Por Diego Sonsol - (@DiegoSonsol)

Tras lo que fuera el último partido donde los Warriors -en un final agónico y con un Kevin Durant letal- finalmente se impusieron 118-113 en el Quicken Loans Arena de la ciudad de Cleveland, Ohio,  la serie quedó muy desbalanceada en favor de los campeones de la Conferencia del Oeste, que buscarán coronarse como campeones de la NBA esta noche, nuevamente en Cleveland. De vencer en el juego de hoy, conseguirán algo nunca antes logrado en la historia de la liga: la postemporada perfecta (sin derrotas).

La mejor marca de un campeón en la historia de la NBA, la ostentan Los Angeles Lakers, que en 2001 se coronaron con un récord de 15-1, perdiendo solamente el primer juego final ante los Philadelphia 76ers de Allen Iverson. En caso de ganar hoy, los Warriors alcanzarán el título con un récord de 16-0 en los playoffs, convirtiéndose en el mejor equipo de postemporada de la historia de la liga, y logrando su 5to. Campeonato de la NBA en la historia. Cabe recordar que la pasada temporada los Warriors batieron el récord de triunfos en temporada regular tras finalizar con 73 victorias y 9 derrotas, aunque luego perdieron la final precisamente con Cleveland.

Tras victorias con cierta comodidad en los dos primeros juegos de la serie disputados en el Oracle Arena de Oakland, California, los Warriors dieron el gran golpe cuando la serie se mudó al Este, ya que en un partido que parecía controlado por los Cavs, con un Irving y un James asombrosos, apareció la bestia de Kevin Durant para poner un triple a la carrera que finalmente le daría el triunfo a Golden State y poner en jaque las posibilidades de Lebron y compañía. Es que si bien los trámites de los partidos son -en ocasiones- parejos, los Warriors tienen un arsenal más amplio del que tienen los Cavaliers, pues dependen demasiado de lo que puedan hacer Irving y Lebron James. 

Si bien parece imposible que Cleveland pueda dar vuelta la serie, sería un error garrafal dar por muertos a los Cavs, ya que el año pasado en una situación similar y perdiendo 3-1, revirtieron la situación para ser campeones. Lógicamente, la gran diferencia con la temporada pasada, es que además de contar con estrellas como Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green, se sumó al equipo nada más ni nada menos que Kevin Durant, por lo que costaría creer que un equipo con tantas estrellas no sea campeón. Justamente Durant se perfila para ser el jugador más valioso de las finales. 

En toda la historia de la NBA, nunca un equipo pudo dar vuelta un 0-3 en las finales.