Entrevistas

Paquete de Astori es "efectista" según De Haedo

Paquete de Astori es "efectista" según De Haedo

Para el economista Javier de Haedo, las siete medidas de Astori no son antiinflacionarias sino que buscan incidir en el IPC. "No es lo mismo", remarcó. Y advirtió que por el lado del gasto público "se le está echando leña al fuego". El economista también se alegró por lo que no se hizo: "Pensé que se vendrían controles de precios, como pide la hinchada".

Emitido a las 8.41.

EMILIANO COTELO:
Últimas Noticias (título principal): "Gobierno resigna recaudación para frenar la inflación. Rebajan UTE, Antel y naftas, eliminan el ICOME y sacan el IVA a la carne de aves".

Plan B (título secundario): "El gobierno mandó parar con la inflación de precios. Astori anunció siete medidas para compensar el alza de la canasta básica".

La República (título secundario): "El gobierno aprobó siete medidas para mejorar la economía de la gente".

El País (título principal): "Rebajan tarifas y discuten salarios".

El Observador (título principal): "Los empresarios y el PIT-CNT apoyan paquete antiinflación". Y agrega: "El oficialismo también cerró filas en torno a las medidas del gobierno y el ministro de Economía, Danilo Astori".

Nos interesa examinar este nuevo paquete con el economista Javier de Haedo, consultor privado, integrante en distintos momentos de las Tertulias de En Perspectiva.

En una entrevista publicada el viernes en el Semanario Crónicas, te preguntan: "¿Astori es el mejor ministro de Economía en las actuales condiciones?", y tu respuesta fue: "Sí, sin dudas. Por suerte lo tenemos, y ojalá lo tengamos mucho tiempo". ¿Eso quiere decir que tú compartes la política económica o piensas que en el escenario de un gobierno del Frente Amplio (FA) es la mejor política que podía darse?

JAVIER DE HAEDO:
Exactamente. Hay algo de las dos cosas, en un escenario de un gobierno de izquierda es el mejor ministro de Economía que podemos tener. Y comparto un alto porcentaje de la política económica; que a esta altura tiene estatus de política de Estado. Independientemente de los gobiernos que se van alternando, sus lineamientos generales se mantienen.

EC - ¿Dónde están los principales puntos de concordancia?

J de H - Los principales puntos de concordancia están en mantener un determinado comportamiento fiscal, más allá de matices o de desvíos que en algún momento puedan empezar a generarse. En general la política fiscal de estos dos primeros años ha sido muy buena, muy compartible. El manejo de la deuda pública ha sido excelente. La preocupación por la inflación, más allá de estos reveses transitorios, también es importante. El otro día yo escuchaba tanto en la interpelación como en algunas entrevistas, que con cierta ironía el ministro decía que ahora se preocupan por una inflación de 9% cuando antes teníamos 90%. De eso se trata, un país evoluciona sobre los hombros del país que hereda cada gobierno. Entonces ahora nos preocupa un 9%. Ellos, cuando estaban en la oposición hace algunos años, decían que dos dígitos estaba muy bien. De hecho, hay figuras del actual gobierno en el Legislativo y en el Ejecutivo que dicen que no habría problema con tener inflaciones de 40% o 50%. Hay un consenso creciente en la política económica uruguaya que puede aliviar las cosas para futuros gobiernos, en la medida en que hay temas que salen de la discusión.

EC - A propósito de la interpelación, se mencionó tu nombre como integrando el equipo de asesores del senador Luis Alberto Heber en el llamado a sala.

J de H – Sí. Soy amigo de Luis Alberto desde hace muchos años y me pidió una mano para preparar la interpelación y se la di.

EC - Eso implica pararte políticamente, ¿cómo?

J de H – No. Por ahora no implica cambios en lo político. Simplemente un amigo me pidió una mano y lo hice con mucho gusto.

