Básquetbol de Primera

Sin jugo de naranja...

Sin jugo de naranja...

La posibilidad de que se apruebe una Liga Uruguaya de básquetbol con tres extranjeros, sumada a la falta de respuestas por parte de la FUBB respecto al tema -Maximiliano Botta- a los jugadores, propició un paro que podría ser sólo un aviso.

Por Redacción Básquetbol de Primera - (@Basquetbol810)

La actividad del básquetbol del Metro está parada por un conflicto de intereses entre los jugadores y los clubes, tanto del Metro como de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB), que en este caso aparecen representados por la Federación Uruguaya de Basket Ball (FUBB).

Hace ya algunas semanas reapareció en escena un protagonista que había pasado inadvertido durante varios meses; Basquetbolistas Uruguayos Asociados (BUA). La reunión de la BUA del 22 de junio trató la no habilitación del jugador sub-23 de Colón Maximiliano Botta, y al respecto se tomó una posición clara: exigir que sea habilitado para jugar el Metro y otra serie de cambios a nivel reglamentario. A modo de protesta, en los partidos del Metro los jugadores dejaron correr los primeros 48 segundos (dos posesiones) sin atacar.

Primero a través de un comunicado y posteriormente en una reunión con altos mandos de la FUBB el 30 de junio, la BUA planteó que los jugadores sub-23 no ocupen lugar de ficha mayor en ningún caso; que haya un torneo de reserva sub-23 preliminar a los partidos de mayores; que los reglamentos de pases y formatos de torneos se mantengan vigentes por dos años "para que las reglas de juego sean claras para todos";; que se designe un interlocutor para que los jugadores puedan realizar consultas y plantear dudas; concretar una reunión para tratar el tema de los derechos de imagen del jugador; extender los meses de competencia en todas las divisionales y participar en la planificación de los torneos. Además, como previendo lo que luego sucedería, expresaron no estar de acuerdo "con un formato de competencia con tres jugadores extranjeros por equipo";.

Este martes, los clubes de la Liga aprobaron mediante una votación que terminó 10-4 el aumento de los cupos extranjeros por plantel para la temporada 2018/19. De los dos permitidos desde la LUB 2005/06 a la fecha, se pasaría a tres. Para la concreción de ese cambio reglamentario, es necesario que sea aprobado por el Consejo Superior. Según fuentes consultadas por Básquetbol de Primera, es muy factible que así suceda.

A raíz de ese Consejo de Liga, sumado al hecho de que ninguno de los puntos planteados en la reunión del 30 de junio con la FUBB fueron contestados, la BUA resolvió este miércoles 5 de julio en asamblea realizar un paro por dos días; jueves 6 y viernes 7, días en que estaba prevista la disputa de la 11ª fecha del Metro. El anuncio fue realizado a través de la cuenta de Twitter @BUAURU.

Desde la agremiación se considera que esta medida es "un aviso"; y que podría haber sido más radical, ya que no es un paro por tiempo indeterminado. La actividad se reanudará el lunes con la disputa de la etapa completa. Asimismo, se asegura que "la idea no es tener al Metro de rehén";, por lo que no descartan "medidas que pueden expandirse al ámbito de la selección si no se acercan las partes";. El seleccionado que dirige Marcelo Signorelli comenzará los entrenamientos de cara a la AmeriCup el lunes 17 de este mes.

Autoridades de la FUBB y del Metro dijeron durante la tarde del jueves no haber recibido notificación alguna respecto a la medida de los jugadores. De hecho, no suspendieron la fecha del Metro por considerar que "una publicación en Twitter no es una comunicación oficial";, aunque un rato más tarde resolvieron la suspensión de los dos partidos previstos para el jueves por la humedad reinante en Montevideo. Poco después, recibieron la comunicación de la BUA vía mail.

No habrá básquetbol el viernes, tal como se había anunciado desde la BUA en un principio, y serán horas de reuniones para acercar posiciones antagónicas. Los clubes de la LUB llevan años queriendo aumentar el cupo de foráneos por creer que no hay suficientes jugadores nacionales de nivel para todos los equipos y por considerar demasiado altos algunos salarios que se pagan, y los jugadores se oponen a esta reforma reglamentaria por entender que atenta contra su fuente laboral.