Análisis Económico

Tea: sería sorprendente que la inflación terminara dentro de la meta

La inflación de julio fue de 0,83% por lo que la suba de precios en los últimos 12 meses fue de 8,03%. "Nos tendríamos que sorprender mucho si la inflación terminara dentro de la meta" del 6,5% fijada por el gobierno para fin de año, dijo el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte. "La situación actual es que tenemos un nivel de inflación superior al rango objetivo desde hace varios meses, todavía no vemos una tendencia declinante en los datos", agregó.

(Emitido a las 7.40)

EMILIANO COTELO:
A esta altura se hace cada vez más difícil cumplir con la meta de inflación que el gobierno fijó para este año.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó ayer que el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó en julio 0,83%, superando las previsiones de los analistas que, según la encuesta de expectativas que realiza el Banco Central (BCU), habían estimado que sería de 0,4%. La inflación de julio fue el doble de las estimaciones de los analistas.

Con esta cifra, en los 12 meses cerrados al 31 de julio de 2007 la inflación se ubicó en 8,03% y en los primeros siete meses de 2007 alcanzó a 6,38%.

El gobierno tiene como meta una inflación en el rango de 4,5% a 6,5% para 2007 y de 4% a 6% para el año que cierra el 30 de setiembre de 2008.

¿Cuál es la situación en estas condiciones? ¿Qué perspectivas hay por delante? ¿Qué importancia puede tener el hecho de que no se cumpla la meta de inflación?

Vamos a conversarlo con Pablo Rosselli, de Tea Delloite.

***

Pablo, tengo la impresión de que no alcanza con poner esta noticia de ayer en los titulares, necesitamos comentarla, examinarla un poco más a fondo.

En primer término, ¿tú eres de los sorprendidos por el dato de julio?

PABLO ROSSELLI:
Sí y no. La inflación fue un poco más alta de lo que preveían en general los analistas, ya que la encuesta de expectativas apuntaba a 0,4% y nosotros a principios de mes habíamos proyectado 0,5%. Pero luego tuvimos subas bastante importantes de las carnes, y a su vez sabíamos que la posición de julio, con los efectos que pudiera tener la Reforma Tributaria, era particularmente difícil de prever, con lo cual el margen de error para este mes era claramente mayor a lo que habitualmente uno podría considerar.

El primer punto a tener en cuenta es que hay que ser bastante cuidadosos con la interpretación de los resultados.

EC - ¿En qué sentido?

PR - De los efectos de la reforma. Un primer elemento es que la economía viene desde hace varios meses con presiones inflacionarias persistentes, que hacen que los precios tiendan a subir, a pesar de que por reducciones de impuestos algunos precios debían bajar.

Cuando miramos la evolución por rubro y subrubro que comunicó el INE, en realidad hubo muchos rubros que bajaron y hubo otros que subieron pero que quizás habrían subido más de no mediar la reforma.

EC - Eso fue lo que dijo ayer el ministro Danilo Astori cuando contestó opiniones o declaraciones según las cuales la Reforma Tributaria habría generado inflación. Astori dijo: "Eso es exactamente al revés, la Reforma Tributaria solo ha originado disminuciones de precios. Lo que ocurre que es que esas disminuciones de precio se han visto compensadas por el efecto contradictorio de la inflación importada y los factores climáticos. Digo más: si no hubiera sido por la Reforma Tributaria hoy tendríamos una inflación bastante superior a la que estamos teniendo".

¿Ibas por ahí?

PR - Hay dificultades para sacar conclusiones rápidas sobre cuál fue el efecto total de la rebaja de impuestos en los precios. Valdría la pena revisar cómo se comportaron los rubros.

EC - Adelante.

PR - Hubo muchos rubros con caídas de precios que seguramente responden a la Reforma Tributaria, no sabemos cuánto habrían subido esos rubros (eso amerita un poco más de análisis, que probablemente haremos en los próximos días), pero tuvimos rebajas en los alimentos de la canasta básica que no son de origen agropecuario, por ejemplo café, yerba, té; en las bebidas; bajaron las tarifas de electricidad y gas por la reducción del IVA (ya habían bajado en junio por reducción de aportes en el caso de la electricidad); bajaron los medicamentos, los servicios de transporte, las comunicaciones, los servicios telefónicos, los equipos de audio, los televisores.

