Tratar de conquistar el mundo
La selección uruguaya Sub 20 viene cumpliendo todos los objetivos trazados antes de comenzar el Mundial. Ya está entre los 4 mejores del certamen y ahora quiere la gloria.
Por Óscar Belo - (@OscarBelo)
Este equipo uruguayo ya ha dejado de manifiesto muchas cosas importantes. Es una generación con mucha calidad individual y, seguramente -a corto o mediano plazo-, muchos de estos futbolistas comenzarán su ciclo en la selección mayor.
Desde el punto de vista colectivo, algunas conclusiones ya se pueden adelantar independientemente de cual sea el resultado final en el Mundial. Por ejemplo, que tenemos laterales que marcan y juegan. Tanto José Luis Rodríguez como Mathías Olivera cumplen siempre en ambas funciones, dando tranquilidad en el fondo y participando con continuidad en ataque. Esto, en un país en el que siempre se escucha la frase "en el fútbol uruguayo no aparecen laterales";, es -al menos- un signo de tranquilidad. También queda demostrado que se puede salir jugando desde el fondo. Es cierto que hay momentos para todo y que existen lugares en donde no se debe arriesgar. Pero, incluso cometiendo algunos errores, es bueno saber que podemos tener la pelota, manejarla con criterio y empezar a atacar desde nuestro propio campo. Ese es otro de los "mitos"; que esta selección ha derrumbado.
Y después encontramos algunas virtudes que son propias de la esencia de nuestro fútbol y de este grupo de jugadores en particular. La entrega, no dar una pelota por perdida, no dar por terminado ningún partido antes de tiempo, sobreponerse a las adversidades que se pueden llegar a presentar, entre muchas otras cosas, son destacables.
Es importante entender que todo lo mencionado anteriormente no significa que no haya cosas para criticar o que el equipo siempre juegue bien. Pero, en líneas generales, son aspectos que esta selección tiene incorporados.
El camino hasta semifinales no fue sencillo. Es más, Uruguay ha ido de más a menos futbolísticamente hablando. La mejor versión fue sin dudas en los primeros 2 partidos contra Italia y Japón, sobre todo ante los europeos. Luego, en los últimos 3 compromisos, el equipo no se mostró fino con la pelota. Ya la tenencia del balón no fue una marca registrada. Las chances de gol no fueron en cantidad y tampoco contamos con contundencia en ataque. Así y todo, apareció la otra cara, la de siempre de nuestro futbol. Y con esa otra cara superamos los obstáculos. Es ahí donde la conclusión aparece por si sola. ¡NO ES UNA COSA O LA OTRA! No se trata de entrar en la decisión de "jugar bien" O "meter";. Se trata de "jugar bien"; Y "meter";. Esto es algo que esta generación de jugadores, encabezada por Fabián Coito como entrenador y formador, lo tiene más que claro. El hecho de haberlo logrado es un triunfo en sí mismo.
Ahora entramos en la recta final. Esa última parte del camino en donde tal vez queda de lado la forma de jugar y pasa a ser mucho más importante el resultado. Pero, cuando la forma ya está totalmente absorbida por un plantel, incluso en la situación más límite, puede aflorar como método natural para seguir avanzando.
Quedan 2 pasos más y todos estamos ilusionados.
El camino sigue. ¡LA GLORIA LOS ESPERA!!