Entrevistas

Industria frigorífica: baja 20% la ocupación por desplome de la faena

Debido a una fuerte baja en la faena, unos 2.500 trabajadores de la industria frigorífica han pasado a seguro de paro desde setiembre. "En junio faenamos 62.000 reses y la semana pasada 23.440. Es una caída de más del 60%", explicó Daniel Beleratti, desde la Cámara de la Industria Frigorífica. "Es una situación realmente grave", alertó, e informó que está afectado el suministro a nivel interno y que prácticamente no se está exportando. También recordó que se vuelve a facturar IVA en asado y falda.

(Emitido a las 7.38)

EMILIANO COTELO:

Estamos en un momento entreverado en materia de precios. Casi todos los días surgen novedades, para un lado y para el otro. Aumentos de precios y decisiones del gobierno encaminadas a contener el empuje inflacionario. Y noticias que tienen que ver con todo esto, pero que a su vez remiten a otras coyunturas. Dice Últimas Noticias: "Frigoríficos envían 2.000 empleados al seguro de paro".

El artículo agrega que faltan cortes como el asado, la falda, menudencias y carne para picar en las carnicerías debido a un descenso de 50% en la faena de reses que se ha registrado la semana pasada.

Ayer pasaron al seguro de paro 2.000 trabajadores de la industria frigorífica y alertan, incluso, que este problema puede agravarse.

***

EC - Estamos con Daniel Beleratti, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF).

Hay dos gremiales en el sector, ¿qué porcentaje abarca la CIF?

DANIEL BELERATTI:
Aproximadamente el 45% de la faena nacional. Y la Asociación de Industrias Frigoríficas del Uruguay (ADIFU) el 48%. En total, las dos gremiales representamos más del 95% de la faena.

EC - ¿Usted confirma estos números que aparecen publicados en el informe de Últimas Noticias?

DB - Sí, efectivamente. Es así.

EC - Es un número impactante: 2.000 trabajadores al seguro de paro.

DB - Eso es en octubre, pero en setiembre ya habíamos mandado gente. En setiembre teníamos expectativas de que la cosa mejorara, así que sólo había en el entorno de 500 a 600 personas en el seguro de paro. Ahora se completaron con 2.000, según los datos que teníamos ayer. Y puede ser que más gente tenga que ir al seguro de paro parcial.

EC - Estamos hablando de números que corresponden a toda la industria; no sólo a la representada por la CIF.

DB - Corresponden a toda la industria frigorífica.

EC - En octubre se agregan 2.000 trabajadores a 500 o más de setiembre. Estamos hablando de 2.500 o 2.600 empleados en el seguro de paro. ¿Qué implican esos números en el conjunto del empleo de la industria frigorífica?

DB - En el entorno del 20% de la mano de obra directa ocupada. Es una situación realmente grave.

EC - ¿Hay antecedentes de una baja de esta magnitud?

DB - Hace muchísimos años, más de 10 o 12 años, que en Uruguay no se producía una situación como la que estamos viviendo, que una post-zafra (como se llamaba antes) durara tanto tiempo.

EC - ¿Qué es la post- zafra?

DB – Antes, cuando la oferta de ganado no era suficiente y estábamos en una coyuntura muy particular, desde julio hasta octubre o noviembre no volvía a aparecer el ganado. Eso ameritaba que los frigoríficos cerraran sus puertas, mandaran a su gente al seguro de paro por tres o cuatro meses y retomaran las actividades en noviembre. Nunca pensamos que esto pudiera volver a suceder. Pero se ha dado en 2007, con todas las complejidades que conlleva. Ante todo, el problema social. A la gente que trabaja seis días le cuesta cubrir sus necesidades y requerimientos trabajando dos días por semana. Es una crisis brutal a escala familiar.

EC - ¿Cómo opera el seguro de paro parcial?

