Las cuentas públicas, las perspectivas tras las rebajas de tarifas y la posibilidad de un mayor ahorro fiscal
Análisis de Alfonso Lema, socio de Tea Deloitte.
(Emitido a las 08.35)
EMILIANO COTELO (EC):
En las últimas semanas el gobierno aprobó una serie de reducciones de tarifas públicas para frenar la suba de los precios. Pero por otra parte, algunos analistas han marcado la necesidad de aprovechar este contexto externo favorable para que el Estado ahorre más.
Nos pareció que valía la pena detenernos hoy en el examen de las cuentas públicas, aprovechando las cifras que divulgó esta semana el Ministerio de Economía y Finanzas.
¿Cómo se están comportando las cuentas públicas en lo que va del año? ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos meses? ¿Es necesario tener un superávit fiscal el año próximo?.
El diálogo es con el contador Alfonso Lema, socio de Tea Deloitte.
Comencemos con las principales cifras. ¿Qué muestran las cuentas públicas en lo que va del año?
ALFONSO LEMA (AL):
Tenemos cifras del sector público hasta setiembre. Según esas cifras, en los últimos 12 meses el Estado tuvo un superávit después de intereses del orden de 0,7% del PIB (unos 145 millones de dólares). El año pasado, las cuentas públicas habían cerrado con un déficit de unos 100 millones de dólares, que equivalían a medio punto del PIB.
EC: - ¿Cómo se explica esa mejora del resultado fiscal?
Al: - Hay dos factores. Por un lado, aumentó el superávit primario, que pasó de 3,8% del PIB en 2006 a 4,6% del PIB en los últimos 12 meses a setiembre.
Por otro lado, como la actividad económica sube en términos reales y como los precios internos suben en dólares, el PIB sube medido en dólares y el peso de los intereses (que están en dólares) disminuye en relación al PIB. En 2006 los intereses alcanzaban a 4,4% del PIB y en los últimos 12 meses a setiembre fueron de 3,9% del PIB.
EC: - ¿Y por qué ha subido el superávit primario? A fin de cuentas, en los últimos tiempos se ha hablado de que el gasto público estaba aumentando...
AL: - Hay varios factores a tener en cuenta. Debemos mirar por un lado las cuentas del gobierno central y por otro lado las cuentas de las empresas.
EC: - ¿Cómo se comportan las cuentas del gobierno central?
AL: - Si miramos en el gobierno central, vemos que los ingresos están mostrando un aumento del orden de 5% anual en términos reales.
Por otra parte, el gasto primario (antes de pagar intereses) muestra un crecimiento más reducido, de 4,2% en términos reales. Como los ingresos suben más que el gasto primario, eso permite mejorar el resultado primario.
EC: - Quiere decir que el gasto está subiendo relativamente poco, a pesar de las advertencias que se suelen hacer. ¿Es así?
AL: - Es cierto, pero hay otros factores a considerar. En primer lugar, hasta setiembre las inversiones estaban subiendo muy poco y se encuentran en niveles históricamente muy bajos desde una perspectiva histórica. Además, las transferencias a la seguridad social suben también a un ritmo lento por motivos que no responden a decisiones de política fiscal sino porque se están sintiendo los efectos de la reforma del 96 y porque está aumentando el empleo y el número de cotizantes a la seguridad social. En cambio, los gastos que están bajo mayor control del gobierno tienden a subir más. En particular, los gastos salariales están subiendo algo más de 7% en términos reales. Están subiendo más que el PIB.
En síntesis, el gasto tiende a subir poco pero en buena medida eso obedece a factores que no están bajo control directo del gobierno (como el gasto en seguridad social). Además, también hay que tener en cuenta que la inflación ha sido más alta que la meta. De no haber sido así, los gastos realizados habrían resultado en términos reales todavía algo mayores.
EC: - Resta mirar rápidamente lo que sucede en las empresas públicas. ¿Cuáles son los aspectos clave en esta materia?
AL: - El año pasado, los resultados de las empresas públicas habían sido muy pobres. Eso obedecía al aumento de costos de energía eléctrica que enfrentó UTE y que le costó al Estado una cifra equivalente a 0,9% del PIB. Este año tenemos una generación hidroeléctrica normal y eso le permitió a UTE mejorar su resultado primario en forma significativa.
EC: - ¿Y qué pasa en ANCAP? Pregunto porque este año los precios del petróleo han subido sin pausa...
AL: - Es cierto. Pero hasta setiembre, ANCAP mantuvo un resultado primario ligeramente positivo. De todas maneras en eso influyó la decisión de ANCAP de comprar menos petróleo, para lo cual bajó sus stocks. En los meses siguientes vamos a ver un deterioro del resultado de ANCAP.
