La selección uruguaya esquivó a los rivales más fuertes
En un sorteo en el que había opciones como Francia, Portugal, Alemania, Bélgica o Polonia, una vez que Brasil y Argentina no podían tocarle por los requisitos de la primera fase, la bola de Rusia era, en principio, la más beneficiosa en cuanto a potencial, aunque juegue en casa. Además será su último adversario en el grupo.
Es un cuarteto favorable para Uruguay, segundo de la fase suramericana por detrás de Brasil, con nueve victorias, cuatro empates y cinco derrotas en sus 18 encuentros, rumbo a su duodécimo Mundial.
Campeón en 1930 y 1950, semifinalista en cinco ocasiones, la más reciente en Sudáfrica 2010, cuando terminó cuarta, alcanzó los octavos de final en Brasil 2014, Fue eliminada por Colombia.
En su equipo lucen sus hombres en cada área. De la defensa que componen Diego Godín o José María Giménez, los dos centrales del Atlético de Madrid, al imponente ataque con Edinson Cavani y Luis Suárez, dos goleadores incontestables al frente de la inteligencia y experiencia desde el banquillo de Óscar Washington Tabárez.
Rusia es su rival más exigente en el grupo. Empatada a tres con en su último encuentro amistoso hasta la fecha, en su Mundial necesita determinación para mejorar sus resultados recientes, eliminada en la primera fase en sus últimos tres torneos grandes: el Mundial 2014 y las Eurocopas de 2012 y 2016, además de la Copa Confederaciones que se jugó en el país el pasado verano.
Una serie de decepciones que alertan a Rusia, actualmente en el número 65 de la clasificación de la FIFA. De sus últimos once encuentros desde el pasado mes de marzo sólo ha ganado tres: 2-0 a Nueva Zelanda, 0-3 a Hungría y 4-2 a Corea del Sur. Ha perdido con Costa de Marfil, Portugal, México o Argentina y ha empatado con Irán, Chile o Bélgica, en una secuencia con indudables altibajos.
Rusia será el adversario en la última jornada, el martes 26 de junio de 2018 en Moscú, de Uruguay, que antes ya se habrá enfrentado a los otros dos rivales del grupo: Egipto, con la que debutará el sábado 16 de junio en Saransk, y Arabia Saudí, a la que se medirá en la segunda cita, fijada para el jueves 21 de junio en Samara.
El argentino Héctor Cúper dirige a Egipto, la campeona africana en siete ocasiones, pero desaparecida de los Mundiales desde Italia 1990, la última de sus tres participaciones en el torneo antes de este verano. Ahora competirá en Rusia 2018 con una estrella por encima de todas: el delantero del Liverpool Mohamed Salah.
Rápido, hábil, vertical y goleador, el atacante asume la responsabilidad ofensiva de un bloque compacto, muy al estilo de su técnico, cuyo balance al frente de la selección egipcia es convincente: diecinueve victorias, cinco empates y seis derrotas, entre ellas la sufrida en la última final de la Copa África.
En la retaguardia, su portero Essam el Hedary hará historia en el Mundial 2018 como el jugador más veterano en jugar el torneo, por delante del colombiano Faryd Mondragón, que lo logró en Brasil 2014.
Arabia Saudí también está encuadrada en el grupo A, mientras comienza una nueva era, con Juan Antonio Pizzi al mando de la selección, compuesta mayoritariamente por jugadores de la Liga del país y presente en cinco de los últimos siete Mundiales, incluido el próximo. Desde su mejor resultado, los octavos de final en 1994, no ha ganado ningún encuentro en la fase final de esta competición. EFE