Opina Ã"scar Belo

Ultra Violeta

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Nicolás Celaya

Defensor Sp. ganó el duelo ante Nacional luego de comenzar perdiendo. El violeta dio una muestra de carácter y jerarquía para quedar a un paso del título.

Por Óscar Belo - (@OscarBelo)

El equipo de Eduardo Acevedo demostró -más que nunca- que es eso, UN EQUIPO. Mucho se habló en la previa de las bajas importantes que tenía para el duelo ante Nacional. Hablamos de las suspensiones de Guillermo De Los Santos y Nicolás Correa que se sumaban a las de Benavidez y Boselli, ambos cedidos a la selección sub 20.

Sin embargo, los actuales punteros del torneo demostraron que más importante que las individualidades es el rendimiento colectivo, y en ese rubro -también en varios más- fueron netamente superiores a los tricolores logrando un triunfo sumamente merecido.

En el primer tiempo Defensor Sp. fue más criterioso en el manejo de pelota. Producto de esa prolijidad generó algunas chances claras, que por virtud de Conde y deficiencias en la resolución no terminaron en la apertura del tanteador que en varios pasajes de esa primera parte mereció. No obstante,  fue Nacional el equipo que se puso en ventaja. No era merecido, pero en el fútbol esas cosas poco importan. Es cierto que habían sido minutos en donde los de Lasarte habían incomodado al local a fuerza de varios tiros de esquina consecutivos, y en uno de ellos llegó el gol de Sebastián Fernández. Así se fue la primera parte. Defensor en líneas generales había sido más, pero, en base a contundencia, los albos se fueron en ventaja.

De cara al complemento todo cambió. Nacional tuvo que hacer desde el vestuario su segunda variante obligada. A la salida por lesión de Álvaro González en la etapa inicial se sumó la salida de Diego Arismendi, una baja que fue determinante.

Si a eso le sumamos que cuando transcurría apenas 1 minuto del segundo tiempo llegó el empate de Defensor, luego de una muy buena jugada donde Maximiliano Gómez volvió a dejar de cara al gol a Gonzalo Bueno, quien definió notablemente, era notorio que el partido quedaba favorable a los locales.

Desde ahí hasta el final la viola pisó firme, agarró la pelota, marcó los tiempos del partido que daba la sensación de que no se le iba a escapar. Un rendimiento muy alto de Andrés Lamas en el fondo y la pareja ofensiva demostró que es de las mejores del campeonato. Apoyados desde atrás por el buen manejo de Cabrera y Cardaccio que sobresalen en nuestro medio.

Nacional volvió a jugar mal, como ya le había pasado en otros compromisos, pero en aquellas oportunidades había tenido la virtud de sobreponerse al mal juego con otros aspectos que también son importantes  para conseguir triunfos claves.

Defensor Sp. ganó un partido determinante que se suma a las últimas victorias de manera consecutiva cuando el ambiente futbolero coincidía que tenía el fixture más complicado en la recta final del apertura. A pesar de eso, no para de ganar, y si lo vuelve a hacer ante Fénix será el campeón de la primera parte del año.

El domingo en el Campeón Del Siglo Peñarol volvió a dejar puntos para evidenciar un momento en el que no le sale nada. A tal punto que ya no alcanza solo con aspectos futbolísticos para explicar el presente aurinegro.

En pocos días Peñarol se quedó afuera de todo lo que jugaba. Sin chances hace rato en el Apertura, eliminado de la Libertadores y sin posibilidades de Sudamericana. No logró ganar el clásico cuando parecía que se lo quedaba y además perdió el invicto con Cerro. Mirando incluso al futuro ya se le empieza a complicar la tabla anual, puesto que ya son 8 los puntos que lo separan de Defensor Sp. y 7 de Nacional. Aunque está claro que falta mucho por jugar, la realidad marca que la tendrá que pelear nuevamente desde atrás.

Pero insisto, no todo se puede explicar por flacos rendimientos colectivos. Poco se le puede reprochar en algunos casos al entrenador de turno cuando hay errores individuales tan grandes y tan claros como los que se han visto este semestre en Peñarol.

Lo sucedido ante Cerro, sin quitarle méritos al albiceleste, es una muestra de lo señalado. No solo por el primer gol donde hay un pase extraordinario de Jorge Rodríguez y una definición muy buena de Franco, pero donde también hay mucha pasividad en los volantes y sobre todo defensores del mirasol. Y lo que pasó en el segundo gol es insólito desde todo punto de vista. Una falta que no se ve habitualmente en el futbol profesional. Una reacción al menos inentendible de Guzmán Pereira que derivó en el segundo tanto de Franco de penal.

Peñarol ha tenido rendimientos superiores a otros equipos de temporadas anteriores, pero producto de errores graves desde el  punto de vista individual y en otros casos colectivos, se ha quedado sin nada. Solo se mantiene la frustración de no poder seguir en carrera en torneos internaciones y ver cómo una vez más se le escapa un torneo corto. En el uruguayo todavía está con vida pero, como en los últimos años, la tiene que seguir peleando de atrás.