Análisis Económico

La suba del riesgo país en Argentina y los cambios en el instituto estadístico

Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.

(Emitido a las 8.25)

EMILIANO COTELO:
En las últimas semanas, los mercados financieros internacionales han mostrado turbulencias bien fuertes. Argentina no escapó, por cierto, a esa tendencia. Sin embargo, desde antes de que comenzaran esas turbulencias ya se estaba observando en Argentina un aumento importante del riesgo país, que algunos analistas atribuían al menos en parte a la intervención del gobierno en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y a las dudas que eso generaba sobre la veracidad de las cifras de inflación.

¿Qué riesgos, a mediano plazo, plantea esta falta de confianza de los inversores en las estadísticas oficiales? Enseguida, el diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.

***

Pablo, si te parece, comencemos repasando los principales números. ¿En cuánto está el riesgo país en Argentina y cómo se compara con otros países emergentes?

PABLO ROSSELLI:
Según los datos de cierre del lunes, el riesgo país en argentina se situó en 430 puntos básicos, un nivel bastante elevado si lo comparamos con otros países de la región. En Brasil, por ejemplo, se situaba en 190 puntos básicos, mientras que el índice EMBI+, que es un promedio de los países emergentes, había cerrado un poco más arriba, en 205 puntos básicos.

Quiere decir entonces que el riesgo país de Argentina es más del doble que en el resto de los países emergentes, a pesar de que Argentina muestra muy buenos niveles de crecimiento económico y un resultado fiscal superavitario.

EC - Y en esas cifras, Pablo, ¿cuánto inciden las turbulencias en los mercados financieros de las últimas semanas y cuánto viene de antes, por los problemas en el Indec?

PR - La tendencia creciente del riesgo país en Argentina comenzó en febrero. A fines de enero el riesgo país de Argentina llegó a ser algo menor que el de Brasil y apenas superior al del conjunto de los emergentes. Sin embargo, esos bajos niveles de riesgo país, similares a los de Brasil, duraron poco porque a partir de febrero el riesgo Argentina comenzó a subir y la brecha se amplió sistemáticamente desde entonces.

EC - Siguiendo con las variables financieras, Pablo, ¿cómo se comportaron las acciones? ¿Cómo es la comparación con otras bolsas?

PR - En las últimas semanas observamos que los índices bursátiles mostraron caídas de importancia. Desde que comenzaron las turbulencias más recientes, el 24 de julio, el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires perdió un 10% de su valor. Esa pérdida de las últimas semanas es igual a la que sufrieron las acciones en la Bolsa de San Pablo (el índice Bovespa cayó un 9,7%).

Sin embargo, si miramos los datos con una perspectiva más larga, vemos un contraste claro. En lo que va del año, el Bovespa acumula una suba de 18% a pesar del ajuste a la baja de las últimas semanas, mientras que el Merval se encuentra un 1% por debajo del cierre de 2006.

EC - ¿Y a qué podemos atribuir ese desempeño tan desfavorable de las variables financieras de Argentina? Hay analistas que apuntan a los problemas con el Indec. ¿Cuál es la visión de ustedes?

PR - Sin dudas, los problemas en el Indec han jugado un papel importante. A partir de febrero de este año se hicieron evidentes cambios en la metodología de cálculo del IPC por parte del Indec. Esos cambios vinieron acompañados de la remoción de su director y fueron criticados inclusive por los funcionarios del organismo. Si bien no podemos decir que todo el aumento del riesgo país esté asociado exclusivamente a este hecho, es muy probable que haya incidido de manera significativa en el ánimo de los inversores.

EC - Me imagino, Pablo, que varios oyentes se estarán preguntando cómo esa discusión sobre el cálculo de la inflación puede estar afectando el ánimo de los inversores.

PR - Más allá de la importancia que en general tiene para los países poder contar con información estadística confiable, debemos recordar en este caso que casi la mitad de la deuda del gobierno argentino está nominada en pesos ajustables según el IPC. Esto hace que parte del rendimiento de esos bonos esté asociado directamente a la evolución del IPC y, como es notorio, luego de los cambios metodológicos en el INDEC se observó una disminución importante de la inflación que no resulta creíble para los analistas privados y para los inversores. A partir de esa situación, el mercado está descontando que las estadísticas oficiales de inflación no recogerán la totalidad de la suba de los precios y eso hace que los títulos ajustados por IPC (que, reitero, son la mitad de la deuda) hayan perdido atractivo para los inversores, que salieron a vender los papeles, lo que llevó a un descenso del precio de esos títulos y a una suba de los rendimientos y del riesgo país.