Pero también hubo subas, de dos orígenes. Por la reforma encontramos tres incrementos: subió el agua (porque se extendió el IVA a partir de un consumo superior a un límite que establecía la reglamentación); subió el tabaco 18%, porque pasó a tributar IVA, que antes no tributaba (la suba del tabaco tuvo una incidencia de dos o tres décimas en el IPC); y subieron las cuotas mutuales en una situación bastante confusa.

En teoría no está claro que las cuotas mutuales debieran subir por efecto del IVA, porque dejaban de pagar el Imesa y las mutualistas podían empezar a descontar su IVA compras. Ahí hubo un incremento que el INE informó en 3%, lo cual tiene una incidencia de otras 3 décimas en el IPC. Quizás esta situación se revierta en agosto, aunque la confusión no va a quedar totalmente despejada porque en agosto está prevista la suba habitual de la cuota mutual por incremento de costos.

Y luego tuvimos aumentos de alimentos que tienen que ver con la inflación internacional, subieron las carnes más de 2%, los lácteos y además tuvimos el ajuste de combustibles. Todo eso nos obliga a ser cautelosos al momento de sacar conclusiones demasiado tajantes sobre este punto.

EC - ¿Cuáles son las perspectivas a partir de estos números? ¿Por qué estamos con una inflación que en los 12 meses cerrados a julio se ubica en 8,03%, y en los primeros siete meses, de enero a julio, en 6,38%, cuando la meta del gobierno para este año a fin de año es 4,5% a 6,5%? El máximo sería 6,5% y ya hay cálculos hoy en la prensa de que para cumplir esa meta la inflación en los cinco meses que quedan tendría que ser como máximo de 0,11%.

PR - Desde el punto de vista de la posibilidad de cumplir la meta, que la inflación retorne al rango objetivo del BCU antes del cierre de fin de año, el número de julio no cambia mayormente el resultado. En julio tuvimos bajas de muchos precios, probablemente la inflación habría sido bastante más alta sin la reforma (si dejamos de lado ese efecto confuso de las cuotas mutuales), pero estamos teniendo presiones inflacionarias muy persistentes que tienen que ver con la suba de los precios internacionales y con el dinamismo de la demanda interna. Esas presiones podrían ser mitigadas por única vez más o menos en función de los resultados de la reforma, pero cualquier reducción de precios en julio, como las que hemos visto, no iba a cambiar esa tendencia, con lo cual antes de saber el número de julio ya nos parecía muy difícil que se cumpliera la meta de inflación de este año. Ahora con un 0,8% en lugar de 0,4% o 0,5%, es un poco más difícil, pero nos tendríamos que sorprender mucho si la inflación terminara dentro de la meta, solo podría ocurrir con caídas muy importantes de frutas y verduras en los próximos meses.

EC - No podemos dejar de tener en cuenta que ayer mismo se produjo un nuevo aumento de los combustibles, de 5,5%, y que todo indica que no será el último, que pueden llegar a venir nuevos aumentos, incluso muy cerca.

PR - Sin duda. La inflación de este año, aun contemplando rebajas en frutas y verduras que una vez que pase el invierno deberían producirse, probablemente va a ser superior a 7,5%.

EC - Para ustedes la inflación se ubicaría este año por arriba de 7,5%.

PR - Probablemente, tenemos que revisar nuestras proyecciones, pero parece difícil que baje de ese número.

EC - ¿Qué implica no cumplir la meta? ¿Qué implica pasarse en un punto, como mínimo?

PR - El primer elemento es que el cumplimiento de la meta no es el cumplimiento de la meta en diciembre, es el cumplimiento de la meta en todos los meses del año. En realidad desde hace varios meses, desde comienzos de este año ha sido superior al rango objetivo, el incumplimiento de diciembre no debería valer más que un incumplimiento en noviembre o en julio.

El punto central es que este desvío de la inflación no sea interpretado por los agentes como un abandono permanente de la preocupación del gobierno y del BCU por tener niveles de inflación reducidos.

EC - El ministro Astori ayer enfatizaba que pese a estos guarismos "la inflación está bajo control".

(Audio)

"DANILO ASTORI:
La inflación está bajo control, y quiero explicar una vez más qué quiere decir esto que reitero tantas veces. Es que los fenómenos que están explicando la evolución del proceso son fenómenos que a esta altura nosotros conocemos y sabemos cómo encarar. Por supuesto que algunos de ellos están fuera del ámbito del dominio de las decisiones de Uruguay, como los precios internacionales. Y también están fuera del dominio de las decisiones del gobierno los factores climáticos."

