Moodys subió la calificación de la deuda de Brasil
Análisis de Alfonso Lema, de Tea Deloitte.
Emitido a las 8:20
EMILIANO COTELO (EC):
La semana pasada la agencia calificadora de riesgo Moodys subió la calificación de la deuda pública brasileña de Ba2 a Ba1, dejándola a un escalón del grado inversor.
La decisión de la agencia se produjo días después de las turbulencias que afectaron a los mercados financieros internacionales, que en el caso de Brasil derivaron en una suba del tipo de cambio y del riesgo país. Nos pareció que valía la pena detenernos en este tema en nuestro espacio de análisis económico de hoy.
¿Cuáles fueron los factores que llevaron a Moodys a subir la nota de Brasil? ¿Llegará pronto Brasil a tener el grado de inversión? El diálogo es con el contador Alfonso Lema, socio de Tea Deloitte.
Para comenzar, ¿cómo tomaron los mercados la noticia? La prensa especializada destacó el hecho de que la decisión de Moodys vino después de un período de volatilidad que tuvo un impacto importante en Brasil...
ALFONSO LEMA (AL):
Es cierto. Si bien en las últimas jornadas los mercados financieros han tenido en general una recuperación, estas semanas de turbulencias dejaron una marca en Brasil. Los niveles actuales de riesgo país en Brasil y el tipo de cambio son más altos que hace un mes atrás, cuando comenzó el período de volatilidad. Por ejemplo, al cierre de la semana pasada el riesgo país se situaba en torno de 205 puntos, mientras que hace un mes estaba en 170 puntos. Y el tipo de cambio estaba, a fines de la semana pasada, apenas por debajo de los 2 reales por dólar, frente a 1,84 reales un mes atrás.
De todas maneras, los mercados no se vieron sorprendidos por la decisión de Moodys.
EC: - ¿Por qué?
AL: - En primer lugar, Emiliano, porque las otras dos agencias de referencia (Standard & Poors y Fitchratings) habían subido la nota de Brasil unos meses atrás. Si bien cada agencia maneja sus propios criterios de evaluación, las diferencias metodológicas no son tan significativas y por lo tanto era previsible que Moodys finalmente subiera la nota.
En segundo lugar, los precios de los bonos de Brasil y la consiguiente prima de riesgo país, se estaban situando en niveles relativamente comparables con otros países que tenían la calificación que le puso Moodys esta semana y que antes le habían puesto Standard & Poors y Fitchratings. Eso quiere decir que - de alguna forma- los precios de mercado ya incorporaban la suba de calificación de Brasil.
EC: - ¿Cuáles fueron las razones que esgrimió Moodys para revisar la nota de Brasil?
AL: - En términos generales, Moodys destacó el buen desempeño de las variables macroeconómicas en Brasil, donde se observa un buen ritmo de crecimiento económico con baja inflación. En ese marco, la deuda pública bruta presenta una tendencia ligeramente declinante, desde un máximo de 70,5% del PIB en 2003 hasta un valor actual de 67% del PIB.
Se trata de un descenso muy lento de la deuda bruta pero Moodys marcó un perspectiva favorable en la medida que entiende que la deuda pública podría bajar más rápido en los próximos años.
EC: - ¿Y por qué pasaría eso?
AL: - El comunicado de prensa de la agencia no entró en detalles. Pero la economía viene creciendo a un ritmo del orden de 4% anual (más alto que en los años anteriores) y la inflación está muy controlada, lo cual permitirá que el Banco Central siga bajando la tasa Selic y eso permitiría reducir el costo de intereses de la deuda, conduciendo a mejores resultados fiscales, que a su vez permitirían una reducción más rápida de la relación entre deuda y PIB.
EC: - ¿Hay algún otro aspecto que haya destacado la agencia?
AL: - Un segundo aspecto importante es que, si bien la deuda ha caído en forma lenta, en los últimos años se alargaron un poco los plazos y aumentó la participación del endeudamiento a tasa fija, que subió desde un 13% de la deuda interna en 2003 hasta un 36% en 2007.
Por otra parte, ya no hay deuda interna atada al tipo de cambio y si bien queda una deuda externa que está básicamente en moneda extranjera, las reservas del Banco Central superan el monto de la deuda externa. Quiere decir que en términos netos, restando las reservas, Brasil no tiene deuda en dólares.
Y, por último, Moodys destacó que Brasil se encuentra en una posición más sólida para enfrentar un deterioro del contexto internacional en relación a lo que era la situación algunos años atrás.
EC: - ¿Cuáles son las variables que permiten llegar a esa conclusión?
AL: - Brasil ha mostrado un excelente desempeño exportador, con exportaciones que este año podrían situarse en 150.000 millones de dólares, duplicándose en tan sólo 4 años. Esas exportaciones, a su vez, están geográficamente muy diversificadas.
Por otro lado, el Banco Central ha acumulado un stock enorme de reservas internacionales (que pasaron de poco más de 50.000 millones de dólares en 2005 a más de 160.000 millones este año).
Decíamos que las reservas superan el monto total de deuda externa, y agregamos ahora que lo superan en más de 80.000 millones de dólares. En este sentido, la deuda pública neta, es decir la deuda bruta menos las reservas, descendió más que la deuda bruta: pasó del 61% en 2003 al 55% actual.
Y por último, está la posición fiscal, que entre los aspectos positivos tiene el mantenimiento de un superávit primario importante, del orden de 4% del PIB, desde hace ya 5 años.
En definitiva, las principales variables macroeconómicas están hoy mucho mejor de lo que estaban cuando Brasil debió enfrentar los efectos de la crisis asiática y rusa, allá en la segunda mitad de los 90.
EC: - ¿Podrá llegar Brasil al grado inversor en el corto plazo?
AL: - Es un desafío importante. Si Brasil continúa mejorando su posición fiscal y de reservas quizás logre el grado inversor, pero en principio parece difícil que esto ocurra en el corto plazo (este año o el siguiente).
EC: - ¿Por qué?
AL: - Si comparamos los indicadores de Brasil con los de otros países que tienen el grado de inversión, Brasil tiene una deuda pública que sigue siendo muy alta y el costo de los intereses es muy significativo, del orden de 4% del PIB (aunque haya bajado a la mitad si miramos los números de hace tres años). Parecería, entonces, que Brasil debería tener una mejora adicional en sus indicadores económicos. Ddebería tener mejores resultados fiscales y debería lograr crecer en forma sostenida a un ritmo mayor. Con ello, obtendría un claro beneficio ya que los mercados hacen una distinción importante entre los países con grado inversor y Brasil. Por ejemplo, tomemos el caso de Rusia y México: Rusia tiene un riesgo país de 150 puntos y México tiene un riesgo de 130 puntos, frente a los 205 puntos de Brasil.
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