Munich: una ciudad de grandes nombres
La Oktoberfest, el cuartel general de la BMW y de Siemens, el estadio Allianz Arena... Son sólo algunos de los atractivos de Munich, una ciudad que tiene menos habitantes que Montevideo, pero que es mucho más poderosa. Es la capital del estado de Baviera; tal vez el que tiene la economía más fuerte del país. Emiliano Cotelo relató lo más destacado de una ciudad que es punto de referencia en Alemania.
(Emitido a las 8.16)
ANDRÉS GIL:
Hoy te ubicamos en Munich.
EMILIANO COTELO:
Estoy en Munich, con una temperatura muy baja, unos dos grados. Nevó ayer en distintos momentos y hoy cae una nieve muy suave, que presagia que dentro de un rato va a haber más blanco aún.
AG - ¿Da para andar en bicicleta por la ciudad?
EC - Esa es una costumbre de los habitantes de Munich, moverse en bicicleta, incluso en días fríos como este.
Hoy a las 15.00 horas tomo el avión rumbo a Berlín nuevamente. Entonces, he tratado de aprovechar el tiempo y la bicicleta para eso es ideal; además, la ciudad está bien acondicionada para los ciclistas. Estuve en el Jardín Inglés, que es más grande que el Central Park de Nueva York y vale la pena. Acabo de recorrer la Ludwig Maximilian, donde en los años 1942 y 1943 tuvo lugar aquel movimiento de resistencia contra el nazismo encabezado por un grupo de estudiantes, la Rosa Blanca, que dio pie a la película "Sophie Scholl". En la Universidad hay un pequeño museo que recuerda aquella epopeya y, en particular, a Sophie y sus compañeros que fueron condenados a muerte casi en el final del Tercer Reich.
AG - Me dejaste engranado ayer cuando dijiste que ibas a visitar la planta de BMW. ¿Cómo fue la experiencia?
EC - Fue uno de los puntos altos de esta agenda. Estamos hablando de la sede central de BMW más una de sus plantas, la principal. Habría para hablar un rato largo sobre ella, pero me deslumbró en especial el funcionamiento de los robots que tienen a su cargo buena parte del armado del automóvil. Muchas de esas máquinas trabajan juntas, como colaborando entre sí, a enorme velocidad, muchas veces en espacios reducidos (porque han tenido que ahorrar en metros cuadrados). Es como estar metido adentro de una película de ciencia ficción. Pero, cuidado que tanto robot activo no significa que la planta tenga poco personal. Tiene y mucho. Por ejemplo, en la propia fábrica se desempeñan unas 9.000 personas y si sumamos a todas las dependencias de BMW aquí, incluyendo ingenieros, marketing, etcétera, son unas 35.000. Además acaba de inaugurarse El Mundo de BMW, un espacio abierto de exposición, museo, discusiones, que está en el mismo complejo, cruzando una calle, y es otro lujo de la arquitectura alemana contemporánea.
AG - Es toda una tendencia en Alemania y en Europa. Las grandes empresas automotrices tienden a ese manejo de la cultura de la empresa y el desarrollo de museos asociados. En Wolksburg hay algo similar de la firma Volkswagen. Es impresionante cómo manejan la marca y la cultura de la marca para transferirla de generación en generación.
EC Y, como también quería ver fútbol, y sobre todo descubrir estadios, elegí la noche de ayer para asistir a un partido en el Allianz Arena, uno de los estadios vedette del último Mundial. ¿Tú lo conociste?
AG - No, fue inaugurado con posterioridad a mi viaje.
EC - Es ese estadio cuya iluminación le permite ir cambiando el color por fuera durante la noche. Ayer estaba azul porque ese es el color del equipo local que jugaba, un club de segunda división, el TSV 1860, que se enfrentó con otro club de Baviera, el Borussia Gladbach. Según los pronósticos, iba a ser un partido bueno, podía haber muchos goles, pero terminó cero a cero.
