Las subas de precios internacionales y la inflación en el mundo
Análisis de Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
Emitido a las 8:20
EMILIANO COTELO (EC):
Como ya hemos comentado en reiteradas oportunidades, la inflación en Uruguay está siendo un motivo de gran preocupación por estos días.
El gobierno y los analistas privados coinciden en señalar que uno de los factores que está presionando a los precios en nuestro país es la suba de los precios internacionales.
Como el tema de la inflación sigue siendo relevante, nos pareció oportuno volver hoy sobre este punto, pero desde un enfoque distinto, analizando las subas de los precios internacionales y viendo - con un poco más de detalle - cómo impactaron esos aumentos en otros países.
¿Cómo respondieron otros países ante esos shocks negativos? El diálogo en los próximos minutos será con la economista Sandra Pérez Ramos, de Tea Deloitte.
Comencemos recordando qué impacto tuvieron las subas de los precios internacionales en nuestra inflación.
SANDRA PEREZ RAMOS (SPR):
En primer lugar, debemos recordar que la inflación de agosto fue de 1,73%, la más elevada que se había registrado desde enero y que ese aumento del IPC se explicó por subas generalizadas de los precios de la canasta de consumo. Sin embargo, como señalabas recién, uno de los factores que está incidiendo en que los precios suban en forma importante es el crecimiento de los precios internacionales, que terminan traduciéndose en aumentos muy significativos de varios artículos de la canasta de consumo porque la caída del tipo de cambio no logró compensar ese efecto inflacionario.
EC: - ¿Podemos ver algunas cifras?
SPR: - Por ejemplo la carne subió más de 3% sólo en agosto, los panes y cereales aumentaron 3,2%, los lácteos subieron 2,5%. En definitiva, los precios de los bienes transables internacionalmente en su conjunto están aumentando a un ritmo anual superior al 7% (por encima, entonces, de la meta). A su vez, en una economía en crecimiento y con subas tan importantes de los precios externos, los bienes no transables tienden a subir por encima de los transables. Entonces, si los transables ya suben más que la meta, la inflación subyacente, que es la combinación de esos dos precios, es aún mayor todavía, mas allá de lo que se pueda hacer por ejemplo con tarifas o de los efectos de las variaciones de precios de las frutas y verduras.
EC: - ¿Y qué está pasando en otros países? Porque me imagino que la suba de los precios de los "commodities" debe impactar sobre la inflación en muchos países del mundo.
SPR: - Eso es parcialmente cierto. Porque el efecto definitivo depende no sólo de lo que suben los precios en dólares de los productos, sino también de cómo se mueve el tipo de cambio. Entonces, hay que tener en cuenta esos dos elementos. De todas formas, en los hechos es cierto que muchos países del mundo registraron subas de sus tasas de inflación.
EC: - ¿Podemos dar algunos ejemplos?
SPR: - Si miramos a la región, en Brasil la inflación de los últimos meses ha sido sistemáticamente más alta que en los mismos meses del año pasado. La inflación de agosto, por ejemplo, fue de 0,47%, que es la más elevada desde diciembre de 2006. Y en este caso tenemos que tener presente que el tipo de cambio también cayó mucho: bajó más de 8% en los doce meses terminados en agosto.
Otro ejemplo es Chile. La inflación medida en términos anuales también viene creciendo desde hace varios meses. De hecho, la suba de los precios en julio y agosto superó el 1% mensual, lo que representa un registro realmente importante para Chile. A su vez, con ese registro la inflación anual alcanzó en agosto a 4,7%, lo que significa un incumplimiento de la meta de Chile, que está entre 2% y 4% anual. Y en este país también cayó el tipo de cambio. La baja fue de alrededor de 3% en el último año.
Si salimos de la región y miramos hacia el resto del mundo, podemos ver otros países que son similares al Uruguay. Por ejemplo, porque tienen un perfil exportador parecido al nuestro y ahí la conclusión es la misma: se observan aumentos de la inflación en los últimos meses.
EC: - ¿En qué países estás pensando?
SPR: - Bueno, estoy hablando de países como Australia, Nueva Zelanda o Canadá... Todos exportadores fuertes de materias primas.
En Australia y Nueva Zelanda se publican datos de inflación trimestrales, por lo que no tenemos todavía los números del tercer trimestre. De todas formas, en los últimos reportes de política monetaria, los bancos centrales de esos países dejan expresa constancia de las presiones inflacionarias que están sufriendo. Y en Canadá está pasando lo mismo: la inflación medida en términos anuales llegó a superar 2,5% en algunos meses de este año, algo inusual para este país que tiene una meta de 2% con un margen de tolerancia de 1%.