EC - Vamos a las medidas que anunció ayer el ministro de Economía y Finanzas. Por un lado, la eliminación del impuesto a la compra de moneda extranjera (ICOME) que pagan las empresas públicas, que ya estaba programada. En segundo lugar, se reducen las tarifas de UTE en promedio 4,3%. En tercer lugar, reducción promedio de los precios de los combustibles de 2%. En cuarto lugar, en las tarifas de Antel la baja se concentra en el cargo fijo de la telefonía fija, en el que se produce una rebaja de 6,5% en forma inmediata. En quinto lugar, una reducción de la cuota mutual de entre 2% y 2,5%. En sexto lugar, se ha dispuesto la exoneración de IVA a la carne de ave. Y por último, una medida que no es propiamente fiscal, se ha negociado con el Ministerio de Ganadería la aceleración del proceso de importación de verduras, con la intención de que en octubre comience el proceso, ya no de estabilización sino de reducción de precios de estos productos.

En general, ¿cuál es tu análisis del paquete?

J de H - Dos o tres cosas previas de contexto que es imprescindible comentar. Primero, que en la sociedad uruguaya hay una gran confusión con el tema inflación, qué es inflación, cuándo hay inflación, si está controlada o no. Confusión que surge alentada desde el propio Ministerio de Economía (MEF). Porque todos escuchamos que se dijo que no había inflación, que la inflación estaba controlada. Al mismo tiempo, el presidente del Banco Central (BCU) decía que los actuales números del Índice de Precios al Consumo (IPC) son impresentables y se lanzaba un paquete de medidas monetarias y ahora se lanza un paquete fiscal. La gente percibe que los precios han subido.

EC - El disparador fue el dato de inflación al mes de agosto, que llevó la inflación de 12 meses terminada en agosto a 9,03%.

J de H - Hay una confusión que surge de las alturas, en el sentido de si esto es inflación o no...El crecimiento de precios. Coincido en el diagnóstico del gobierno en gran parte. Hace varios meses que escribo que tenemos un problema en gran medida transitorio, derivado de fenómenos temporales como el clima y algunos mercados concretos, que tienen un gran impacto en el índice. Hasta ahí estamos de acuerdo.

Pero también es cierto que más allá de esos problemas transitorios, totalmente compartibles y que no son inflacionarios en principio, que son impacto en el IPC de determinados problemas de oferta, también hay una inflación tendencial subyacente que está por encima de las metas. El eje del rango de inflación para este año era 5,5%. Todo el mundo habla ahora de 6,5%, que era el techo. Pero el eje es 5,5%. Cuando un país se plantea un objetivo de inflación se dice "tanto más/menos tanto". Aquí era 5,5% más/menos 1. La idea era llegar al eje del rango, no al techo, pegar en el palo y que la pelota entre. Era apuntar a la mitad del arco y que entrara.

Estamos con una inflación subyacente arriba de 7%. Es un desvío importante. No es que como es de un dígito y es de 5,5% a algo más de 7% no hay que rasgarse las vestiduras. En momentos de competitividad complicada, de rentabilidad complicada como tienen algunas empresas, 1%, 2% o 3% es mucha plata. Puede hacer que un negocio caiga. El desvío en una de estas variables, como los precios medios de la economía, que influyen en los ajustes de otros precios como los salarios, puede ser el "sí" o el "no" para un negocio. Por eso importa el tema. No es una tómbola, no es una quiniela en que hay que embocarle a un número.

EC - Tú respondes a los comentarios incluso del presidente de la República que en su mensaje del viernes señaló "esto no es un drama, no es una tragedia".

J de H - Y no lo es. Pero tampoco es "le erré en la quiniela".

EC - El gobierno decide enfrentar esa situación con dos tipos de medidas, las que se anunciaron la semana pasada, de tipo monetario...

J de H - Y decide no hacer otras cosas que tú le preguntaste a Fernando Lorenzo y rechazó.

EC - Ya vamos a ver eso. Lo primero que se hizo fue atacar por el lado monetario: se subió la tasa Call de 4,5% a 5%.

