El tesorero del club, Carlos Eastman, dijo a La Mañana de El Espectador que el remate de la sede se provocó a raíz de una deuda con un empresario privado, producto de varios compromisos económicos que adoptó en 2009, los cuales no pudo cumplir.

Tras varias negociaciones el club finalmente llegó a un acuerdo con la parte demandante y se suspendió el remate previsto para el pasado miércoles. En su página oficial anunciaron que "la situación económica sigue siendo muy complicada". Pero que "con ayuda de allegados a la institución el papal logró acordar a futuro una solución para el tema de la Sede Social".

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