Por la mañana el plantel se movió en dos etapas, primero en cancha y luego en la sala de musculación, por la tarde se hizo una tercera sesión de trabajo. Entre los jugadores hubo varias ausencias significativas pero con aviso; la única excepción de Alberto Silva que no se enteró que los trabajos empezaban hoy.

Luis Suárez, que estaba en España, llegó en la madrugada y se incorporó recién en el movimiento de la tarde. Por su parte a Juan Albín y Gonzalo Castro, integrantes del plantel de la selección que enfrentó a Galicia, les fue prolongada la licencia hasta el próximo domingo.

Entre los jugadores que se movieron en Los Céspedes, hubo tres juveniles ascendidos de tercera: Damián Paz, el camerunés Oswal y el zaguero Da Rosa. También estuvieron Alexis Viera y Agustín Viana, las dos incorporaciones que ya realizó el equipo tricolor.

Martín Lasarte confirmó en conferencia de prensa que aspira a que lleguen al club un jugador por línea y, en algunos casos, dos. Por ahora se mantiene en pié la posibilidad para la llegada del argentino Matías Donett y ahora se suma un clásico, Antonio Barijho, siempre presente como rumor en los períodos de pases en Uruguay. Todavía está pendiente la situación de Gabriel Alvez, uno de los jugadores cuyo contrato expiró pero que aún no ha sido confirmado como baja del club.

Según averiguaciones realizadas por el servicio informativo de El Espectador, el pase de Agustín Viana a Nacional es casi un negocio familiar.

El volante de Bella Vista y selecciones juveniles uruguayas es sobrino del presidente Ache, y la familia Viana-Ache habría sido la financiadora de la llegada de uno de sus integrantes al club tricolor.

Según la investigación, la familia del volante pagó 114.000 dólares a Bella Vista para que Agustín pasara a Nacional. 30.000 fueron entregados como seña el año pasado y 84.000 esta semana, poco antes de que venciera la reserva.

También según la investigación realizada, el dinero entregado por la familia al club paso casi íntegramente a un acreedor del club.