Etchandy: "Uruguay sabe que le puede ganar a cualquiera"
Así lo explicó en una entrevista con Efe el subsecretario nacional del Deporte, Alfredo Etchandy, quien sostuvo que esta práctica supone una "escuela", alternativa a la tradicional, donde un niño aprende en cancha a respetar, a luchar por un objetivo, a tratar bien a adversarios y compañeros y a ganar y perder.
Uno de los secretos del éxito charrúa proviene del fútbol infantil, un "movimiento social que llega a todos los ámbitos de la república", practicado por unos 60 mil niños y unas 3 mil niñas de entre 6 y 13 años, quienes forman parte de 664 equipos que compiten en ocho categorías distintas.
Otra de las explicaciones para el éxito de la Celeste, según el que trabajó como periodista deportivo durante 48 años, es que Uruguay "siendo un país chico, rodeado de dos colosos como Brasil y Argentina", encontró en este deporte "una veta para luchar contra ellos de igual a igual".
"Uruguay sabe que le puede ganar a cualquiera. Podrá perder, porque puede perder con cualquiera, pero también le puede ganar a cualquiera y ese es un sello especifico de los uruguayos", subrayó y agregó que el fútbol charrúa "es una expresión de la cultura" del país, y "tiene un estilo que se mantiene a través del tiempo" y que no se puede modificar.
"Se puede cambiar la estrategia, la táctica, o la técnica de algunos jugadores, pero el estilo no", sentenció el subsecretario quien, además, remarcó que los futbolistas orientales tienen un "plus" que es "dar más cuando ya no se puede".
En 1924, Uruguay viajó a Europa -la primera selección suramericana en hacerlo-, para disputar los Juegos Olímpicos de París y previo a dicho torneo jugó nueve encuentros amistosos con igual cantidad de victorias.
Estas, sumadas a las obtenidas posteriormente en el torneo, totalizaron 14 triunfos consecutivos, que permitieron a los charrúas "ver el poder que tenían" y poner a su bandera en lo más alto, lo que "sirvió para identificar a los uruguayos con su país".
"Los triunfos unen a la gente, hacen símbolo de la camiseta y del propio fútbol", apuntó Etchandy, quien como periodista acompañó a la Celeste al exterior en muchas ocasiones, lo que le hizo "vibrar de una manera diferente".
Para Etchandy, el público que sigue a la selección "abarca a todos los componentes de la familia" y por ser la representación de la misma genera "algo especial".
Luego de la eliminación del Mundial de Rusia en cuartos de final, parte del plantel fue recibida por cientos de personas que enfrentaron las bajas temperaturas para saludar a sus héroes en plena madrugada en el Aeropuerto de Carrasco.
Pese a la derrota ante Francia por 0-2, el equipo fue recibido con fiesta por niños y adultos, lo que para Etchandy tiene que ver con el trabajo desarrollado por el entrenador Celeste, Óscar Washington Tabárez, que lleva 12 años al frente de la selección.
"El proceso con el 'Maestro' Tabárez de estos años le ha devuelto al pueblo oriental ese idilio con la camiseta celeste que existió en épocas más remotas, que en los años '70 y '90 tuvo algunos inconvenientes pero que se ha reconstruido de la mejor manera", concluyó. EFE