Opinión

Zu-Lío; opina Ã"scar Belo

Zu-Lío; opina Ã"scar Belo
Raúl Martínez

Nacional perdió un partido que en lo previo parecía muy difícil. El Zulia pisó firme en el Gran Parque Central y se llevó 3 puntos muy valiosos al imponerse 1 a 0. La derrota fue inesperada y el bolso no pudo dejó los puntos conseguidos en la gran victoria conseguida en Buenos Aires.

Por Óscar Belo - (@OscarBelo)

La ausencia de último momento de Rafa García complicó más de lo que se esperaba cuando se dio a conocer la noticia de que el ex Fénix no sería de la partida por un estado febril. Es que Martín Lasarte estaba en la disyuntiva de retrasar a Diego Arismendi a la zaga o poner desde el arranque a Agustín Rogel. En caso de darle la titularidad al juvenil, se hubiera tratado del debut absoluto del futbolista en el primer equipo de Nacional. Seguramente por ese factor el D.T. se inclinó por la primera de las opciones manejadas y no le salió bien.

Desde el arranque del partido, Zulia se plantó con firmeza. Presionando arriba, incomodando en la salida al tricolor, generando superioridad numérica en la mitad de la cancha y, sobre todo, dejando en evidencia fragilidades defensivas cuando salía rápido para atacar. Esas deficiencias en la retaguardia tenían como protagonista a Arismendi, que no logró acomodarse a la posición como supo hacerlo en otros partidos.

Nacional jugó un decepcionante primer tiempo, de los peores en la era Lasarte. Sin solidez defensiva, perdiendo pelotas en la mitad del campo, sin circuitos claros de ataque y sin demasiadas variantes ofensivas. En ese primer tiempo nadie marcó la diferencia para los albos desde el punto de vista individual. No fue la noche de Ramírez, los laterales -aunque intentaron. no generaron desequilibrio y Tabaré Viudéz, salvo alguna acción aislada, tampoco lo hizo. Hugo Silveira no tuvo chances claras, mas allá de un remate en el que él mismo se generó la posibilidad de hacerlo, mientras que Sebastián Fernández estuvo movedizo pero fuera de los circuitos del equipo.

En este contexto y cuando transcurrían 30 minutos del primer tiempo es que llegó la jugada que marcó la diferencia del partido. Un gran pase de Juan Arango a la espalda de Arismendi que no pudo controlar el pique de Jefferson Savarino. Éste recibió y definió notable.

De cara al segundo tiempo, se esperaban variantes por parte del entrenador. Las mismas no llegaron desde el vestuario sino con el pasaje de los minutos. El arranque del complemento lo volvió a mostrar inestable a Arismendi y por él llego la primera modificación. A la cancha el chiquilin Rogel para tratar de solucionar algunas cuestiones defensivas.

Los otros cambios llegaron más tarde. Primero el ingreso de Rodrigo Aguirre y posteriormente el de Martín Ligüera. Nacional mejoró en los segundos 45 minutos y, sin ser nada extraordinario, generó 3 o 4 chances claras como para igualar el partido. Fue, entre otras cosas, por el desequilibrio que pudo plasmar desde lo individual Viudez que fue el mejor de Nacional. Con Ligüera de enganche, Aguirre por derecha, Tabaré por izquierda y de puntas netos Ramírez con Silveira fue que intentó lastimar el bolso. De todas formas nunca fue con la claridad de otros partidos. Así y todo mereció empatar.

Hay que resaltar los minutos disputados por Agustín Rogel. El juvenil solucionó aspectos defensivos. Cuando le tocó intervenir lo hizo con seguridad. Es más, le hicieron un penal que el árbitro colombiano Lamoroux no sancionó y que pudo cambiar un poco las cosas. Ojo, también es cierto que estuvo cerca de ser expulsado por doble amarilla.

Nacional no estuvo a la altura de sus propias producciones de este 2017. El equipo de Lasarte perdió 3 puntos de local que pueden pesar de cara a la clasificación a octavos de final. Pero claro, por lo menos tiene el respaldo de los puntos obtenidos en Buenos Aires que no transforman este resultado negativo en crisis ni mucho menos.

Los albos sufrieron la primera derrota del 2017 y, aunque hasta el momento han sido mas resultados buenos que de los otros, no se pueden dormir en los laureles ya que la Copa Libertadores -a diferencia del torneo local-, en general, no da revancha.