¿A qué se deben las turbulencias en los mercados financieros internacionales? ¿Qué impactos pueden tener sobre nuestro país?
Análisis del economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
(Emitido a las 8:20)
EMILIANO COTELO (EC):
Desde hace algunas semanas, la caída de las bolsas en Estados Unidos, Europa y Japón se ha convertido en un tema recurrente en los cables internacionales.
Pero la semana pasada fue particularmente intensa. Muchos hablaron de un jueves "negro", en el cual el desplome de las bolsas arrastró también a los precios de los commodities y golpeó con fuerza a los mercados emergentes.
Si bien las aguas se aquietaron el viernes y ayer, la preocupación por los acontecimientos recientes es obvia. Entonces, ¿cuánto se modifican las perspectivas auspiciosas que se venían manejando para la economía mundial? ¿Cuáles pueden ser los impactos para las economías emergentes en general y para nuestro país en particular? El diálogo es con el economista Pablo Rosselli, de Tea Deloitte.
Empecemos repasando los acontecimientos de la semana pasada. ¿Qué fue lo que motivó una caída tan marcada de las bolsas?
PABLO ROSSELLI (PR):
La caída de la semana pasada se enmarca en una corrección de los mercados bursátiles que ya lleva algunas semanas. En una primera instancia, el origen de esta corrección estuvo en el mercado de créditos hipotecarios de Estados Unidos, debido a que el aumento de la morosidad generó pérdidas muy importantes a los bancos e incluso llevó a la quiebra a algunas instituciones especializadas en créditos hipotecarios.
Las expectativas de los inversores empezaron a recoger entonces el temor de una desaceleración abrupta de la economía norteamericana, asociada a un endurecimiento de las condiciones crediticias y a un desplome del mercado inmobiliario.
Es difícil determinar a qué obedeció la reacción puntual del jueves pasado, pero hubo dos noticias que seguramente reforzaron los temores que mencionaba antes.
EC: - ¿Cuáles fueron esas noticias?
PR: - Por un lado, el jueves se divulgaron datos oficiales de construcción de viviendas en Estados Unidos, que marcaron que el número de inicios de obras nuevas alcanzó en la última medición el nivel más bajo en más de una década. Por otro lado, el jueves también se supo que la principal institución de créditos hipotecarios de Estados Unidos había tomado una línea de crédito de emergencia ante dificultades para financiarse en el mercado secundario.
EC: - Ahora, si las dificultades están vinculadas a la economía de Estados Unidos, ¿por qué también en Europa y en Asia estamos viendo correcciones tan fuertes en los índices bursátiles?
PR: - En los movimientos de los mercados siempre hay un componente de expectativas y hay operaciones de arbitraje de riesgos que a veces son difíciles de explicar. De todas formas, hay un elemento que no es menor. Hay muchos inversores institucionales y varios bancos de inversión de todo el mundo que habían incorporado en su cartera activos vinculados a las hipotecas de Estados Unidos. Por lo tanto, las dificultades en el mercado norteamericano también se traducen en pérdidas importantes para estas instituciones.
En Asia se agregó la apreciación del yen, que hizo que a todo esto se sumaran caídas importantes en el precio de las acciones de las empresas exportadoras japonesas, que pierden competitividad con la suba del yen.
EC: - ¿Cuánto han bajado las bolsas desde que empezaron las turbulencias?
PR: - Comparando el cierre de las bolsas después del desplome del jueves con los valores de un mes atrás, la baja fue de aproximadamente 10% en todos los mercados desarrollados.
EC: - En ese panorama, una noticia llamativa por lo inusual fue que los bancos centrales de los países desarrollados salieron en conjunto a inyectar liquidez en los mercados.
PR: - Es cierto. Ya antes del desplome del jueves la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, habían comenzado a inyectar liquidez en las respectivas plazas financieras, para tratar de impedir la propagación de las dificultades en los mercados de crédito.
De todas formas, las bolsas siguieron cayendo. El elemento que sí parece haber tenido un impacto más fuerte sobre las expectativas de los inversores fue el corte de la tasa de descuento que dispuso la Fed el viernes.
EC: - Ahora, esa no es la tasa de referencia que solemos monitorear nosotros.