J de H - La montaña parió un ratón. En el Banco Central del Perú estaban con las mismas preocupaciones. Su último comunicado de política monetaria parecía redactado aquí: que la soja subió, que la carne subió, que el clima... La tasa Call está en 4,75%, más o menos como acá, pero hay un pequeño detalle: la inflación está en 2,2% y acá está en más de 8%. Vas a Brasil y la tasa Selic está en más del doble que la tasa de crecimiento de los precios. Vas a Estados Unidos y lo mismo. Si van a hacer política monetaria que la hagan en serio.

EC - ¿Qué tasa Call deberíamos tener para que produzca algún efecto en materia de restricción del circulante?

J de H - No puede ser negativa. No puede ser menor que la inflación. Dicen que subió de 1% a 5% en lo que va del año, pero cuando era 1% la inflación estaba en 7% o en 6%.

EC - ¿Debería ser una tasa de dos dígitos?

J de H - Debería estar algo por arriba del IPC. La señal que se da no es de contracción, como no fue de contracción la señal sobre los medios de pago desde marzo. Se dijo que íbamos a 9 y nunca bajó de 20.

EC - El economista Lorenzo decía que por el lado de la política monetaria no íbamos a obtener resultados rápidos, que por eso se implementaron estas otras medidas.

J de H - Pero las medidas de ayer no son un paquete antiinflacionario. Son un paquete que busca incidir en el IPC, que no es lo mismo. Antiinflacionario es un paquete que tiene normalmente elementos de contracción fiscal, de contracción monetaria, de desindexación, de control del gasto público. Aquí es expansivo en lo fiscal. Es lo contrario. Lo que se busca es: en algunos precios en los que el gobierno tiene incidencia, porque los fija él mismo, sobre productos, bienes y servicios que provee, bajar algunos precios, con un impacto que será de 0,5% a 1% en el IPC. Es efectista. Es una política de dedicar recursos fiscales a bajar algunos precios concretos con gran impacto en la canasta, para dar la señal (y eso es bueno) de que el gobierno está preocupado, de que el IPC efectivamente va a frenarse, y evitar llegar a los dos dígitos.

Creo que no iba a llegar en ningún caso porque la estacionalidad de algunos productos va a jugar a favor a partir de ahora. De hecho, el otro día mandé mi respuesta al BCU para la encuesta mensual de expectativas de inflación y pronostiqué 8%. Y ya tenemos 8,2% en ocho meses. Pronostiqué menos de 0 para el cuatrimestre final. Eso antes de estas medidas y sin adivinar que las iban a hacer.

Lo otro bueno de las medidas es lo que no se hizo. Ayer de mañana cuando vi los diarios y decían que a mediodía se iban a tomar medidas, pensé que se vendrían controles de precios, como pide la hinchada, detracciones, como piden algunos jugadores de esta película. Felizmente, el paquete fue dedicar algunos recursos fiscales (no tan importantes como se dice) a influir en el índice de precios de setiembre y octubre de un modo positivo.

EC - Por un lado hay una evaluación positiva en cuanto a que este paquete de medidas es una señal, que como señal es útil. Pero deduzco que tú entiendes que falta más.

J de H - Falta lo que faltaba en el comunicado del Comité de Política Monetaria (COPOM) del BCU del otro día. Hubo dos palabras que no vi: indexación y gasto público. Ahora la indexación preocupa, si bien no reconocen que están pensando en qué instrumento...Pero les preocupa. Y es lógico que les preocupe. Pero no lo pusieron en el comunicado del COPOM.

En el gasto público tenemos una discrepancia fundamental. Lorenzo muy hábilmente dijo que el gasto está creciendo en línea con el programa y que el producto está creciendo en línea con el programa. Pero tú le preguntaste si el gasto estaba subiendo como porcentaje del producto, hubiera sido o no programado. Está subiendo. El gasto público primario, del sector público financiero en los primeros siete meses creció 14% nominal; más de lo que creció en términos nominales el año pasado.

EC - Un gasto público que crece 14% nominal, ¿qué crecimiento real implica?

J de H - Es inconsistente. Porque si este año se hace un programa en que se espera menos inflación para 2007 que en 2006 y menos crecimiento económico en 2007 que en 2006, ¿cómo es posible que suba el gasto respecto del año pasado, que se acelere?

