Nuevo descenso de las expectativas de los empresarios
Análisis de Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
Emitido a las 8:20
EMILIANO COTELO (EC):
La Cámara de Industria divulgó esta semana el resultado de su última encuesta mensual industrial, que -entre otras cosas- releva el clima de expectativas entre los industriales.
Con ese informe, el diario El País titulaba "Los industriales muestran un pesimismo récord. Ven peor el futuro de la economía". Eso parece muy diferente al contexto generalmente positivo que presentan los analistas económicos. Por eso nos pareció que valía la pena detenerse en las perspectivas de la economía y en la interpretación de esas encuestas de expectativas. El diálogo es con la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
Comencemos explicando qué mide la encuesta de la Cámara de Industrias.
SANDRA PEREZ RAMOS (SPR):
Desde hace ya varios años la Cámara de Industrias realiza entre sus socios una encuesta mensual en la que releva, entre otras cosas, el estado de expectativas de los empresarios.
En concreto, se les pregunta si - a su juicio- las perspectivas para los próximos seis meses son mejores, iguales o peores. Y con ese enfoque hay una pregunta para la economía en general, otra para la evolución de sus propias ventas en el mercado interno, otra para sus propias exportaciones y otra de síntesis para la propia empresa.
EC: - ¿Y qué resultados se vieron en la última medición? El País destacó que se observó un récord de proyecciones negativas.
SPR: - La última medición (que corresponde al mes de julio) mostró que las perspectivas para la economía en su conjunto registraron un saldo neto negativo. Eso quiere decir que hubo más respuestas que esperaban una peor situación de la economía que una mejor situación de la economía.
Sin embargo, esa diferencia fue muy reducida. En realidad, un 67% de las respuestas indicó que la economía permanecería igual que ahora, y un 74% contestó que la economía permanecería igual o que no sabe o no contesta (las tres cuartas partes de los encuestados). Mientras que 12% dijo que estaría mejor y un 14% que estaría peor.
EC: - ¿Y desde cuándo no se tenía un saldo negativo en las respuestas?
SPR: - Desde inicios de 2003, cuando la economía estaba recién saliendo de la crisis y todavía no se avizoraba una recuperación tan rápida.
EC: - ¿Cómo se entiende ese pesimismo cuando las perspectivas de los analistas marcan una proyección de crecimiento importante de la economía para este año y el próximo? ¿Cuál es la lectura que debemos sacar de este tipo de encuestas?
SPR: - A nuestro juicio, estos resultados se debemos interpretar con cautela y no deberíamos apresurarnos a concluir que los empresarios están previendo un deterioro importante del contexto económico.
EC: - ¿Por qué?
SPR: - Por varias razones. En primer lugar, porque las respuestas relacionadas con las perspectivas de las propias empresas (de las ventas en el mercado interno, de las exportaciones y de la empresa en su conjunto) no son tan desfavorables.
En los tres casos, los saldos de las respuestas son positivos (los que prevén una mejora superan a los que prevén un deterioro). Visto así, parecería que los empresarios son más pesimistas en relación a la economía en su conjunto que en relación a sus propias empresas.
Además, si bien el saldo neto en las perspectivas para la economía en su conjunto se ha vuelto levemente negativo, existe un porcentaje muy alto de respuestas que indica que las perspectivas para los próximos meses no están cambiando. Un 67% de las respuestas informa eso y ese es el porcentaje más alto desde que se computa el indicador.
EC: - Entonces, ¿cuál es la interpretación que deberíamos sacar de estos datos? ¿Cómo comparar esa encuesta con la consulta que el Banco Central realiza entre los analistas?
SPR: - Si miramos la evolución histórica de estas cifras, lo que se observa es que los cambios en las expectativas (el cambio en el saldo neto) tiene una correlación con el ritmo de crecimiento de la economía.
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que cuando las expectativas mejoran, la tasa de crecimiento de la economía tiende a mejorar. Cuando las expectativas empeoran, la tasa de crecimiento de la economía tiende a bajar. Pero de un saldo neto negativo de 2% no deberíamos concluir que la actividad económica dejará de crecer. Probablemente, la interpretación más prudente sea que los empresarios están previendo un menor ritmo de crecimiento económico.
Y eso no sería incompatible o contradictorio con las proyecciones de los analistas consultados por el Banco Central.
EC: - Recordemos qué prevén esos analistas...
SP: - Considerando el promedio de las respuestas, la encuesta de agosto prevé un crecimiento del PIB de 5% para este año y de 4% para el año próximo. Eso estaría marcando una desaceleración respecto del crecimiento de 2006 (que recordemos fue de 6,6%).
Sin embargo, se trataría de una buena tasa de crecimiento económico, aunque por cierto menor a la del año pasado.
EC: - En síntesis, para ustedes no se trata de un dato alarmante.¿Es así?
SPR: - Exactamente. De todas maneras, debemos prestarle atención y hacer un seguimiento de cerca de ese indicador en los próximos meses porque se debe admitir que se está observando desde hace varios meses una tendencia declinante en esta medida de la confianza empresarial.
Pero a nuestro juicio, el contexto económico sigue siendo favorable más allá de las turbulencias recientes en los mercados financieros, que de hecho fueron posteriores a la encuesta. Por ejemplo, los precios internacionales de los productos que exporta el país siguen muy firmes a pesar de alguna corrección a la baja en las últimas semanas.
EC: - ¿Qué factores podrían estar afectando las expectativas de los empresarios?
SPR: - Es difícil saberlo porque la CIU no releva explicaciones de esas expectativas.
Quizás la encuesta esté recogiendo cierto factor de incertidumbre a partir de la implementación de la Reforma Tributaria, que afecta particularmente al sector manufacturero por la suba de aportes patronales a la seguridad social. Del mismo modo, las expectativas podrían estar recogiendo la disminución dispuesta por el Poder Ejecutivo en la devolución de impuestos a las exportaciones.
Son posibles explicaciones, a manera de hipótesis. De todos modos, a nuestro juicio no deberíamos apresurarnos a cambiar sustantivamente las proyecciones, pero sí tendremos que seguir de cerca este indicador.