EC: - ¿Cómo son las perspectivas para los próximos meses?
AL: - En el comunicado de datos fiscales del Ministerio de Economía y Finanzas el gobierno señaló que esperaba para este año un descenso del superávit primario hacia el nivel que se había fijado como meta (3,8% del PIB). En esa tendencia justamente incidirá el tema de ANCAP que estábamos comentando recién, un aumento de las inversiones y el costo de las medidas adoptadas para combatir la inflación.
Entonces, con un costo de intereses previsto por nosotros en torno de 3,6% del PIB para el cierre de 2007, pensamos que al cierre del año podríamos ver un pequeño déficit fiscal, de 0,2% del producto.
EC: - ¿Y cómo son las perspectivas para el año próximo? El ministro de Economía y Finanzas señaló aquí En Perspectiva que para el año próximo - como mínimo - debería tenerse un resultado equilibrado y que se vería si se podía generar cierto superávit. Para ustedes, ¿es posible alcanzar un resultado equilibrado el año próximo?
AL: - En principio pensamos que es enteramente factible alcanzar por lo menos un resultado equilibrado. El año próximo, los intereses de la deuda pública representarán una cifra equivalente a 3,2% o 3,3% del PIB. Quiere decir que un resultado equilibrado estaría marcando un deterioro del resultado primario, que este año sería de 3,8% del PIB y que debería bajar a 3,3% o 3,2% del producto para que luego de considerar el pago de intereses por ese monto, el resultado fiscal fuera nulo.
EC: - Pero ¿cómo incidirán en las cuentas públicas las medidas de reducción de tarifas aprobadas por el gobierno en las últimas semanas? ¿Cómo será el resultado de ANCAP, que con estos precios del petróleo está acumulando actualmente pérdidas importantes?
AL: - El costo de las medidas de reducción de tarifas según anunció el Ministerio de Economía era del orden de los 60 millones de dólares. Luego vino el subsidio del boleto. Con nuestras estimaciones de PIB del año próximo, probablemente el costo de esas medidas sea del orden de 0,4% del PIB. En la medida que prevemos que la economía va a continuar creciendo a un ritmo significativo el año próximo, pensamos que es posible que se pueda absorber ese costo con un aumento de la recaudación.
El tema de ANCAP, en cambio, pasa por una decisión de tarifas. Comentábamos la semana pasada que el gobierno debería en los próximos meses corregir esa situación, aprobando las subas de combustibles necesarias.
EC: - En síntesis, Alfonso, para ustedes es posible alcanzar un resultado equilibrado y quizás inclusive un superávit.
AL: - Sí. Para ello, como mínimo, el gobierno debería apuntar a mantener el superávit primario en torno de 4% del PIB. Eso nos llevaría a una zona de superávit fiscal (después de intereses) de entre 0,5% y 1% del PIB. Dependiendo de cuán rápido se ajusten las tarifas de ANCAP, podría ocurrir que el superávit primario el año próximo quede algo por debajo de 4% del PIB y que entonces el superávit fiscal sea más pequeño.
Pero en la medida en que la economía continúe creciendo en 2008 y 2009, tal vez el gobierno considere la posibilidad de tener un mayor resultado primario (superior a 4% del PIB) y resultados fiscales superavitarios luego del pago de intereses de por lo menos 1% del PIB.
EC: - ¿Por qué habría que considerar esa posibilidad de generar un superávit fiscal?
AL: - Por un lado, hay un tema de ciclo económico. La economía está creciendo mucho y eso permite también que suba la recaudación. Un criterio conservador sería asumir que una parte de la mayor recaudación es transitoria, que podría perderse si la economía en algún momento entrara en recesión. Con ese criterio, se podría pensar en tener un ahorro (un superávit) para tiempos peores. En otras palabras, se trataría de tener un signo claramente contra cíclico para la política fiscal.
Por otra parte, si el gobierno procurara generar un superávit fiscal, eso contribuiría a moderar la demanda interna y a moderar las presiones inflacionarias, ayudando en la tarea a la política monetaria. Si por el contrario, la política fiscal fuera expansiva, las mayores presiones inflacionarias harían necesaria una restricción monetaria más fuerte, con la consiguiente caída adicional del tipo de cambio.
Por esas razones, el gobierno podría pensar en una política fiscal que apuntara a un superávit el año próximo. Pero al mismo tiempo, recordemos que con el acercamiento de las elecciones, el gobierno seguramente va a enfrentar presiones importantes para aumentar el gasto que podría marcar otra dirección para la política fiscal.
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Edición: Ma. Eugenia Martínez