AG - Para eso te quedás en Uruguay y vas a ver Progreso-Central Español.
EC ¡Te aseguro que el espectáculo no es lo mismo...! Me llamó la atención la pasión de los hinchas. Pese a que era un match de la segunda liga, el Allianz Arena, que es un estadio para 60.000 o 70.000 personas, tenía colmada la mitad de su capacidad, unas 30.000 personas. No esperaba eso.
Otra cosa que no esperaba era el frío que pasé. Teniendo en cuenta los antecedentes de estos nuevos estadios alemanes y habiendo conocido algunos otros estadios modernos en otros países de Europa que cuentan con sistemas de calefacción, esperaba encontrar un ambiente más agradable. Pero no. Y fue muy duro ver este partido anoche al límite de la congelación. (1)
AG - Aquí se juega con calorcito, mucho más lindo, en el Parque Fossa o en el Parque Paladino.
EC - Pero el Allianz Arena merece conocerse. No estamos habituados a disfrutar en un estadio ese despliegue de tecnología y de diseño, la calidad de las terminaciones, las comodidades, la forma como trabaja la prensa, en fin... (2)
****
AG En el final, ubiquemos brevemente la ciudad.
EC Munich está bien al sur de Alemania, en el centro de Europa, tiene 1.300.000 habitantes. Es más chica que Montevideo. Pero mucho más poderosa y majestuosa. Es la capital del estado federado de Baviera; tal vez el que tiene la economía más fuerte. La ciudad se destaca por las industrias de alta tecnología como BMW y Siemens y también por las comunicaciones: hay varias cadenas de televisión instaladas acá, productoras multimedia y estudios de cine. Tiene una población de alto poder adquisitivo. El desempleo está en 7,5%, más bajo que el promedio alemán, y hay ciudades de Baviera que tienen 1,5% (por ejemplo Ingolstadt, donde tiene su planta Audi).
La delincuencia no es un problema; la gente se siente muy segura. Es la ciudad famosa por la Oktoberfest, pero también tiene un patrimonio histórico, arquitectónico y artístico deslumbrante, en cantidad y en calidad: iglesias, museos, parques, palacios, castillos o "simples" edificios residenciales... Los especialistas dicen que las obras del barroco y el rococó creadas acá no tienen nada que envidiarle a Italia o a Francia. Bueno, ese es otro motivo para venir hasta aquí (3)
AG - Llegaste algunos días tarde a Munich, habría sido mejor llegar en octubre.
EC - Sí, pero los municheses se las ingenian igual para encontrar razones para festejar y beber sus cervezas, y ya me encontré con más de un ejemplo en estos días. Por lo demás, aparte de la Oktoberfest, Munich tiene muchas atracciones más. La actividad cultural es intensísima, tanto con artistas locales (en teatro, música clásica, ópera, música popular), como con elencos visitantes que arriban todos los días a las diferentes salas de la ciudad. No hay manera de abarcar en estos tres días que yo he estado todo lo que pasa en materia de exposiciones, de esculturas, etcétera.
(1) Los alemanes enfrentan ese problema con diversos artilugios, uno de ellos el vino caliente, que es una de las bebidas que se vende en el estadio, además de cerveza, claro.
(2) Me llamó la atención la larga distancia que existe entre la parada del subte y el estadio. Cuando íbamos caminando le pregunté a mi guía la causa. Me explicó que son 800 metros, lo que, según alguien ha estudiado, permite que a la salida de un partido la gente gaste suficiente energía como para aflojar las pasiones. Créase o no, lo cierto es que el viaje de regreso fue en un subte repleto, con los pasajeros apretujados unos contra otros, y con las hinchadas mezcladas, y si embargo el clima era totalmente pacífico: un ambiente bullicioso, lleno de cánticos y música, pero sin nada parecido a un incidente.
(3) Algunos llaman a Munich, la capital secreta de Alemania.
--------------------------------*
Edición: Eugenia Martínez