Déborah Rodríguez entrena físico y mental para Tokio tras frustración de Río
La atleta uruguaya Déborah Rodríguez se entrena física y mentalmente para los Juegos Olímpicos (JJ. OO.) del 2020 en Tokio tras la frustración que sufrió en el 2016 en Río de Janeiro, evento deportivo en el que fue fuertemente criticada por no llevar ninguna medalla a Uruguay.
"Después de los JJ. OO. de Río 2016 tuve un bajón bastante grande", explicó la deportista a Efe después de una sesión de entrenamiento.
La joven de 25 años, que empezó a correr a los 4 años y lleva desde los 14 haciéndolo de manera profesional, narró que en los pasados Juegos Olímpicos sintió como los más de 3 millones de habitantes de su país estaban "expectantes" por su resultado.
"Recibí muchas críticas, críticas que me dolieron muchísimo", recordó y contó que en ese periodo se planteó dejar de correr.
La corredora decidió volver al ruedo después de dos meses de vacaciones y terapia, aunque la lesión que sufrió en el 2017 no le ayudó a recuperarse plenamente como estaba buscando.
"El secreto es, más allá que uno esté mal, que uno nunca tiene que cerrar los ojos y nunca (tiene que) desistir. Y fue lo que yo hice, así estuviera mal, así lloraba angustiada... me iba a entrenar y daba el máximo", recalcó Rodríguez.
Por ese motivo, la ganadora de la medalla de bronce en 400 metros vallas en los Panamericanos de 2015 cree que "la parte emocional y psicológica es súper importante", ya que la figura del atleta "no solo se compone de lo físico, sino también de lo mental".
"El cuerpo puede estar preparado al 100 %, pero si psicológicamente no estás preparado el resultado no se va a dar", recalcó.
Además de empezar a trabajar con un terapeuta y un "coach" para recuperar la confianza en sí misma, Rodríguez decidió mudarse a Estados Unidos y centrarse en los 800 metros llanos, dejando así a un lado los 400 metros vallas.
"En un par de semanas me voy a Filadelfia donde voy a estar entrenando con la mejor de Estados Unidos y la mejor de Jamaica. Que son mejores que yo y que me van a ayudar a alcanzar otro nivel. Es lo que las personas necesitamos para poder mejorar", anunció.
La atleta tiene los ojos puestos en los próximos juegos Panamericanos y en la clasificación para los próximos Juegos.
En lo referente a los JJ. OO. de Tokio 2020, señaló que va a ser toda "una experiencia", ya que el sistema de clasificación cambió.
"Ahora es como el tenis, hay que generar puntos, o sea, que hay que correr mucho más y estar más en forma todo el año", detalló.
La corredora prefiere no hablar de los resultados o medallas que conseguirá en las que serían sus terceras olimpiadas, pues en su opinión el atletismo es una modalidad en la que "todo puede pasar" debido a las muchas variantes que se pueden dar.
Rodríguez sabe que en algún momento van a aparecer "chicas que son mejores" que ella y se tendrá que apartar de la pista.
"Estoy estudiando comunicación. Me gusta mucho la comunicación y el periodismo y el márketing corporativo", apostilló y comentó que tuvo la oportunidad de trabajar como reportera en Estados Unidos y que fue una experiencia que le gustó mucho.
También se metió en el mundo del modelaje, aunque no lo hizo para convertirse en una maniquí sino para demostrar que las atletas no pierden su feminidad por tener músculos.
"Uruguay es un país conservador con ideas como: 'no quiero que mi hija haga fútbol porque va a ser machona' o 'no quiero que corra porque le van a quedar los músculos muy grandes'. Y eso es una mentira", recalcó la montevideana.
La coronada con la medalla de oro sudamericana en 400 y 800 metros en categoría sub'23 dijo que la gente hasta le ha llegado a preguntar por qué salía maquillada o con la manicura hecha en las carreras de los JJ.OO., algo que a ella le parece completamente normal.
"Creo que mostrar esa feminidad es súper importante para cambiar esos preconceptos que tenemos como país y cultura", dijo la veinteañera, quien también usa las redes sociales para trasmitir esos mensajes, sobre todo Instagram, cuenta en el que le siguen más de 13.300 personas.
EFE