Así lo confirmó a la prensa el neutral de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, luego de una reunión en la que el presidente de la institución, Edgar Welker, presentó a los clubes una fórmula para paralizar la intervención.

La salida que había ofrecido la Conmebol, tras una reunión entre su presidente, Alejandro Domínguez, y Welker este jueves en Asunción, consistía en la aprobación de un nuevo estatuto de forma urgente para adecuarse a las normas internacionales, pues en la AUF la mayoría de las instituciones del fútbol nacional quedan por fuera de los organismos de dirección.

Sin embargo, esta opción fue rechazada por 9 votos contra 8 en una asamblea de clubes que se realizó este viernes.

Para Alonso -que hoy ofició como portavoz de la AUF-, la oferta de Conmebol era una "posibilidad cierta de reversión" y lamentó que algunos clubes no hayan votado en ese sentido.

"Era una posibilidad cierta de revisión, un avance tremendo que había logrado el Ejecutivo en sus gestiones. Estábamos intervenidos formalmente y se había logrado una posibilidad", agregó.

Asimismo destacó como un "logro" del Ejecutivo encabezado hasta ahora por Edgar Welker el haber conseguido negociar con la Conmebol.

Ahora, los dirigentes reunirán a un grupo de abogados para redactar un informe que será presentado al TAS.

Por otro lado, el neutral de la AUF también confirmó en rueda de prensa que el próximo lunes llegará a Montevideo una "misión de la FIFA" que conversará con los actores involucrados en el problema.

"Van a llegar el lunes y, a partir de las reuniones y gestiones, tomarán la decisión o elevarán a las autoridades los antecedentes para que desde Suiza se tome la decisión", anunció Alonso en relación a quiénes serán los designados para encabezar la nueva etapa de la AUF.

El martes 21 de agosto, la FIFA anunció a través de un escrito firmado por su secretaria general, Fatma Samoura, la intervención con efecto inmediato de la AUF hasta febrero del año próximo.

Los argumentos para intervenir la AUF, según la FIFA, fueron la poca transparencia que tuvo el proceso electoral para la presidencia de la entidad, así como la imposibilidad de que el organismo uruguayo votara un nuevo estatuto que se ajustara a los requisitos internacionales. EFE