EC - Tenemos un crecimiento real, ¿de qué orden del gasto público?

J de H - El crecimiento real es licuado por la inflación. Se preveía una inflación promedio anual de 6% y va a estar en 8%. La inflación no ha venido mal desde el punto de vista fiscal. Porque el aumento excesivo del gasto se licua otra vez con un aumento de precios mayor que el programado. Con relación a lo que debió programarse este año, el gasto está 3% por arriba. En términos anuales unos 160 millones de dólares.

EC - Esa es una de las medidas que tú entiendes que habría que adoptar: recortar el gasto por lo menos...

J de H - En 160 millones de dólares y generar un colchón para tiempos de vacas flacas, que en algún momento, por más que uno los ve lejos todavía, van a venir.

EC - Las famosas medidas anticíclicas...

J de H – Exacto. Pero el propio equipo del MEF, que hablaba muy razonablemente, y compartíamos, sobre las políticas anticíclicas, ahora dice que no son pertinentes porque no permiten lograr avances en lo social. Eso no es así. Se han logrado avances sociales importantísimos en estos dos años y medio. Vamos a reconocerlo. Si no lo reconoce el propio equipo económico, ¿qué deja para el resto de los socios del gobierno?

EC - Una explicación quizás elemental: ¿por qué bajar el gasto público haría bajar la inflación?

J de H - Por el lado de la demanda. El gobierno considera que todas las presiones sobre los precios vienen del lado de la oferta. Pero también vienen del lado de la demanda. Cuando el gobierno gasta 160 millones de dólares más de lo que debería gastar, vuelca un montón de pesos en salarios, en gastos, en suministros, en jubilaciones, que van a presionar por el lado de la demanda. En el mercado interno, en particular demanda de servicios, de productos no exportables o importables. Esos productos tienen una oferta limitada. Cuando se aumenta la demanda tienden a subir. Están subiendo todos los precios, los de transables y los de no transables. Pero por el lado del gasto público se le está echando leña al fuego. El sector público en general tiene que hacer un comportamiento anticíclico. Lo hemos aprendido todos de las políticas fiscales hechas en el pasado. Todos, los que aplicamos y los que están aplicando ahora. Es un avance en el conocimiento de la aplicación de una política económica. Sabiendo eso y habiéndolo aprendido, es una pena que no se esté aprovechando esta oportunidad para empezar a hacerlo.

EC - Entiendes que hay que atacar la indexación salarial, ¿en qué consiste?

J de H - Por ejemplo, ahora el 1 de julio suben todos los salarios del sector privado que tienen Consejo de Salario. En el otoño subieron las verduras...Como dice el gobierno es un tema transitorio, mala suerte, el clima, problemas para cosechar morrones y tomates. Estamos de acuerdo en eso. Pero indexación significa que cuando viene julio, ese aumento de los morrones se mete en los salarios. Y a su vez el aumento de salario se mete en el aumento de precios que las empresas que ajustaron salarios quieren compensar vendiéndoles más caro a los clientes. La cosa se entra a espiralizar. Habría que buscar, en lo que también hay bastante consenso en nuestra profesión, un índice que no sea el IPC. Que sea más un indicador de inflación de tendencia, para ajustar los salarios.

EC - No ajustar los salarios por el IPC común y corriente...

J de H - Claro, no ajustarlos en función de que sube un precio muy específico, muy concreto, con alta incidencia, como las verduras, por un problema climático transitorio. Porque ese aumento se mete para siempre en la cadena de precios, está indexado. Incluso los objetivos...Que el objetivo de política económica no sea por el IPC. Pablo Rosselli te lo ha dicho. Es de los que más han hablado públicamente de este tema y yo comparto. Que no se haga el objetivo sobre el IPC, que es un índice de ponderaciones fijas, muy sometido a cambios y a shocks de oferta, como en el caso este año de las verduras. Que se haga un objetivo de inflación sobre una canasta que no tenga elementos volátiles, que tenga elementos estables. Si eso hubiera ocurrido este año no estaríamos hablando de todo esto.

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