Lo cierto es que en la AUF -¡esas ideas brillantes!- se quiso perjudicar la vuelta rápida del rival a Sidney donde cuatro días después se debe disputar la revancha.

Lo primero que hicieron los australianos fue abandonar el operativo de regreso en Lan Chile, cuyo vuelo del sábado habían copado, y, obviamente, contrataron un charter.

Ahora llegan las declaraciones del ayudante de Guss Hiddink: Graham Arnold dijo que el cambio de horario les favorece a ellos.

"Jugar por la noche, con menos calor, será un favor que le harán al seleccionado australiano", afirmó.

Explicó que sus jugadores llegarán del frío del hemisferio norte -recordar que la mayoría de ellos juegan en Gran Bretaña- y no estarán muy habituados al calor".

Además, agregó Arnold, nos dará más tiempo de descanso para el encuentro en el Centenario y Uruguay tendrá menos horas para aclimatarse, a la vuelta en Sidney".

Mientras, Eugenio Figueredo está en la sede de la FIFA interesándose por aspectos relacionados con el repechaje mundialista.

El presidente de la AUF viajó el martes hacia Zurich donde participará de algunas reuniones de comisiones.

Antes de tomar el vuelo, dijo, según el diario La República de este miércoles, "No podemos quedarnos quietos y tampoco aceptar presiones de Australia que no tienen fundamento, por lo tanto jugaremos nuestro partido".

Figueredo se pondrá al tanto de todas las gestiones realizadas en FIFA por Australia en los últimos días.

Además, según La República, intentará aclarar los hechos de violencia ocurridos en la llegada de Australia en el repechaje de hace cuatro años y estará atento a las designaciones de árbitros para los partidos del 12 y 16 de noviembre.