En esos meses del año, se estima que las temperaturas en el diminuto país del Golfo superan los 40 grados centígrados. En entrevista con la página digital Insideworldfootball.com, Blatter admitió: "cometimos un error entonces [el 10 de diciembre de 2010, al elegir a Qatar por delante de las otras candidatas, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Australia]".

Al momento de la votación de la sede del mundial, se conocían los problemas porque había un informe que así lo detallaba. La organización prometió apostar a la tecnología de punta, acondicionando todos los espacios necesarios. Sin embargo, Blatter cree que es imposible refrescar un país entero.

Como alternativa, se propuso noviembre para disputar el torneo, idea que ya tiene detractores. Theo Zwanziger, expresidente de la Federación alemana y actual integrante ejecutivo de la FIFA aseguró que "si la decisión fue un error, debería revocarse y no cargar contra aquellos que no están interesados en el cambio del torneo al invierno. Ese cambio no solo afectaría a la Bundesliga sino a las divisiones inferiores. La pirámide está en peligro y la unidad del fútbol alemán".

La Premier también se opone a parar su competición durante más de un mes en el invierno europeo.