Tan desconocida resulta Jamaica que incluso Edinson Cavani se refirió este jueves al equipo caribeño como "africano", una confusión motivada, según reconoció más tarde, por la similitud de las facultades de fuerza y velocidad que tienen con los futbolistas de ambos continentes.

Los caribeños llevan diecisiete años fuera de una competición internacional de gran relevancia, desde que disputarán el Mundial de Francia de 1998.

Poco se sabe de ellos más allá de que tienen un entrenador alemán, Winfried Schäfer, un segundo técnico español, Carlos Aitor, y un puñado de futbolistas que se desempeñan en la Premier League inglesa y en la Major League Soccer (MLS) de Estados Unidos.

No obstante, Jamaica se siente capaz de dar la sorpresa en el campeonato, como ayer mismo apuntó Schäfer, y a aprovechar sus armas, que como bien apuntaban los jugadores uruguayos son su fuerza física y su velocidad al contraataque.

Así, al nombre de Morgan se suman otros como Adrian Marippa, que juega en el Crystal Palace inglés, Kemar Lawren o Je-Vaughn Watson, del New York Red Bulls y el FC Dallas, respectivamente, como jugadores más destacados.

Enfrente, una selección uruguaya que, a la incógnita que suponen los caribeños, suma una gran ansiedad por ganar el partido debut, algo que no consiguió en ninguna de las tres últimas ediciones de la Copa América y que a Tabárez se le niega desde que tomará las riendas de la selección en cualquier torneo internacional.

"Nunca gané un partido de debut: los perdí y los empaté", reconoció recientemente Tabárez, que dijo que el problema bien podría ser que el entusiasmo de iniciar un torneo ciega al futbolista, incapaz de pensar en ese momento que también se puede perder.

El "Maestro" repetirá la alineación del equipo que el pasado sábado ganó a Guatemala por 5-1 en un amistoso.

En ella estará incluido el zaguero del Atlético de Madrid José María Giménez, que a mitad de semana presentaba un problema físico en su muslo izquierdo del que ya parece completamente recuperado. Rubén Figueroa/EFE