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Asado y mate, el descanso de los celestes

Asado y mate, el descanso de los celestes

Los jugadores y el cuerpo técnico de la Selección uruguaya de fútbol celebraron con un asado y una buena dosis de mate la sufrida victoria ante Egipto, por 1 a 0, con el tanto agónico anotado por José María Giménez en el minuto 89.

El increíble salto con el que el jugador del Atlético de Madrid cabeceó el balón a la red del combinado africano merecía un premio, y más después de 89 minutos de incertidumbre en los que los hombres de Óscar Washington Tabárez sufrieron para ganar en su estreno.

Desde el Mundial de México 1970 el conjunto charrúa no conseguía una victoria en el primer partido de la Copa del Mundo. En aquella época lo hizo contra el equipo de Israel, al cual doblegó 2-0.

El Borsky Sport Centre, lugar de concentración de Uruguay fue el escenario del asado que preparó el cocinero de la Selección, Aldo Cauteruccio, que ofreció a sus chicos un asado con carne paraguaya con el que los titulares ante Egipto completaron una mañana de trabajo regenerativo.

Los once elegidos por Tabárez para el disputar el primer partido iniciaron la mañana junto a los que fueron suplentes en el gimnasio. Después, los titulares hicieron trabajos regenerativos en la piscina mientras el resto trabajaba en los campos de las instalaciones del Borsky Sport Centre.

Al asado no le pudo faltar el acompañamiento clásico del mate, que los jugadores tienen a su disposición en abundancia gracias a los permisos que consiguió la federación uruguaya para introducir en Rusia 180 kilos de yerba mate.

Después de comer, los jugadores tuvieron un momento de ocio para espantar toda la tensión que vivieron ante Egipto y jugaron a los bolos y a los dardos en un ambiente distendido que rebajó las pulsaciones antes de seguir preparando este domingo su siguiente encuentro, el próximo miércoles frente a Arabia Saudí en Rostov. EFE