Análisis Económico

¿La indexación es un problema para contener el aumento de la inflación?

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
La semana pasada el ministro de Economía, Danilo Astori, y el presidente del Banco Central advirtieron sobre el impacto negativo que podría tener el proceso de indexación de los salarios. El ministro Astori planteó que era necesario "avanzar en desindexar los acuerdos salariales", "extender el plazo de los acuerdos" e "ir a acuerdos por empresas", entre otros comentarios.

Dado que la inflación ha aumentado en los últimos meses y que tanto desde parte del gobierno, como también desde otros ámbitos, se sugiere que la indexación puede hacer más difícil el combate a la inflación, nos pareció adecuado dedicar el análisis de hoy al tema de la indexación salarial. ¿Cómo son los mecanismos de indexación salarial vigentes? ¿Son mecanismos que pueden alentar un aumento de la inflación? ¿Qué medidas de política podría promover el gobierno para evitar que el aumento de los salarios refuerce el incremento de los precios? Enseguida charlaremos de estos temas con el Economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.

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Pablo, para situar a los oyentes en el contexto, ¿cuánto han subido los salarios en los últimos años?

PABLO ROSSELLI:
Según los datos del INE, los salarios subieron 4,6% en 2005 y 4,4% en 2006 en términos reales. Como indican los números, hemos observado una recuperación salarial importante desde 2005. Ya hemos comentado en anteriores oportunidades que la recuperación de los salarios acompañó el aumento de la actividad que se observó a partir de 2005. Una economía creciendo a tasas elevadas favorece el aumento de los ingresos de todos los sectores, incluido el de los trabajadores.

EC - ¿Qué ha pasado en los últimos meses?

PR - Los datos del INE llegan hasta junio. En el primer semestre de este año los salarios reales aumentaron 4,5% con respecto al primer semestre de 2006. El ritmo de crecimiento siguió siendo muy bueno, a pesar de que la inflación también fue bastante alta.


EC - Es decir que tenemos una buena recuperación de los salarios. Ahora, ¿por qué se señala la indexación como un posible problema?

PR - En primer lugar, digamos que casi todos los consejos de salarios introdujeron cláusulas de recuperación salarial y cláusulas de ajuste según la inflación. El porcentaje de recuperación real surge de negociaciones en torno a una pauta sugerida por el Poder Ejecutivo, de entre 3,5% y 5,5% para el período comprendido entre julio de 2006 y diciembre de 2007.

En segundo lugar están las cláusulas de ajuste según la inflación. Y aquí es donde nos tenemos que detener, porque las cláusulas son, básicamente, según la inflación futura o esperada, pero además, en algunos casos, hay cláusulas "correctivas", que ajustan los salarios según la inflación pasada.

EC - Veamos esto un poco más; los consejos de salarios introdujeron un mecanismo de ajuste según la inflación futura, ¿Cómo se determina la inflación futura? 

PR - La inflación futura o esperada se determina según los resultados de la encuesta de expectativas de inflación que realiza el BCU a agentes calificados. Esta encuesta releva la inflación esperada por los analistas para diversos horizontes de proyección. 

EC - De acuerdo, y el otro componente que mencionabas, el de las cláusulas "correctivas". ¿Cómo funciona?

PR - Las cláusulas "correctivas" permiten un ajuste nominal adicional de los salarios en caso de que la inflación efectiva haya sido mayor a la inicialmente esperada. Este mecanismo procura que se preserve el ritmo de recuperación real acordado, aún si la inflación es mayor a la inicialmente prevista, pero tiene el inconveniente de que cuando la inflación aumenta genera un aumento adicional de los salarios que puede volver a alimentar subas de costos y de precios.  

EC - ¿Eso es lo que ha sucedido en el primer semestre?

PR - Digamos que algo de eso ha sucedido con el ajuste de julio. El resultado de la encuesta de expectativas de inflación utilizado en los convenios a fines del año pasado marcaba un aumento de precios en torno de 3% para el primer semestre de 2007, pero, en ese período, la inflación  fue bastante mayor, de 5,5%. Por tanto, los precios aumentaron 2,5% más que lo que se preveía. Entonces, en el ajuste de julio o agosto el aumento salarial incluirá, en algunos casos, además de la recuperación real y la inflación esperada del segundo semestre, un correctivo de 2,5%. Por tanto, en buena parte de los ajustes de esos meses los salarios aumentarían en torno de 7% nominal, una cifra bastante alta.


EC - Y me imagino, Pablo, que una suba de 7% puede terminar retroalimentando el aumento de precios.

PR - En algunos casos sí. Aumentos salariales de importancia presionan los costos de las empresas, que, para no afectar sus márgenes de rentabilidad, trasladan estos aumentos, si pueden, hacia sus precios de venta.

EC - Bien. Comprendido el funcionamiento de la indexación, ¿qué puede hacer el gobierno para que esto no se transforme en un problema serio?

PR - Hay varias modificaciones de la política salarial que pueden atenuar los impactos de ese problema. Sin embargo, no deberíamos pensar que en esto está la clave del combate a la inflación. La clave está, y lo hemos dicho otras veces, en la política monetaria, que es el principal instrumento para controlar a la inflación. Una política monetaria restrictiva debería conducir a un descenso de las expectativas y de los valores efectivos de inflación, lo que redundaría en ajustes salariales más reducidos. 

De todas maneras, a efectos de evitar que todo el esfuerzo en el control de la inflación recaiga sobre la política monetaria (y sobre el tipo de cambio), es razonable pensar en medidas adicionales, relativas a la política salarial.

EC - ¿A qué tipo de medidas te estás refiriendo?

PR - Nos referimos a que el gobierno procure evitar que se incluyan mecanismos de corrección según la inflación pasada, ya que retroalimentan el proceso de aumento de precios-salarios.

EC - ¿Y qué otras medidas podrían aplicarse?

PR - Una segunda medida, que a nuestro juicio es más relevante que la anterior, tiene que ver con el ritmo de recuperación real de los salarios. En los últimos años observamos aumentos importantes en los salarios reales que se explican por el bajo nivel relativo que tenían las remuneraciones a la salida de la crisis. Pero si miramos hacia delante, el mantenimiento de un ritmo de aumento real de 4% o de 5% anual, podría terminar siendo alto en comparación con los aumentos de productividad, conduciendo a subas de costos en las empresas y a subas de precios.

EC - Pablo, para terminar, el ministro mencionó la idea de ir hacia una negociación salarial por empresas. ¿Esto también puede ayudar?

PR - A nuestro juicio, sí Emiliano. La situación de cada una de las  empresas, aún dentro de una misma rama, puede ser muy distinta. Que todas las empresas tengan que dar ajustes reales similares puede generar problemas. Lo ideal sería que la recuperación real acompañara el aumento de productividad del trabajo de cada empresa.

Esto es importante porque si los salarios reales aumentan más que la productividad se produce un incremento en los costos, y eso puede llevar a dos problemas. En algunos casos, los mayores costos pueden conducir a subas de precios (el tema que nos ocupaba recién). Pero otras veces, cuando las empresas uruguayas enfrentan por ejemplo competencia de importados, la suba de costos puede hacerles perder ventas, lo cual a su vez puede afectar el empleo. Por esas razones, es importante reservar cierto espacio de negociación salarial al ámbito de cada empresa.