El profesor Ricardo Piñeyrúa analizó el saldo de un Mundial que puede traer reformas en el deporte más popular.

El fútbol tras Alemania 2006

Cada mundial es el punto máximo del fútbol. Esta vez fue para Italia. Y el ganador reflejó, quizás como nadie, el juego deslucido que reinó en Alemania 2006. No aparecieron las grandes figuras. Faltó el brillo brasileño o argentino y primó la eficiencia táctica europea. El profesor Ricardo Piñeyrúa analizó el saldo de un Mundial que puede traer reformas en el deporte más popular.

(Emitido a las 9.10)

EMILIANO COTELO:
Finalmente fue para Italia, los dirigidos por Marcello Lippi se quedaron con la Copa Mundial de la FIFA, Alemania 2006.

ANDRÉS GIL:
Sí, y fue la cuarta vez que la "azzurra" termina en lo más alto del podio, después de los éxitos anteriores de 1934, 1938 y 1982.

EC - La estadística lo marcaba: en función de los antecedentes las probabilidades de que ganara un equipo europeo eran muy altas.

AG - Es verdad, la historia señala que, con apenas una excepción –la de Brasil en Suecia 1958–, cada vez que el Mundial se jugó en Europa ganó un equipo europeo. Y esta vez, además de Italia, la que ganó fue la estadística, porque los cuatro semifinalistas fueron europeos.

EC - Lo cierto es que para muchos fue un Mundial "mediocre", sin grandes novedades tácticas, aunque al mismo tiempo la táctica generalmente predominó sobre la técnica, llevando entonces a que muchos partidos se hicieran definitivamente aburridos.

AG - Tampoco surgieron nuevos grandes jugadores, y para colmo algunos de los nombres que habían generado más expectativa en lo previo, fallaron, no estuvieron a la altura de las circunstancias.

EC - Pero más allá de estas primeras evaluaciones generales que hacemos Andrés y yo –que ¿a quién le pueden importar?- vale la pena que sobre lo que pasó dentro de la cancha y lo que ocurrió fuera de los estadios aprovechemos la experiencia directa que en Alemania acumuló el profesor Ricardo Piñeyrúa, director de 13a0, que regresó este fin de semana.

Hay cierto consenso en cuanto a que fue un campeonato mediocre en materia de fútbol, sin grandes novedades en lo táctico, sin jugadores que sobresalieran demasiado, con demasiados partidos aburridos dominados por la especulación, por los planteos más bien avaros. ¿Tú tuviste esa misma sensación?

RICARDO PIÑEYRÚA:
Sí, me quedó esa misma sensación, que incluso se reflejó en la falta de emoción que hubo en la mayor parte de los partidos. Salvo el partido Alemania-Italia, que fue realmente emotivo porque uno sintió que pasaba algo, en el resto de los partidos siempre me faltó esa cosa que en el fútbol es necesaria, esa sensación de que algo va a pasar, pero era como que no pasaba nada.

EC - ¿Pero fue realmente peor que los últimos tres o cuatro mundiales?

RP - Fue bastante parecido al de Japón y Corea. Pero fue diferente del Mundial de Francia, en Francia hubo otro fútbol, otra cosa más atractiva, más figuras, equipos más importantes. De hecho no se debería descuidar el dato de que Francia con cuatro jugadores que ganaron ese mundial hace ocho años y que quedó eliminada y sin hacer un gol en el mundial anterior, con muy pocos retoques y jugando casi el mismo fútbol terminó jugando la final.

AG - De todos modos tampoco hay muy buenos recuerdos en lo futbolístico de algunos mundiales, por ejemplo el del 90 o el del 94, quizás el del 98 fue una excepción.

RP - Sí, el del 90 fue quizás un punto de quiebre que incluso llevó a que se buscara tomar medidas para tratar de cambiar el fútbol de fuerza, de violencia, de golpe que se había dado en los campeonatos del mundo, para tratar de generar un fútbol espectáculo. Hay una contradicción, incluso hay quienes dicen que el país con menos pasión futbolística fue el país en el que empezó el cambio del fútbol, que dejó de ser una cosa de hombres que se pegaban para transformarse en un juego que deleitaba. Me refiero a Estados Unidos. De cualquier manera, recién en Francia se vio un gran Mundial y este, más allá de que Blatter dice que fue uno de los mejores, desde el punto de vista de lo que pasó dentro de la cancha no fue atractivo.

