Análisis Económico

Los nuevos empleos en Uruguay

Análisis de la economista Sandra Pérez Ramos de Tea Deloitte.

(Emitido a las 8.35)

EMILIANO COTELO:
El lunes pasado, en nuestro habitual espacio de análisis económico estuvimos analizando las últimas cifras sobre el mercado de trabajo, que muestran una fuerte creación de empleos en la economía. Al finalizar la charla algunos oyentes nos hicieron llegar consultas que se referían específicamente a la calidad que tienen esos nuevos empleos.

Por esa razón, nos pareció oportuno retomar hoy la temática del mercado laboral y concentrarnos precisamente en esos temas: ¿Qué características tienen los nuevos empleos? ¿Qué nivel de salarios se están pagando? En general, ¿cómo es la calidad de los nuevos puestos de trabajo que se están creando? A continuación el diálogo será con la economista Sandra Pérez Ramos de Tea Deloitte.

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Sandra, si te parece bien comencemos repasando los principales números que comentaste el lunes...

SANDRA PEREZ RAMOS:
Muy bien, Emiliano. El lunes señalamos que las cifras del mercado de trabajo eran muy positivas. En particular, dijimos que la ocupación está creciendo y que la tasa de empleo, que mide la proporción de personas mayores de 14 años que efectivamente está ocupada, viene aumentando en forma sostenida desde 2003 y este año ha superado los máximos de la década pasada.

A su vez, también señalamos que en los últimos años se observó  un aumento importante del número de personas que buscan trabajo. De hecho, eso se reflejó en la tendencia creciente que mostró la tasa de actividad, que es una tasa que mide la proporción de personas que están buscando trabajo del total de la población en edad de trabajar. Y ese ratio, la tasa de actividad, también está en niveles muy elevados en términos históricos.

EC - Luego de este rápido resumen, concentrémonos entonces en las características de los nuevos puestos de trabajo que se están creando.¿Tenemos datos al respecto?

SPR - No específicamente de los últimos meses, pero hay un estudio relativamente reciente del INE sobre la calidad de los nuevos empleos que se basa en la Encuesta Nacional de Hogares Ampliada del primer semestre de 2006. Si bien se analizan datos de principios del año pasado y es un trabajo que se realizó por única vez, podemos presumir que los resultados que se obtuvieron refieren a características compartidas por los empleos nuevos y por lo tanto podríamos pensar que las conclusiones también son aplicables actualmente, aunque no hay información disponible que nos permita corroborar esa hipótesis.

EC - Muy bien. Entonces, ¿qué características son las más relevantes o las más destacadas en materia de nuevos empleos, según ese trabajo?

SPR - Bueno, en el estudio se analizan una serie de características de los empleos más nuevos, pero para ordenar un poco el análisis podemos hablar de tres aspectos principales: la edad de los trabajadores que ocupan esos nuevos empleos, el grado de formalidad que tienen y las remuneraciones que perciben.

EC - Comencemos entonces hablando de la edad de los trabajadores... ¿los más jóvenes son los que acceden mayoritariamente a esos nuevos puestos de trabajo?

SPR - En realidad los datos del INE señalan que un tercio de los empleos con una antigüedad inferior a 6 meses están ocupados por personas de menos de 24 años, otro tercio está formado por personas de entre 25 y 34 años y el tercio restante tienen más de 35 años. Uno podría pensar que la ponderación de los jóvenes en los nuevos empleos debería ser mayor, pero en realidad ese porcentaje es apenas inferior al que representan los jóvenes en el total de personas que busca empleo.

EC - ¿Y cómo son los empleos nuevos de acuerdo al grado de formalidad?

SPR - Bueno, la conclusión a la que se arriba es que los empleos con menor antigüedad tienen una alto grado de informalidad. Prácticamente la mitad de los puestos de trabajo que tienen menos de un año (es decir que se crearon en los doce meses previos a la realización del estudio) no realizan aportes a la Seguridad Social según el INE, una cifra que es realmente muy importante. A su vez, a medida que transcurre el tiempo hay un mayor porcentaje de empleos formales. De hecho, del total de empleos con una antigüedad mayor a dos años, es decir empleos que fueron creados hace más tiempo, sólo el 27% son empleos informales.

EC - Y por último ¿qué sucede con los salarios? Supongo que con ese grado de informalidad, los sueldos también son bajos...

SPR - Sí. Claramente los empleos de poca antigüedad, los empleos más nuevos, tienen remuneraciones menores que los empleos más antiguos, es decir que los trabajadores van ganando más a medida que transcurre el tiempo, lo cual es lógico.

EC - En definitiva entonces tenemos que los empleos más recientes están peor remunerados y presentan un mayor grado de informalidad que los más antiguos. O sea que, en general, estos puestos de trabajo tienen una menor calidad que el promedio.

SPR - Sí, esa es una conclusión correcta pero sólo para el primer semestre de 2006... porque reiteremos que todas las conclusiones de las que estamos hablando se refieren a ese período de tiempo en particular.

De todas formas, si bien este estudio muestra que los nuevos empleos en ese período fueron de peor calidad que el promedio, no deberíamos concluir que la calidad de los empleos en nuestro país se está deteriorando.

EC - ¿Por qué?

SPR - Porque la misma información que prepara el Instituto de Estadística muestra buenos resultados en materia de calidad de los puestos de trabajo en general: el porcentaje de empleos sin restricciones ha aumentado en los últimos años, la informalidad en el mercado de trabajo también ha bajado (eso quiere decir que el porcentaje de empleos que no tienen cobertura de seguridad social ha bajado sensiblemente en los últimos años), han crecido las remuneraciones de los trabajadores y también los ingresos de los hogares. Entonces, es razonable concluir que en Uruguay las personas primero acceden a empleos de menor calidad pero quizás, luego, esos empleos le permiten acceder a otros de una calidad más elevada, lo que incluye mayores remuneraciones y cobertura a la seguridad social.

Y esa es una de las justificaciones que proporcionan los que defienden que el Estado debe implementar políticas de incentivo a la creación de nuevos empleos, en base a normas laborales más flexibles para las empresas que por ejemplo contemplen empleos de carácter transitorio y sin cobertura de Seguridad Social.

EC - ¿Estas políticas están muy extendidas a nivel internacional?

SPR - Algunos países desarrollados han transitado por este camino porque esas políticas facilitan el acceso al primer empleo de las personas jóvenes o al empleo de los desocupados que ha estado desempleados por mucho tiempo y el acceso a ese empleo permite luego tener mejores puestos de trabajo. Sin embargo, también es cierto que estas políticas han generado un debate importante, sobre todo en algunos países de Europa, porque suponen un tratamiento diferencial entre los trabajadores.