(Fin.)

EC - ¿Qué dices tú?

PR - Los factores climáticos han jugado negativamente, y seguramente cuando se normalicen las condiciones de oferta vamos a tener un abaratamiento de las frutas y verduras. Desde ese punto de vista hay un componente transitorio en estas inflaciones elevadas. De todas maneras, el segundo elemento para tratar de asegurar que la inflación vuelva al rango objetivo que tiene el BCU, que para fines de 2008 es de 4% a 6%, es perseverar en una política de restricción monetaria.

EC - Yo citaba esta declaración de Astori por el lado de que subraya que para el gobierno la inflación está bajo control, que en lo que puede controlarse está bajo control. ¿Qué importancia tiene percibir eso o no percibirlo?

PR - Un punto importante es qué está ocurriendo con las expectativas de los agentes. En general si uno mira la revisión que hacen los analistas que consulta el BCU o la evolución de las tasas de interés en pesos en el mercado, en los últimos meses ha habido una corrección al alza de las expectativas de inflación. El calificativo "bajo control" es relativamente impreciso, cada uno puede interpretarlo de distinta manera.

EC - Astori dice "los fenómenos que están explicando la evolución del proceso son fenómenos que a esta altura nosotros conocemos y sabemos cómo encarar".

PR - En ese sentido la frase es acertada, la inflación no es tan alta, no estamos en niveles de inflación extraordinariamente elevados y con el uso correcto de los instrumentos de política económica debería ceder. Por eso decía que perseverar en una política más restrictiva en términos monetarios, que lleve a un descenso del tipo de cambio nominal, a una apreciación de nuestra moneda, como está ocurriendo en muchos otros países exportadores de materias primas que tienen este mismo tipo de presiones inflacionarias, debería conducir a una reducción de la inflación en los próximos 12 o 18 meses.

EC - Una política monetaria más restrictiva con el correlato de un dólar más bajo.

PR - Un dólar nominalmente más bajo.

EC - Pese a que algunos sectores eso les va a molestar, les va a irritar, les va a preocupar.

PR - El gobierno tiene que manejar esos conflictos de objetivos entre tener una inflación más reducida y eventualmente tener un tipo de cambio más alto. Para que la inflación sea más baja la política monetaria debe seguir siendo restrictiva, debe permitir una apreciación nominal de la moneda. Otras políticas macroeconómicas podrían contribuir a bajar la inflación, por ejemplo evitar más aumentos del gasto público y probablemente también pensar en una moderación de las pautas de ajuste salarial para el año 2008, de manera que del lado del gasto público y salarios tengamos alguna mayor contención de la demanda interna, que por suerte está creciendo mucho en un período de recuperación de la economía.

EC - Tú incluyes el factor salarios. ¿De qué manera?

PR - A partir del año 2008 habrá nuevas rondas de consejos de salarios, y el gobierno establece habitualmente pautas de recuperación salarial. Si los salarios continúan recuperándose a razón de 4%, 5% anual en términos reales, del lado de la demanda interna vamos a tener empujes también significativos. Cuanto mayor sea el crecimiento de la demanda interna, mayor tendrá que ser el esfuerzo de la política monetaria para frenar la inflación. Desde ese punto de vista es más conveniente pensar en un esfuerzo repartido entre las distintas políticas, la política monetaria, la política fiscal y la política salarial o las pautas que el gobierno establece en las negociaciones.

EC - Pensando en el cierre de este año, ¿algunas de esas herramientas que has manejado permitirían terminar cumpliendo con la meta?

PR - Con una inflación de 6,4% acumulada en el año tendríamos que tener caídas del IPC. Podrá haber alguna en algún momento cuando las frutas y verduras bajen mucho, de lo contrario es muy difícil pensar en 6,5%. Por eso estamos pensando en 7,5% o alguna décima más.

Lo más relevante no es si se cumple la de diciembre o la de noviembre. La situación actual es que tenemos un nivel de inflación superior al rango objetivo desde hace varios meses, todavía no vemos una tendencia declinante en los datos que han sido publicados. Es importante que en los meses siguientes comencemos a ver una trayectoria a la baja de la inflación que nos permita pensar que en algunos meses más, probablemente después de diciembre, se encauce dentro del rango objetivo.