EC - ¿Por qué? ¿Tenés alguna interpretación? ¿Por qué hubo tan pocos goles, por ejemplo?

RP - Yo tengo una idea, una interpretación personal, una cosa que se me fue generando con el paso del tiempo. Hay un problema incluso de comparación, uno compara lo que ve en un campeonato del mundo con lo que ve en otros lados, y cuando ve un partido del campeonato del mundo está viendo una selección nacional que no siempre es una selección, que tiene un gran trabajo.

Blatter dijo el otro día "se terminó con tiempo para que se pudieran preparar bien los equipos". Y es cierto, porque estamos hablando de 20, 25 días de trabajo colectivo, al fin de una temporada, porque más de la mitad de los jugadores que participaron en el campeonato del mundo jugaron en las ligas europeas, están terminando la temporada realmente agotados. Entonces se juega el campeonato del mundo sin encontrar el mejor fútbol, que de repente uno sí encuentra cuando ve un partido entre el Barcelona y el Chelsea, y lo compara, porque uno ve el Chelsea con estrellas de los mejores equipos del mundo, con un trabajo de un año, un equipo que juega uno o dos partidos por semana, ese es el nivel de fútbol más alto, más alto incluso que el del mundial.

AG - Se nota también en la cantidad de lesiones, quizás en el momento máximo de exigencia se encuentran con un momento de fragilidad a nivel de lo físico.

RP - La cantidad de lesiones que se dan antes de que empiecen los campeonatos e incluso dentro de los propios campeonatos. Vieira se lesionó corriendo solo, el lateral derecho de Portugal se dobló un tobillo y se lesionó solo. Estamos al final de la temporada, los jugadores están más para...

EC - ¿Es eso, o es el piso de las canchas? Se especuló con eso también.

RP - ¿En serio? (Se ríe.) Lo único que faltaba.

EC - Que era demasiado duro, que había riesgos de patinar.

RP - No, se da ese hecho, no son grandes equipos sino que son representaciones nacionales que no tienen trabajo colectivo, que sus integrantes juegan en otros países, que están al final de la temporada. Lo que sí hay es que hoy el Mundial es una de las pocas cosas en las que se sigue reflejando un espíritu nacional. En un mundo muy globalizado el Mundial sigue teniendo esa cosa de la nación, de la patria, del país, y ahí está gran parte de la pasión que despierta, que va mucho más allá del fútbol que se juega.

En Alemania no había una casa que no tuviera la bandera, no había un alemán que no tuviera un escudo, una gorrita, que no estuviera identificado con la selección. Y lo mismo pasaba con los miles y miles que fueron desde distintos países. Pero tampoco era una cosa que si no ganaban el Mundial era horrible, porque los alemanes terminaron terceros y festejaron, los portugueses se fueron felices, y seguramente los franceses sufrieron en la final pero después estaban contentos porque su país había llegado. Hay un montón de elementos que juegan, el agotamiento, la falta de trabajo, que no son los mejores equipos, el momento en el que se juega y esa presión nacional sobre los jugadores.

AG - Emilliano decía "lo táctico primó sobre lo técnico", hablaba de especulación; no en vano fue el Mundial con menos promedio de goles por partido después del de Italia.

EC - ¿Cuál fue el promedio?

AG - Me faltó sumar los números, pero está en el orden del 2,30, cuando el más bajo había sido el de Italia con 2,21 goles por partido. ¿Pasa un poco por ahí? ¿El miedo a perder termina dando que el orden táctico termine primando sobre todo?