DB - Algunos de los 2.000 están 100% en el seguro de paro. Pero hay gente que tiene seguro de paro parcial. El seguro le paga la diferencia entre 14 días en el mes y los días efectivamente trabajados. Supongamos que alguien trabaja dos días por semana... Son ocho días en el mes. El seguro le completa 14. Es una ayuda, pero es un problema social serio.

Además, esto se transporta a todo el conjunto de la carne, al asado. Hoy es un día de malas noticias para el asado, porque vence la ley que derogó el IVA del asado y la falda.

EC - Usted menciona las consecuencias de esta situación. Por un lado la consecuencia social en los empleados de los frigoríficos afectados. Por otro, las consecuencias en el abastecimiento de carne a la población...

DB - Efectivamente.

EC - ¿ Empiezan a faltar determinados cortes?

DB - Para empezar, falta ganado. Se está suministrando lo que se puede entregar al abasto en este momento. Para que la gente tenga una idea, en la última semana de junio ( que fue la previa a la entrada en vigencia de la Reforma Tributaria, la última semana que trabajamos con un nivel normal de faena) faenamos 62.000 reses y la semana pasada se faenaron 23.440. Es una caída de más del 60%. Es muy diferente tener ganado, tener asado, falda, menudencias y carne de 60.000 reses que de 23.000. Es obvio que va a faltar. Es lo que está pasando.

EC - ¿Cuál es la causa? ¿Hay un conjunto de razones?

DB - Exactamente. La primera de ellas es un invierno totalmente inusual, con más de 60 heladas de corrido, un día sí y otro también. Eso redujo la oferta forrajera e hizo añicos las pasturas, lo que incidió muy duramente en el estado corporal de los ganados, que recién a partir de principios de setiembre comenzaron a ganar peso nuevamente. Ese es uno de los aspectos que hicieron más extensa esta inactividad.

Y por otro lado, se ha desestimulado la producción de terneros. Ya en el año 2004, cuando vimos los números que proyectaba el Ministerio de Ganadería para adelante, sabíamos que en 2007 iba a haber una caída en la faena. El año pasado faenamos 2.600.000 y este año los números marcaban 2.300.000; cifra que a esta altura del partido no estamos seguros de poder alcanzar.

EC - Se estaba faenando más que lo que nacía...

DB - El año pasado sí. Pero no era por una reducción del stock sino por un descenso de la edad de faena. Se faenaban animales más jóvenes. Era un despegue, y estamos aterrizando duramente.

EC - Esas son las razones por las cuales en estos días se está faenando tan poco en comparación con los estándares. ¿Qué cabe esperar?, ¿cuánto tiempo puede durar esta situación?

DB - Para fines de octubre, principios de noviembre debería aparecer una oferta más fluida de ganado.

EC - ¿Por qué?

DB - Si la primavera viene como todos esperamos que venga, sin muchas heladas ni temperaturas extremas de mañana, con buen sol y algo de lluvia, los ganados podrán recomponer rápidamente su estado corporal. Se puede decir que en buenos campos ganarían un kilo de carne por día y a fines de octubre tendrían una mejor condición para ser faenados. Entonces, en noviembre se podrá hablar de una faena del entorno de 40.000 (ojalá que más) cabezas semanales y en diciembre de 60.000, que es el nivel que les sirve a Uruguay, a los trabajadores, a la industria y también para satisfacer la demanda mundial, porque ya hace dos meses que prácticamente no vendemos nada.

EC - Usted dice que sobre fin de año todo el personal de la industria frigorífica volvería a sus puestos de trabajo. Por otro lado, ¿cuáles son los impactos mientras tanto? Mencionó en último lugar las exportaciones, ¿qué está pasando con las ventas de carne en el exterior?

DB - Han caído brutalmente: un 16%. La semana pasada una representación de la industria frigorífica estuvo en Irán y en Rusia, en la feria de Moscú, y no pudimos vender un kilo de carne, a pesar de que el mercado está ávido por comprar carne. Rusia se volvió en el mes de setiembre el principal comprador, con 6.000 y pico de toneladas, cuando venía comprando 300 toneladas por mes, pero esa mercadería se vendió de stock, no es mercadería a producir para adelante. Porque ¿quién puede asumir compromisos de venta y de embarque si no sabe qué cantidad de ganado va a tener la semana que viene?