EC - Pablo, en respuesta a lo que sostienen los analistas, el gobierno afirma que los datos del Indec son confiables, que no hay problemas con el cálculo del IPC. ¿Qué pueden decir sobre este punto?

PR - Bueno, cada instituto o cada analista puede calcular el aumento en el costo de vida de la forma que le resulte más apropiada. Pero, sin entrar en los detalles de los cambios metodológicos, hay algunas cifras que llaman la atención. Por poner un ejemplo, los alimentos y bebidas, que son básicamente comercializables internacionalmente (y que en todo el mundo están subiendo mucho por los altos precios de los commodities), subieron solamente 5,4% en lo que va del año en Argentina. Los analistas señalan que esa suba es muy reducida en la comparación internacional. Para poner sólo una referencia, en nuestro país subieron un 10,6%.

Se podrá decir que eso es sólo un ejemplo pero se pueden realizar otros cálculos más sofisticados. En concreto, hay varios analistas que apuntan a la evolución de la recaudación de IVA.

EC - ¿Por qué, Pablo? ¿Cómo es eso?

PR - El tema es así. La recaudación de IVA subió 29% en pesos argentinos en el último año móvil. Esta suba de la recaudación se puede explicar básicamente por el aumento de la actividad económica y por aumentos en los precios. El aumento en la actividad fue de aproximadamente 7% en términos reales según el Indec. Aún si consideramos que la recaudación en términos reales puede subir más que la actividad económica (por ejemplo por mejoras de eficiencia), parecería que los precios asociados a la recaudación de IVA están subiendo mucho.

Por ejemplo, dado que el producto bruto interno aumentó aproximadamente un 7%, podríamos esperar que la recaudación aumente, pongamos, un 10% en términos reales. Si la recaudación en pesos subió 29%, entonces podríamos concluir que los precios subieron por la diferencia entre ese 29% de aumento nominal y un estimado de 10% de aumento real. Cada analista podrá cambiar en algún punto porcentual su estimación de aumento real de la recaudación, pero en base a este tipo de cálculos en general los analistas estiman que la inflación está entre un 15% y un 18% anual. Este número es bastante mayor a lo que indican las cifras oficiales, que marcan un aumento en el IPC de 8,5% en los últimos 12 meses.

EC - Para terminar Pablo, ¿qué consecuencias puede tener esa aparente manipulación de datos en el Indec?

PR - Lógicamente, estamos ante una situación en la que los inversores desconfían en Argentina de los títulos de deuda indexados, y esto es un retroceso porque emitir títulos indexados a la inflación es una forma de evitar la emisión de deuda en dólares o, lo que es igual, la dolarización excesiva de la deuda. Además, no debemos perder de vista que desde el canje de la deuda, Argentina no realiza emisiones en el mercado abierto internacional, debido al temor a los embargos que harían quienes quedaron fuera del canje. En algún momento Argentina precisará volver a los mercados pero el problema sigue sin solución y toda esta controversia sobre el Indec no hace otra cosa que deteriorar todavía más la confianza de los inversores.

EC - ¿Cómo puede afectarnos esta situación a nosotros, Pablo?

PR - En el corto plazo, pensamos que no tendría que haber efectos significativos. Uruguay tiene una larga tradición de respetar la calidad de sus estadísticas y los inversores no deberían temer que en nuestro país se observaran situaciones similares, que perjudicaran a quienes tienen títulos en Unidades Indexadas. Por ese lado, no tendríamos problemas. Sin embargo, a mediano plazo, sí deberíamos preocuparnos por los efectos negativos que esta situación tendrá sobre el país vecino. Si bien ahora somos menos dependientes de la economía argentina que lo que éramos cuando la crisis del 2002, los problemas económicos en Argentina terminan afectándonos de alguna manera.