RP - Cuando los equipos no tienen una capacidad futbolística desarrollada por el trabajo continuo siempre apuestan mucho más al ordenamiento defensivo que es lo que da seguridad. Lo que dicen acá los técnicos, que los equipos se arman de atrás para adelante –es toda una discusión, no digo que esté bien ni que está mal, pero es lo que dicen los técnicos–, es lo mismo que piensan los técnicos de las selecciones, las selecciones se arman de atrás para adelante. Lo primero es no perder, entonces tienen trabajo defensivo, buen equilibrio pero cuando llega la hora de la definición prácticamente está solo la capacidad creativa de los jugadores. Si no aparece el jugador, si no aparece Ronaldinho, si no aparece Ronaldo, Brasil no juega, Brasil es muy fuerte defensivamente pero no tuvo capacidad para hacer goles.

En definitiva Italia sale campeón del mundo con ese promedio de goles, tuvo un promedio de goles de 2 a 0,1, estuvo en el promedio y eso fue lo que le permitió ganar el Mundial. Cuando no hay herramientas futbolísticas tácticas, incluso individuales porque no hay una gran potencialidad, todo se reduce a cuidemos la pelota.

No estoy muy de acuerdo con algo que se maneja mucho. Creo que hoy existe un dominio de la técnica a alta velocidad tan expandido que es muy difícil hacer diferencias.

EC - Desarrolla eso un poquito más.

RP - Vos veías a todos los equipos y era muy difícil encontrar un jugador que no tuviese la técnica de sacarse un jugador de arriba, de hacer un dribbling, de tocar de primera, de ir a buscar la pelota, de devolver, como era muy difícil encontrar un jugador que no tuviera la velocidad de anticipo para cortar esa jugada, para desmarcar. Se ha desarrollado de tal manera el fútbol en cuanto a la velocidad, la potencia física y la capacidad técnica para jugar a esa velocidad, que se hace muy difícil jugar. Entonces pasa eso que aburre, un toque, tocan para los costados, van para un lado, van para el otro, porque están buscando el momento de poder explotar algo diferente. Hay una vieja frase de Maturana que dice que el problema del fútbol es que la cancha se acorta, pero hay que tener la inteligencia de saber que nunca se angosta. Los equipos juegan para los costados, tratan de esperar el momento para ver si pueden meterse en profundidad. Pero es muy difícil porque todos juegan muy bien.

EC - Desde la audiencia aparecen otros factores. Julio, de Malvín, entiende que no estamos diciendo nada sobre los jueces: "el arbitraje fue muy malo y muy controversial". Y Fernando habla de algo que tiene que ver con eso: "El campeonato del mundo dejó de ser atractivo desde que comenzaron a disputarse partidos en segunda ronda a matar o morir, y muchos de ellos terminan definiéndose por penales en un régimen bastante azaroso. Hasta Alemania 74, cuando clasificaban a segunda ronda y se formaban dos series en las cuales cada equipo disputaba por lo menos tres partidos y el mejor de cada serie disputaba la final, ahí no incidían los árbitros de forma brutal ni tampoco los equipos que iban a especular".

RP - Eso fue hasta España 82, se jugó así. Eso es tan discutible... porque en las series de tres siempre está aquello de "me conviene no perder, en el último partido tengo la posibilidad de ganar", en los partidos de ida y vuelta o de definición a morir como estos a veces aparecen equipos que se juegan a más y otros que no. Por ejemplo el partido Italia-Alemania fue bien claro, en el arranque del alargue Lippi cambió totalmente el equipo y hace un equipo totalmente ofensivo porque siente que ahí puede ganar pero si va a los penales probablemente pierda.

Con respecto a los árbitros no tengo la sensación de que haya habido decisiones que hayan dejado por el camino a equipos. Errores hubo muchísimos, incluso Italia se vio beneficiada con un penal contra Australia muy discutible.

EC - Un apunte sobre esta cuestión en particular. Está claro que en los estadios se está viendo en pantalla gigante la transmisión de los partidos. Entonces, en esa transmisión que se ve en el estadio, ¿aparece el replay de las jugadas polémicas?

