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Yo, El Supremo

El garrochista argentino Germán Chiaraviglio se llevó la medalla de oro que correspondía a su especialidad en el XI Mundial Juvenil, Beijing 2006. Este domingo termina esta justa internacional.

Se veía venir. Pidió la barra a 5,20 y la superó en el primer intento. No saltó a 5,30. Lo intentó a 5,36 y volvió a superar la dificultad en el primer salto. Ya había conseguido, en el peor de los casos, la medalla de bronce. Sólo, y luego de dos saltos, le quedaban como rivales el chino Yansheng Yang y el ruso Leonid Kivalov.

 

La barra fue elevada a los 5,42. El argentino optó por no saltar. El chino la superó en su segundo intento. El ruso, en el tercero y último.

 

Ya estábamos en los 5,48. El chino, esta vez, se reservó para una altura superior. Germán necesitó dos saltos para alcanzar un salto perfecto. El ruso, no lo consiguió. Chiaraviglio ya tenía asegurada la medalla de plata.

 

La barra fue a parar a los 5,54. El transplatino y el oriental se miraron frente a frente, en este mano a mano que comenzaba a ser espectacular. En el primer salto, ambos fracasaron. En el segundo, el argentino pasó limpio y el chino la quedó. Pero, éste en su último intento, puso la igualdad. El ruso ya era medalla de bronce.

 

El próximo tope se colocó en los 5,60. El mano a mano fue espectacular. Ambos fracasaron en sus dos primeros intentos. Les quedaba uno a cada uno. Germán corrió, apoyó la pértiga, voló y pasó la barra. Era el turno de esperar al chino. Yang no pudo y se quedó con la medalla de plata.

 

El oro era para el argentino, para la federación de su país y para América del Sur. Era la segunda medalla, la primera e oro. En la jornada anterior, la brasileña Wanda Gomes había conquistado la plata en la final de los 200 metros llanos.

 

Con la presea en su bolso, pidió que le subieran la barra a los 5,71 metros. Ya saltaba para la tribuna y para la gente que ama el deporte. Primer salto y cayó la barra. Segundo salto y aplausos a granel.

 

Parecía que la gente hubiera dicho en mandarín, "¡una más y no jodemos más!". La barra se fue a parar a los 6,81 metros.  Un, dos y tres intentos, y no llegó el salto correcto. Aplausos y despedida para un excelente deportista, que ganó por muerte en su especialidad.

 

Francisco [Paco] Fernández

 

Nota: las fotos fueron editadas de los originales publicados en el portal de la Federación Internacional de Asociaciones Atléticas.