Adidas, que viste tanto al Bayern como a Messi, intentó el traspaso de la "Pulga" en el último período de pases hacia la Bundesliga. La propuesta consistía en 250 millones de euros, pagando la cláusula del contrato, más una suba salarial que llevaría a ganar al 10 de la selección argentina, 20 millones de euros por temporada. En tanto el total de los derechos de imagen individuales serían del futbolista.

Una serie de hechos tendrían al ídolo culé bastante molesto con el Barcelona, entre ellos la llegada de Neymar. Por lo que la marca de indumentaria deportiva, impulsada por la llegada de Pep Guardiola al conjunto alemán, veía factible el arribo de Messi a Munich.

Sin embargo, el argentino cortó de raíz cualquier negociación durante los primeros contactos.