RP - No, no aparece ningún replay; mejor dicho, aparece sólo el replay de los goles, las jugadas de los goles, cuando hay un gol esa jugada sí se repite por la pantalla gigante. Debe haber habido algún director especial que en el momento en que se empezaba a mover aquel logo del Mundial anunciando que venía la repetición ponía una imagen casi fija del estadio, como una cámara fija que está en algún lado que mostraba una panorámica del estadio.

EC - Los jueces no podían recurrir al replay para resolver sobre una cuestión polémica.

RP - No, ni los jueces ni la gente debería verlo. Eso no quiere decir que no se les escapara alguna, a veces se les escapaba. Por eso digo, debe haber habido alguna persona o alguna computadora que en el momento en que empezaba el replay ponchaba; debe haber sido una persona porque más de una vez empezaban a mostrar el replay y se cortaba, y alguna vez se vio completo. Ayer los colegas de Canal 4, a quienes estuve escuchando, dijeron que la jugada del cabezazo (de Zinade) no se vio pero que se había visto otra jugada que fue muy polémica y generó mucho descontento.

EC - Un dato sintomático a propósito de lo que veníamos hablando –y tú dijiste algo al pasar respecto de la capacidad de anticipo de los defensas– es que alguien que marcó la diferencia en este mundial fue el jugador finalmente fue electo como el mejor, Fabio Cannavaro, un defensa –algo poco común– que tiene 32 años. ¿Para vos era uno de los candidatos a mejor jugador? ¿Tenías algún otro nombre?

RP - Ahora me queda la duda de si fue Cannavaro o Zidane finalmente el electo.

EC - Esta mañana se confirmó que fue Zidane, nuevamente le dieron el Balón de Oro.

RP - Y Cannavaro fue elegido segundo por una diferencia de muy pocos puntos.

AG - Además seis de los diez postulados a mejor jugador eran defensas.

RP - Sí, sólo había dos delanteros.

AG - Estaba Ballack por ahí en el medio.

RP - Era una forma de decir "vamos a poner a alguien de Alemania" porque quedaba muy feo. Eso te demuestra que el nivel futbolístico desde el punto de vista ofensivo, creativo no fue bueno, pero incluso que el goleador del campeonato del mundo en vez de salir de los partidos finales, como habitualmente pasa, salió de los partidos iniciales. Habitualmente sucede que el Mundial se va desarrollando y en un momento determinado, cuando explota, a partir de octavos, aparecen las grandes figuras. No aparecieron las grandes figuras, Zidane es considerado el mejor jugador del mundo casi hasta afectivamente, porque casi estaba eliminada Francia, él volvió, jugó muy bien –porque jugó muy bien, no digo que no haya jugado muy bien–, hizo goles importantes, tuvo algunas jugadas... pero tampoco es una cosa que uno diga "che, qué bárbaro Zidane, no lo podían parar". Jugó dos partidos bien.

AG - Sí, contra España y...

RP - Los necesarios quizás.

AG - Sí...

RP - En la primera fase no apareció, incluso se fue suspendido por doble amarilla, un partido no jugó, y terminó siendo expulsado por una agresión. No es aquello que vos veías algunos jugadores y decías "¡Pa, qué impresionante!". Uno miraba el Mundial y se acordaba de Suker, de Hagi, que no eran jugadores de las grandes selecciones, pero "vamos a ver a Rumania que juega tal". No. Ucrania para mí fue una decepción, yo tenía una expectativa muy grande con República Checa y fue una decepción.

EC - ¿Cabe la posibilidad de tomar medidas para revertir este estado del fútbol en los campeonatos mundial? Porque ha circulado la noticia de que la FIFA tiene en estudio algunas reformas.

RP - Hay algunas reformas que se vienen discutiendo en el fútbol desde hace mucho tiempo.

EC - Se habla incluso de agrandar los arcos, por ejemplo.

RP - Habría que hacer la siguiente ecuación: lo que cambió fundamentalmente en los últimos 30 años fue la capacidad del hombre de recorrer el terreno de juego. Hace 30 años se estimaba que un jugador corría cuatro o cinco kilómetros por partido, y hoy hay jugadores que corren 12. Y eso en un espacio que no se agranda, por lo tanto los espacios libres son menores.