EC - ¿Y en el mercado interno?

DB - El mercado interno sufre exactamente lo mismo. El 90% del asado de la faena se vuelca a Uruguay, prácticamente no exportamos asado. No llega al 10% lo que se exporta. Cuando se faenan 60.000 o 65.000 reses se vuelca al mercado local el asado de 55.000 o 58.000 cabezas de ganado. El asado es suficiente, la gente lo consigue en todos lados, se pueden hacer ofertas, se pueden hacer acuerdos con el Ministerio para mantener determinados niveles de precios, porque es una mercadería que la gente valora y a nosotros nos sirve venderla en el mercado local. En este momento el asado de 23.000 reses para una población como la uruguaya no es nada. No existe, no es significativa.

EC – Entonces, por un tiempo van a faltar una serie de cortes. ¿También va a haber aumento de precios?

DB - A partir de mañana se va a dar un aumento de precios en el asado y en la falda, pero no es un aumento de precios. El 2 de agosto se aprobó una ley que le sacaba el IVA al asado y a la falda, pero esa ley tenía un plazo de vencimiento, que eran 60 días corridos a partir del 3 de agosto. Eso vence hoy, entonces a partir de la cero hora de hoy tenemos que volver a facturar el asado y la falda con IVA.

EC - ¿No hay posibilidades de renovar ese acuerdo?

DB - No es un acuerdo. Es una ley. El Poder Ejecutivo no tiene la potestad de llevar el IVA a cero en la carne. Lo tiene que hacer el Parlamento. Luego el Poder Ejecutivo promulga la ley.

EC - Pero había un acuerdo de por medio, ustedes ponían una parte de la rebaja del precio. ¿Se ha hablado de la posibilidad de retomar ese acuerdo?

DB - El acuerdo es imposible. Porque el gobierno no pone el IVA y nosotros no podemos seguir haciendo un descuento con estos precios.

EC - ¿No hay disposición del gobierno a votar otra ley de este tipo?

DB - No sabemos. La semana pasada avisamos que se vencía la ley. Si ellos habían perdido el detalle de que la ley era solo por 60 días se lo recordamos: "Miren que el martes se vence la ley". Además, los medios lo recordaron. No sorprende a nadie. Sabemos que está complicado para el gobierno el IPC, tratando de dominar los precios. Y el asado es sólo una pequeña parte del problema.

EC - En definitiva, los aumentos de precios que puedan darse en la carne, ¿van a ser sólo por este motivo?

DB – No. La lógica de apretarnos todos el cinturón es volver a los precios que tenían el asado y la falda el 31 de julio, el día anterior a que empezara a funcionar el acuerdo. Eso es lo que debería pasar.

EC - ¿Cómo se llegaría a semejante estado de cosas?

DB - Es muy sencillo. Los precios de la industria frigorífica son públicos. Llame mañana a cualquier carnicero y pídale: "Dígame a cuánto le vendían el asado el 31 de julio". Saca la boletita e inmediatamente le dice. Estamos tratando de colaborar con esa situación y no traslucir en el asado o en la falda el precio de la hacienda de hoy, que es muy diferente del precio de la hacienda de julio.

EC - ¿Usted dice que por estos problemas con el abastecimiento no va a haber aumentos extra?

DB - Estamos tratando, si Dios quiere y nos ayuda, el tema de la producción y los consignatarios a que la cosa no se exacerbe más. Vamos a tratar de mantener hasta el mes que viene estos precios para salir de esta particular coyuntura en que estamos todos complicados.

EC - La única variante de precios sería la derivada de la no renovación de la exoneración de impuestos.