PR: - Es verdad. La tasa de referencia de la política monetaria en Estados Unidos es la tasa de los Fondos Federales, que es la tasa interbancaria que regula las operaciones entre los bancos. Esta tasa sigue estando en 5,25% anual. Lo que hizo la Fed esta vez fue recortar la tasa de descuento, que es la tasa a la cual pueden tomar crédito los bancos del sistema federal cuando no encuentran liquidez en el mercado interbancario. A su vez, la Fed dispuso que esa facilidad de crédito podría repagarse en un plazo de 30 días, en lugar del plazo habitual de un día.
De todas formas, la Reserva Federal emitió un comunicado en el que reconoció que aumentó considerablemente el riesgo de una desaceleración de la economía y los mercados descuentan que pronto la Fed va a recortar también la tasa de referencia. La baja podría ser en la próxima reunión, que está prevista para setiembre, pero los mercados tampoco descartan que lo haga en una reunión extraordinaria antes de esa fecha.
EC: - ¿Podríamos estar llegando al fin de este período de bonanza en la economía mundial?
PR: - Todavía parece prematuro hacer cambios significativos en las proyecciones. Probablemente el escenario sigue siendo positivo y ciertamente la Fed parece estar dispuesta a actuar para evitar que eso cambie en forma sustantiva. De todas formas, la evolución reciente de los mercados financieros debería claramente prender una señal de alerta.
EC: - ¿Cómo afecta este contexto a los mercados emergentes? Estos días hemos informado de caídas fuertes en las bolsas y los bonos de los países de la región.
PR: - Como era de esperar, en un contexto de incertidumbre y alta volatilidad en los mercados internacionales, los inversores tendieron a volcarse hacia papeles más seguros. Estos movimientos, que en la jerga se conocen como "vuelo a la calidad", se traducen, lógicamente, en fuertes caídas de los índices bursátiles de los países emergentes, que fueron acompañadas por aumentos del riesgo país y presiones sobre el valor de las monedas. Por supuesto, nuestros vecinos no fueron ajenos a estos acontecimientos la semana pasada.
EC: - ¿Podemos poner algunas cifras?
PR: - En Brasil, el Bovespa cayó más de 7% la semana pasada y acumuló una caída de 16% en relación a los valores de un mes atrás. El tipo de cambió se disparó a un máximo de 2,11 reales por dólar el jueves pasado, desde registros de menos de 1,90 hace apenas un par de semanas. En Argentina no se observaron movimientos tan bruscos del tipo de cambio, pero la bolsa cayó 6% en la semana y el riesgo país subió por encima de los 500 puntos básicos por primera vez desde 2005.
En Uruguay, la semana pasada el riesgo país superó los 220 puntos básicos y el tipo de cambio, que había caído hasta $ 23,55, cerró la semana en $ 23,70.
Con el cambio de humor de los mercados en las últimas jornadas, ciertamente parece difícil que el riesgo emergente retorne a los niveles de un mes atrás.
Puntualmente, un riesgo país por debajo de 200 puntos básicos para Uruguay quizás sea poco probable en este nuevo contexto internacional.
Una primera conclusión es que probablemente tengamos un acceso al crédito algo más costoso del que teníamos en los meses anteriores, aunque -en una perspectiva histórica- el costo del crédito para el país sigue en niveles bajos.
EC: - Pensando en nuestro país, ¿qué otras repercusiones podríamos tener en nuestro país? ¿Habrá, por ejemplo, algún efecto en nuestras exportaciones como consecuencia de un menor dinamismo de la economía mundial?
PR: - Todavía es prematuro aventurar una desaceleración muy fuerte de la economía mundial. Pero un menor crecimiento global se traduciría en una corrección a la baja de los precios de los "commodities". En las últimas semanas, ya se ha observado cierto descenso en algunos productos. La baja en los metales es la más notoria, pero también comenzaron a ceder los precios de los alimentos, de los textiles y de los granos. Todos productos relevantes para nuestro país. En algunos casos las caídas llegan a 5%. Se trata de caídas fuertes para períodos tan cortos (un par de semanas), pero no debemos perder de vista que partimos de niveles excepcionalmente elevados en términos históricos.
En síntesis, en los últimos meses la economía internacional atravesaba una coyuntura extremadamente favorable para nuestro país. En ese marco, la corrección de las últimas semanas supone una señal de alerta, pero todavía sería prematuro vaticinar un enfriamiento muy brusco de la economía mundial y un cambio sustantivo en el escenario favorable que teníamos en materia de commodities. De todos modos, deberemos seguir con atención la marcha de los indicadores financieros y de los precios de los "commodities" en las próximas semanas.