De bote a bote estaba la cancha de la UA, marco de público ideal para un espectáculo que terminó siendo sumamente emotivo para los fanáticos de Olimpia y un drama para los bolsos.

El partido se inició con Nacional en el rol de personaje principal, o prácticamente de único personaje. Olimpia no entró al flotante y así, un rápido 7-0 obligó al primer minuto de Camiña al minuto y medio. A medida que el espectáculo avanzaba lo hacia con ribetes de comedia para los de La Blanqueada que disfrutaban de un trámite en el que les salía todo. Cinco triples en los primeros 10 minutos, forzando cinco pérdidas  del rival y Moglia en modo francotirador le dieron 14 de ventaja al Bolso en un pasaje del primer chico, que lo cerró 12 arriba.

Si bien en el segundo cuarto mejoró el visitante y encontró el tiro de tres desde el banco con Agarbado y Garbarino, Nacional seguía controlando a los internos y el partido -al momento- no corría mayor peligro. 42-35 Nacional arriba de cara al complemento.

El segundo tiempo cambió de entrada, al menos en cuanto a la esencia del juego. Porque si bien los de Gonzalo Fernández seguían dominado el marcador, la cascada de goles de Moglia se secó y el capitán Tony se vio exigido a asumir en ataque volviendo más predecible a Nacional. No obstante, Nacional estiró a 10 la ventaja al final del tercer cuarto y parecía encaminarse a su noveno triunfo como local cuando a falta de 7:13 recuperó 12 de ventaja (70-58).

Pero el básquetbol tiene 40 minutos por partido y Olimpia lo supo, no se dio por vencido y lo peleó. Encontró soluciones en el juego interior, donde Harrison hizo lo que quiso, y Garbarino con Loriente aportaron desde el perímetro para dar emparejar las acciones. En el cierre, el factor piscologico terminó siendo fundamental y en un partido que se definió desde la línea, Olimpia, que tenía mucho peores números que su rival, lo terminó volcando a su favor.