Entonces hay varias alternativas: una que desde el punto de vista de los costos es prácticamente imposible, que es agrandar la cancha, pero es imposible porque significaría modificar la estructura del fútbol de todo el mundo, la cancha no se puede agrandar o se puede agrandar mínimamente; entonces se puede agrandar los arcos para ver si se hacen más goles, y otra es sacar un jugador, que también tiene muchos costos incluso humanos y sindicales, andá a sacarles a las mutuales "vamos a sacar un jugador por equipo", pero desde el punto de vista del fútbol puede ser una solución. Las otras que se han buscado han ido por el lado de la velocidad del césped y no sería descartable que en breve tiempo el césped sintético empiece a ir sustituyendo paulatinamente al natural, primero porque su mantenimiento es mucho más fácil y segundo porque es mucho más rápido.

AG - Ya se jugó un Mundial juvenil en Perú.

RP - Exacto, y ya hay canchas en las cuales se juega oficialmente que tienen inyectado césped sintético, o sea combinados natural y sintético, que creo que va a ser la alternativa que van a seguir. También se ha trabajado mucho sobre la pelota, que es cada vez más liviana y más veloz.

AG - Cada vez más imprevisible.

EC - Preguntales a los arqueros.

RP - Se van a ir viendo fórmulas, pero el fútbol es muy conservador, debe ser uno de los deportes más conservadores que existen en cuanto a las modificaciones de sus reglas, la única modificación que tuvo la ley del offside entre 1913 y 1920 fue que en vez de estar adelantado puede estar en la misma línea, y eso fue considerado un avance formidable.

AG - ¿Cómo pensás que incide el tema de la globalización, de las comunicaciones? El hecho de que no aparezcan grandes sorpresas en los mundiales, ¿tiene que ver con que cada vez sabemos más del fútbol que se practica en cada país, entonces que surja un juvenil que sorprenda es cada vez más difícil? Y al mismo tiempo cada vez se conoce más al rival y por eso cada vez tenés más herramientas para que lo táctico siga predominante.

RP - Sí, siempre recuerdo cuando Uruguay fue al Mundial de Alemania en el 74, que salió de aquí saludado como campeón y cuando llegó a Alemania recibió una paliza de Holanda que fue terrible. Nadie sabía quiénes eran los holandeses, para nosotros iba a ser una pavada, los holandeses que andan de zuecos en los molinos recogiendo no sé qué... Y los holandeses les dieron una paliza. Pero la revolución holandesa en el fútbol ya venía del Ajax, era un equipo que ya había sorprendido a Europa, pero vos no lo veías, no lo conocías, no sabías quiénes eran.

EC - Eso no tiene arreglo, sobre ese factor, el peso de las comunicaciones y la circulación de la información.

RP - Por eso, ha cambiado totalmente, hoy vos sabés exactamente quién es cada uno, ves permanentemente a cada uno de los jugadores y a cada uno de los equipos y sabés cómo juegan. Prácticamente todos los equipos juegan igual, vi un solo caso de una marca al hombre, Serbia puso un volante a marcar a Riquelme, y lo sacó cuando terminó el primer tiempo. Ya nadie marca más al hombre, todo el mundo marca en zona, no hay ninguna línea de la cancha que no tenga cuatro jugadores, o es cuatro-tres-tres, o es tres-cuatro, pero en el ancho de cancha siempre hay cuatro jugadores. Lo de Carrasco de tres-tres-uno-tres no existe en el campeonato del mundo, no hay nada nuevo. Después es cuidar la pelota, agruparse, interceptar, cuidar la pelota, tener paciencia.

AG - Casi los únicos partidos que terminan siendo entretenidos son aquellos en los que participan africanos. Capaz que porque ellos son los más primitivos desde ese punto de vista.

RP - Sí, son los más ingenuos. Había que ver cómo Ghana marcaba a Brasil parado en la mitad de la cancha y cada vez que Brasil tiraba la pelota para delante llegaban cuatro brasileños solos. Incluso por eso no han podido tener una buena actuación, porque tienen una gran ingenuidad colectiva.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Alexandra Hahn