Si bien es cierto que son tasas de inflación bajas para nuestros parámetros, todos estos países están sufriendo presiones de precios significativas; aunque de distinta dimensión absoluta.
EC: - Estamos hablando de un problema extendido a nivel internacional...
SPR: - Sí. De todas maneras, la importancia de una suba de la inflación es muy distinta dependiendo del nivel del que partamos. Lógicamente no es lo mismo tener presiones inflacionarias como las que estamos comentando cuando tenemos una inflación anual del orden de 8% o 9% como en Uruguay, que recibir ese mismo impacto negativo cuando la inflación estaba en el orden del 3%, como es el caso de Chile y Brasil o incluso más abajo, como en Australia, Canadá o Nueva Zelanda.
El riesgo de ese shock negativo es diferente y las consecuencias que puede acarrear tampoco son iguales.
EC: - Esta bien la aclaración. Ahora, ¿cómo responden las políticas económicas en esos países a este incremento de la inflación? ¿Se hace lo mismo que en Uruguay?
SPR: - Normalmente la respuesta suele ser la aplicación de una política monetaria más contractiva y eso se traduce, en los países que tienen regímenes monetarios basados en tasas de interés, en subas de las tasas de referencia. Volviendo a los ejemplos, eso es lo que se ve en los últimos meses en Chile, en Australia, en Canadá y en Nueva Zelanda. En cambio, en Brasil, como la inflación anual y la esperada para el año que viene están todavía por debajo de las metas definidas (porque Brasil venía ya con una inflación muy baja), la autoridad monetaria incluso redujo en 0,25% la tasa de interés hace unos días.
EC: - ¿De qué niveles de tasas de interés estamos hablando? ¿Podemos dar algunas cifras?
SPR: - Sí, en Chile la tasa de referencia subió medio punto porcentual en el segundo trimestre, a 5,5%. La tasa de Canadá es un poco más baja, de 4,75% al año, mientras que en Australia se ubica en 6,5% y la tasa de Nueva Zelanda es aún más elevada: 8,25% anual. En todos estos países ha habido subas de entre 25 y 50 puntos básicos en los últimos meses, lo que indica una política monetaria más contractiva.
EC: - Entonces los pasos que se están siguiendo en Uruguay son adecuados para ustedes o al menos siguen la misma dirección que en otros países.
SPR: - Sí, en términos generales nosotros consideramos que la dirección que está siguiendo la política monetaria en nuestro país es adecuada. Varias veces hemos dicho en este mismo espacio que era necesario aplicar una política monetaria más contractiva que permitiera un descenso del tipo de cambio nominal y que, por esa vía, se pudieran contener las presiones inflacionarias que vienen desde el exterior.
EC: - Concretamente, ¿qué opinan del nivel de 5% de la tasa "call" que fijó el Banco Central como objetivo de su política? ¿Creen que será suficiente para controlar la inflación?
SPR: - Ese nivel de 5% anual, a nuestro juicio, podría ser algo insuficiente para contener las presiones inflacionarias. Nosotros creemos que quizás el Banco Central necesite subir uno o dos puntos más esa tasa objetivo. De todas maneras, como estamos ante un régimen nuevo, creo que debemos dejar pasar un tiempo para poder evaluar bien los efectos del cambio en la política monetaria.
Lo que sí es claro es que esa política monetaria debe ser acompañada de otras medidas para encauzar la inflación.
EC: - ¿A qué medidas te estás refiriendo?
SPR: - Básicamente me refiero a la política salarial. Porque no debemos olvidar que la inflación que estamos observando en nuestro país responde no sólo a presiones que vienen desde el exterior, sino también a otros factores internos, que son fruto de una demanda interna más fuerte y también de una suba importante de los costos salariales.
Entonces, para evitar que todo el esfuerzo de contención de la inflación recaiga sobre la política monetaria, y en definitiva sobre el tipo de cambio, es necesario que haya una combinación de políticas. Por un lado, una política monetaria más contractiva. Pero además las pautas de las próximas negociaciones de los Consejos de Salarios deberían ser más moderadas. Porque eso ayuda a reducir las otras presiones inflacionarias, que son las que responden a esos otros factores internos de la economía.
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