El pistolero ya hizo de las suyas a poco de comenzar el partido, tan solo siete minutos iban cuando el salteño arrancó en la mitad de la cancha, dejó desairados a Savic y a Diego Godín para definir ante Moya para abrir el score.

 

El gol tempranero puso muy cómodo, en su salsa, a Barcelona que manejó la pelota fiel a su estilo. No extrañó a nadie cuando a los 38' llegó el 2 - 0. Un gol con la marca en el orillo de Messi, quién recibió en la puerta del área, se perfiló para su zurda y tiró al segundo palo, balón al ángulo.

 

El colchonero cambió radicalmente la cara en el segundo tiempo, se plantó en campo enemigo apostando a cara o cruz (ya con Fernando Torres en cancha) y logró bombardear el área blaugrana.

 

Pudo haber sido por Godín en alguna pelota quieta, pero quién logró convertir para descontar fue Antoine Griezmann a los 14 minutos, cumpliendo la regla de dos cabezazos en el área, primero el capitán celeste y luego definición del francés.

 

Si bien lo pudo liquidar Messi en un tiro libre que atajó magistalmente Moya con ayuda del travesaño, Atlético tuvo la chance de empatar sobre el final obligando a Cillessen, de buenas atajadas en el complemento, a aparecer en acción. Fue conmovedor el despliegue de los de Diego Simeone en el segundo tiempo empujado por su público.

 

Para la revancha del martes en Camp Nou no podrá jugar Neymar por acumulación de tarjetas amarillas. La serie queda abierta pese al triunfo culé en el Vicente Calderon.