia de Racing tuve muchas posibilidades de saltar a dirigir en Primera División equipos de otros países. En ese momento surgió lo de la selección y decidí postergar eso y volver a trabajar con jóvenes, pero sin duda que hay un espectro grande de cosas para hacer.
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EC - Nos faltó hablar de que Juan Verzeri también es entrenador de yoga. Hay oyentes que lo saben y preguntan si eso también se cuela en el entrenamiento.
JV - Primero a nivel personal es algo que a uno lo ayuda mucho y lo hace sentir muy bien el hecho de poder practicarlo, darle un descanso a la mente y encontrar un espacio para recorrer más lo interior. En algunos casos puntuales, en algunos momentos de trabajo de recuperación buscamos más que nada algún trabajo de relajación, pero sin entrar en la parte más filosófica que tiene el yoga, que es lo que por otro lado más me interesa.
EC - Gracias por acompañarnos. Felicitaciones por los resultados, suerte en lo que viene, tanto en lo individual como en el trabajo con las selecciones.
JV - Muchas gracias. Un gusto haber estado en este programa tan importante.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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Currículum de Juan Verzeri