DB - Hubo un aumento de la hacienda, la semana pasada se juntaron, como normalmente ocurre en los mercados, la menor faena con el mayor precio.

EC - Por eso. ¿Entonces?

DB - Estamos haciendo el gran esfuerzo de no trasladar el aumento de precios a la media res en este momento en que la situación está muy complicada. Está complicado el consumidor y, por supuesto, el gobierno tiene sus problemas. En este momento con lo que volcamos al abasto, al mercado local, tratamos, aunque sea, de mantener este nivel de precios.

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EC - Tengo una pregunta de la audiencia para trasladarle. Dice Héctor: "Como siempre en la historia uruguaya, cada vez que las ventas al mundo andan bien durante un tiempo, faltan animales. Porque nunca en un siglo creció el stock ganadero. ¿Causas? Sería bueno que las analizaran los señores de la Asociación Rural y dejaran de echarles culpas a los gobiernos".

Este tema lo hemos discutido más de una vez en el programa, en particular en las Tertulias Agropecuarias. ¿Qué responde al oyente?

DB - Tiene razón. Sin entrar a atribuir responsabilidades ni a tocar aspectos políticos. En el momento en que se les dio una señal clara a los productores de que no se iban a cambiar determinadas reglas de juego (las formas de distribuir las cuotas, la distribución de los cupos, una cantidad de normas) y el gobierno dijo "la vaca les gana", se dio el aumento más espectacular en la faena y la exportación de carne de Uruguay. En 2003, 2004, 2005 y 2006, año tras año se rompió el récord en todo: faena, ocupación, exportación y millones de dólares que entraban.

Pero a partir de determinado momento, a partir de 2004, se empezó a notar que se caía de los 2.800.000 terneros que se estaban criando a 2.600.000, 2.500.000. Muchas veces los de la ciudad perdemos de vista que el negocio ganadero es un negocio de largo plazo, desde el momento en que alguien entora una vaca hasta el momento en que ese animal puede ser faenado y convertido en carne generalmente pasan tres años y medio o cuatro, los nueve meses de gestación y todo lo que viene después. Hay que ser muy cauteloso con las señales que se le dan al sector productor. Si se le incorporan dudas, intervenciones, señales... como le voy a poner tracción, el precio tiene que bajar, le saco la devolución de impuestos, le aumento las cargas patronales... Mucha gente inmediatamente desensilla y se tira debajo del árbol a ver qué pasa.

¿Es bueno eso? No, no es bueno, en absoluto. Pero dio resultado en períodos cíclicos durante muchísimos años. Por eso hay que ser muy cauteloso cuando se habla de estas cosas y se tiran comentarios o posibilidades al aire que después terminan afectando. Es como la profecía de la muerte anunciada. Lamentablemente tenemos que aprender muchísimo en eso. Si no lo vamos a hacer no lo podemos decir.

EC - ¿Cuándo empezaron esas señales que no han sido buenas para el sector?

DB - Yo no soy productor rural, pero ellos dicen que a partir de 2004.

EC - A finales del período de gobierno anterior.

DB - Exactamente.

EC - ¿Y han continuado en este?

DB - Sí, todos sabemos que sí. Además, otro dato: ayer bajó la devolución de impuestos indirectos a la exportación, pasó de 5,5% a 2,5%. El precio de venta en el exterior, que era 100, por el precio en sí, más 5,5% de devolución de impuesto que pagamos a lo largo de la cadena, era 105,5. A partir de hoy pasó a 102,5. Ese tipo de señales, que de repente no son vistas en su verdadera dimensión, al productor rural le preocupan, porque dice: "Están pensando que somos tan eficientes que hasta podemos exportar impuestos". Son señales que hay que entender. Hay que entender a la gente cuando se empieza a preocupar. De repente es mejor negocio la soja, aunque tenga algunos riesgos. Por lo menos es un negocio de seis meses. Si me equivoco en seis meses, no es una decisión estratégica de cuatro años.

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Edición: Ma. Eugenia Martínez